Cárcel para la agente de Guardia Urbana acusada de matar, con ayuda de su amante, a su pareja 

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Agencias – Según se desprende de las investigaciones, la víctima y los dos encarcelados (su novia y el amante, ambos también Policías Urbanas) por el crimen -su entonces pareja y también urbana Rosa P. y el agente de la policía local Albert L.- formaban un triángulo amoroso plagado de celos e infidelidades, incluso cuando ella estuvo casada con un tercer hombre. Barcelona (España), lunes 10 de julio de 2017. Fotografía: Los agentes de policía durante la investigación. Efe.

La Audiencia de Barcelona ha confirmado la prisión preventiva que un juzgado de Villanueva y la Geltrú (Barcelona) dictó el pasado mes de mayo para Rosa P., la agente de la Guardia Urbana acusada de haber matado, junto a un compañero, a su pareja, también miembro de la policía local barcelonesa.

En un auto, la sección novena de la Audiencia de Barcelona ha desestimado el recurso que la defensa de la agente de la Guardia Urbana presentó contra la decisión de la juez de instructora de enviarla a prisión junto a su compañero y supuesto amante Albert L., ambos como presuntos autores del crimen.

Los dos agentes de la Guardia Urbana permanecen en la cárcel desde el pasado 16 de mayo, acusados del asesinato de un agente de la policía local cuyo cadáver fue hallado calcinado en el interior del maletero de su coche en un camino cercano al pantano de Foix.

De acuerdo con la hipótesis que manejan los Mossos d’Esquadra, la víctima, que murió estrangulada antes de ser calcinada, fue asesinada por un móvil sentimental, en el marco del triángulo amoroso que el fallecido formaba con los dos presuntos autores del crimen.

Según se desprende de las investigaciones, la víctima y los dos encarcelados por el crimen -su entonces pareja y también urbana Rosa P. y el agente de la policía local Albert L.- formaban un triángulo amoroso plagado de celos e infidelidades, incluso cuando ella estuvo casada con un tercer hombre.

En sus informes aportados al juzgado, los Mossos apuntan dos hipótesis: que Rosa P. mató a su entonces novio Pedro R. y después pidió ayuda a Albert L., o que ambos actuaron de común acuerdo para acabar con la vida de su compañero en la Guardia Urbana.

En cualquier caso, en su declaración ante la titular del juzgado de instrucción número 8 de Vilanova, que investiga el crimen, los dos acusados se incriminaron mutuamente de la muerte del agente de la urbana.

De hecho, según el informe policial, Albert L. pasó en casa de Rosa P. las cinco noches posteriores a la desaparición de Pedro R., lo que hizo sospechar a los investigadores que ambos podían ser cómplices en el crimen.