Complicadísima panorama en España donde PODEMOS se dispara y muere el centro y derecha

0
704
Madrid, 20 de diciembre de 2015. Noche electoral. Concentración militantes y simpatizantes del PP, tristes por el mal resultado del PP, con banderas de España ante la sede del PP. Archivo Lasvocesdelpueblo.

Agencias – Los españoles sancionaron este domingo a la ‘vieja política’, dando al Partido Popular, de Mariano Rajoy, una ajustada ventaja que complicará la formación de un Gobierno e impulsando con fuerza al partido antiausteridad Podemos, según los resultados oficiales parciales. Fotografía: Militantes y simpatizantes del PP tristes con banderas de España ante la sede del PP. Lasvocesdelpueblo.

El PP perdió de forma estrepitosa la comodísima mayoría absoluta que obtuvo en 2011 y puede verse abocado a un inestable Gobierno minoritario por un Parlamento muy fragmentado, en el que será difícil formar mayorías. El Partido Popular (PP, derecha) «ha ganado estas elecciones», anunció la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, al informar sobre el resultado de las elecciones.

Con el de 99,43% del escrutinio realizado, el PP obtenía 123 diputados (28,71% de votos) en una cámara de 350. Nunca hasta ahora un partido ha gobernado en España con menos de 156 escaños. Le siguen el PSOE, con 90 diputados (22,02%) y las dos nuevas formaciones que irrumpen con fuerza acabando con más de 30 años de bipartidismo: Podemos y sus aliados, con 69 escaños (20,65%), y el centrista Ciudadanos, con 40 diputados (13,93%).

Además, Esquerra Republicana de Catalunya logra 9 asientos (2,68% de votos) en el Parlamento; Democracia y Libertad, 8 (2,26%); el Partido Nacionalista Vasco, 6 (1,21%); Izquierda Unida, 2 (3,67%); Bildu, 2 (0,87%); y Coalición Canaria, 1 (0,32%).

Los duros años de crisis y las dolorosas políticas de austeridad, la disparada del desempleo -que llegó al 27% a principios de 2013 y sigue aún en el 21,18%- y los innumerables escándalos de corrupción desataron una crisis institucional que cristalizó en junio de 2014 con la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo Felipe VI y lleva ahora a una nueva generación de políticos al Parlamento.

«Seguimos dando pasos para lograr el cambio político y para lograr recuperar las instituciones y devolvérselas a la gente de nuestro país y reconstruir un pacto que algunos de arriba habían roto», reaccionaba el número dos de Podemos, Íñigo Errejón. «Estamos ante una nueva transición democrática, ante una nueva era», había asegurado al votar el abogado Albert Rivera, de 36 años, líder de Ciudadanos.

Ilusión por el cambio

El PSOE, liderado por el profesor de economía Pedro Sánchez, de 43 años, ahonda en su derrota de 2011, cuando obtuvo el hasta entonces peor resultado de su historia (110 diputados). El líder de Podemos, Pablo Iglesias, un politólogo de 37 años que fundó su partido hace apenas dos años, vuelve a dar la sorpresa tras haber obtenido cinco eurodiputados en 2014 e impulsado la victoria en mayo de alcaldes ‘indignados’ en ciudades como Madrid y Barcelona.

«Este éxito de Podemos es como el resurgir (…) del poder del pueblo», se congratulaba con un globo morado en la mano Alejandra Leal, profesora de 29 años, en la fiesta de la formación en Madrid. Desempleada, tuvo que partir como muchos españoles en 2011 en busca de trabajo a Reino Unido, donde integró el movimiento de los jóvenes exiliados económicos.

Estos comicios culminan un año de cambio electoral en el sur de Europa, tras la victoria de la izquierda radical de Alexis Tsipras en Grecia en enero y la llegada al poder en Portugal, en octubre, de una coalición de partidos de izquierda, a pesar de que la derecha había sido la más votada. La posibilidad de una alianza de este tipo preocupa a Rajoy, cuyo partido seguía aferrándose tras el cierre de las urnas a la idea de que debe gobernar el partido más votado.

«El Partido Popular sigue siendo la fuerza mayoritaria, la fuerza preferida por los españoles», afirmó su portavoz, Pablo Casado, mientras en la sede del partido en la capital comenzaban a reunirse los simpatizantes, ondeando banderines del partido entre gritos de «¡España, España!».