«Perdón» histórico separatista. Han sido 30 años de engaño y manipulaciones hasta que el pueblo español se ha puesto en pie y vota con dos dedo enfrente. El separatismo ha perdido a sus aliados del Bipartidismo y desde el pasado domingo 24 de mayo 2015, los separatistas vasco y catalanes se enfrentan en su feudos con nuevos partidos puramente locales con un discurso nuevo y adaptado a la necesidades reales de la gente. Ni se han constituidos los nuevos gobiernos municipales y autonómicos y los clásicos intocables todos poderosos empiezan con gestos insólitos. Este viernes, 5 de junio 2015,el Gobierno vasco ha hecho «autocrítica» sobre el trato a las víctimas de los asesinos terroristas de niños: la banda separatista comunista terrorista ETA; y anuncia una «nueva etapa» con un nuevo trato a la victimas del terror de ETA-EPPK. El presidente autonómico vasco sabe que se acabó los pactos secretos (leer aquí) antiespañoles con gobiernos del Bipartidismo (PP-PSOE). El presidente vasco pide «perdón» y anuncia una «nueva etapa» de relaciones y admite que «llegaron tarde a la sensibilidad que se merecían las víctimas» y sostiene que «se opondrá a cualquier historia justificadora de la violencia.
Iñigo Urkullu, el presidente vasco, ha pedido este viernes «perdón» -y lo ha dicho en lengua oficial del Estado para que quede bien claro- a las víctimas del terrorismo y ha reconocido que al Gobierno vasco le faltó «inteligencia emocional» ya que debió «reaccionar antes y hacerlo mejor», al tiempo que ha anunciado que iniciará una «nueva etapa» en esta materia. Urkullu ha inaugurado este viernes la jornada de trabajo y reflexión sobre Víctimas del Terrorismo y Sociedad, que ha reunido a asociaciones de víctimas de toda España en la Cámara de Comercio de San Sebastián y en la que ha participado también el director de la Secretaría de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, y la directora del Instituto Vasco de la Memoria, Aintzane Ezenarro, entre otros.
El Urkullu ha remarcado que el Gobierno vasco quiere iniciar una «nueva etapa en materia de víctimas» asentada en los pilares de «un sincero sentimiento autocrítico», la «defensa de un mínimo ético y la voluntad de unir» a las víctimas con la sociedad. Urkullu ha dirigido sus palabras a un auditorio integrado por más de 120 víctimas y líderes de las asociaciones que las representan entre las que se encontraban Ángeles Pedraza, de la AVT, o Asun Olaeta, de la plataforma de amenazados por ETA «Zaitu», a quienes Jonan Fernández ha recibido uno por uno a la entrada de la Cámara de Comercio guipuzcoana.
Tras remarcar el carácter de «reconocimiento institucional» del acto, Urkullu ha incidido en que el «primer pilar» para la «nueva etapa» que quiere iniciar es la «reflexión autocrítica». En este sentido, ha recordado que en 2006 y 2007 presidió la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco en la que tuvo la oportunidad de expresar una «clara petición de perdón», pero ha querido volver a reiterar ese mensaje «como lehendakari».
Urkullu ha reconocido que «llegaron tarde a la sensibilidad y respuesta que se merecían las víctimas» y ha querido «volver a pedir perdón» a todas ellas, pero «especialmente a las producidas en las décadas de los 70, 80 y 90» por la «desatención institucional» que padecieron las víctimas de ETA «así como las del GAL, Batallón Vasco Español o grupos similares».
«Debimos reaccionar antes y hacerlo mejor», ha dicho, y ha reconocido que a partir de los años 90 «la intensidad de la división política desdibujó la unidad en la solidaridad con las víctimas y el rechazo a la violencia». Ahora, «sin la amenaza del terrorismo de ETA», muchas víctimas viven con «inquietud» por el «temor» de que se construya el futuro basado en la «desfiguración del pasado», ha indicado.
A este respecto ha mostrado el «compromiso inequívoco» del Gobierno Vasco para que el futuro se asiente en el «reconocimiento del daño injusto provocado» y en el rechazo a «cualquier forma de terrorismo o violencia o a la pretensión de su legitimación». Por ello se ha comprometido a que la «memoria y el honor de las víctimas no puedan ser relegados por una mirada al futuro que olvide el pasado» ya que no se puede «pasar página» sin «clarificación, reconocimiento, ni crítica explícita sobre lo sucedido». El Gobierno vasco «se opone y opondrá a cualquier historia justificadora de la violencia o de las vulneraciones de los derechos humanos», ha subrayado Urkullu, quien ha considerado que éste es el «mínimo ético indispensable para construir el futuro»
Respecto al proyecto de mejora en materia de víctimas, ha destacado que, por un lado, contará con la continuidad de las políticas orientadas a cumplir con los derechos de «verdad, justicia y reparación» y, por otra parte, abundará en el trabajo dirigido a la unión de víctimas y sociedad, ya que es consciente de que esta relación se sitúa en un eje de «oscilación lejanía-cercanía». La jornada de este viernes sucede a la recepción oficial que tuvo ayer en Vitoria a once asociaciones de víctimas del terrorismo entre las que se encontraba Covite, que no ha acudido al acto.
<lasvocesdelpueblo y Agencias>
