Al salir de prisión ex consejero del PP en Madrid, Granados, critica duramente a la Guardia Civil

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El exconsejero madrileño Francisco Granados, encarcelado desde hace 33 meses por blanqueo de capitales y fraude, a la salida hoy, miércoles 14 de junio de 2017, de la de la prisión de Estremera, en Madrid. Efe. 

 Agencias – Francisco Granados (PP), ex consejero de Gobierno d ela Comunidad de Madrid, ha salido este miércoles, 14 de junio de 2017, de la prisión de Estremera 31 meses después de ser encarcelado por el caso Púnica, y ha dicho a los periodistas que pedirá «responsabilidades» a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil o a la Fiscalía por los informes contra él. Madrid (España), jueves 15 de junio de 2017. Fotografía: El exconsejero madrileño Francisco Granados, encarcelado desde hace 33 meses por blanqueo de capitales y fraude, a la salida hoy, miércoles 14 de junio de 2017, de la de la prisión de Estremera, en Madrid. Efe. 

Granados ha salido de la cárcel tras abonar, con las propiedades presentadas como aval por sus familiares, la fianza de 400.000 euros que le impuso el juez Eloy Velasco, instructor del caso Púnica, en el que se le imputan los delitos de blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho, malversación, prevaricación y fraude.

Al salir de prisión Granados ha criticado duramente los informes de la Guardia Civil que le implican en este caso de corrupción y ha anunciado que los irá «desmontando uno por uno».

El exconsejero incluso ha dudado de que la trama Púnica de corrupción exista: «Después de leer muchas partes del sumario, las que no están todavía en secreto, después ver todo eso yo no sé si existe. Creo que no, pero desde luego si existe ni formo parte de esta trama ni desde luego soy ni mucho menos el cabecilla».

«Yo jamás, jamás, jamás he metido la mano en la caja», ha afirmado Granados en su defensa y ha atribuido varias veces sus imputaciones a una actuación del «aparato del Estado».

Ha hablado de su «falsedad e inconcreción», ha dicho que son «interesados», «opinativos» y «especulativos», e incluso ha atribuido a la «impericia» o a la «mala idea» las acusaciones que se hacen contra él.

«Iré demostrando -ha dicho- su falsedad y su inconcreción uno por uno. Como es lógico también pediré responsabilidades a los funcionarios que los hayan firmado, sean de la UCO, sean de la Fiscalía o sean de quien sean».

Y ha apostillado: «Yo tengo acreditado mi amor y mi respeto por la Guardia Civil desde hace muchísimos años, pero eso es una cosa y otra cosa son personas concretas con nombres y apellidos que, como digo, han elaborado informes».

«Hay determinados informes -ha afirmado- que destruyen vidas, que ponen en bretes a gobiernos, que ponen en la cuerda floja a presidentas de comunidades autónomas y que luego se dice que son inconsistentes y no pasa nada».

Granados ha mostrado su «satisfacción» por estar en la calle y «poder finalmente» defenderse. «Como saben fui detenido hace casi tres años en la puerta del colegio de mis hijas y desde entonces me he encontrado en prisión preventiva en una absoluta indefensión», ha denunciado.

En su caso, ha dicho, se han filtrado «de manera sistemática, planificada y con un interés bien concreto secretos del sumario obtenidos por el aparato del Estado y filtrados, sin ninguna duda, por el aparato del Estado, porque solo los puede filtrar o la Guardia civil o la Fiscalía, o el juez».

Ha reconocido que en «25 años» de investigación contra él se han podido localizar «fallos», pero entre ellos no está haberse llevado «ni un solo euro jamás de dinero público».

El ex número dos de Esperanza Aguirre también ha tenido palabras para la expresidenta madrileña. Su salida de la política ha sido, a su juicio, «uno de los episodios más injustos» que recuerda «de la historia política española», aunque Granados no tiene «nada que agradecerle en cuanto a sus actuaciones y declaraciones en los últimos tiempos».

El exconsejero también ha puesto en duda que en España exista un Estado de derecho, ya que «desde luego» con él «no ha funcionado» porque no se ha respetado su presunción de inocencia, su derecho a la intimidad y a la igualdad ante la ley. «Todos los días se ven conversaciones privadas que nada tienen que ver con el caso», ha subrayado.