Lasvocesdelpueblo y Agencias – El yankee que habla claro gana virtualmente la batalla ideológica. La extrema izquierda e izquierda y parta de sus rivales en su propio partido -Republicano- han fracasado con su campaña difamatoria contra el casi ya candidato del partido Republicano, Donal Trump, a la Casa Blanca; y tal como van las cosas, Trump derrotará la también la casi candidata del Partido Demócrata Hillary Diane Rodham Clinton. El movimiento anti-Trump gastó más de 75 millones de dólares y perdió. Barcelona, 4 de mayo 2016. Fotografía: El magnate y precandidato presidencial estadounidense Donald Trump habla tras el anuncio del retiro de la carrera a la nominación republicana de Ted Cruz, hoy 3 de mayo de 2016, en Nueva York. Efe.
Sorprende que tanto el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) junto a su líder Pedro Sánchez com el presidente den funciones de España y del Partido Popular (PP) estén todos interesados de la campaña de la demócrata Hillary Clinton y no quieran saber absolutamente nada del candidato republicano Donal Trump. Rajoy, Sanchez y PSOE son seguidores en la cuenta oficial de la candidata demócrata Clinton mientras ponen ponen una crux a la cuenta del candidato Yankee Trump.
Trump sale vivo de la difamación mediática
Según recoge CNN, En una tumultuosa primaria republicana, Donald Trump también resistió a casi 64.000 anuncios de televisión críticos, según
datos de la firma de seguimiento de anuncios Kantar Media/CMAG. la factura: un estimado de 75.723.580 dólares. Esa cifra es solo para la y no incluye el gasto en publicidad en televisión por cable y por satélite, que es más difícil de rastrear y generalmente comprende una porción más pequeña de los gastos de campaña para publicidad. Los anuncios criticaron su posición sobre diversos temas y su temperamento.
Provenían de sus rivales republicanos, demócratas y grupos externos dedicados a hundir su candidatura. Aproximadamente uno de cada cuatro dólares contra Trump fue invertido por Conservative Solutions PAC, un grupo de apoyo a la candidatura de Marco Rubio.
Uno de sus anuncios -titulado «Serious»- se transmitió cerca de 4.000 veces, más que cualquier otro spot crítico con Trump. El súper PAC que apoyó a Jeb Bush gastó el segundo mayor monto en publicidad contra Trump -casi 10 millones de dólares- y dos grandes grupos de apoyo a Cruz bombearon cerca de 16 millones de dólares en el esfuerzo.
Los datos de Kantar Media mostraron que la campaña de Cruz gastó 4,3 millones de dólares en contra de Trump. Hillary Clinton, hasta ahora la más probable rival de Trump en las elecciones generales, gastó 5,2 millones en contra de Trump. Como principal candidato, Trump no necesita pagar anuncios para recibir tiempo al aire. Gastó solo 19 millones en anuncios de televisión a lo largo de la campaña – aproximadamente una cuarta parte del esfuerzo para derrotarlo; añade CNN.
Ted Cruz: «Parece que se ha cerrado la senda para la victoria»
Ted Cruz era la única esperanza de los anti-Trump. anoche tiró la toalla ante la evidencia y no le queda otro camino que hacer campaña junto a Donald Trump para derrotar a la candidata demócrata, la favorita del PSOE, la extrema izquierda podemita y el presidente del PP, Mariano Rajoy, Hillary Clinton. «Con el corazón acongojado pero con optimismo, estamos suspendiendo nuestra campaña», dijo.
Cruz agradeció a todos sus seguidores por «luchar para salvar nuestra nación» y aseguró que no abandonará la lucha «por la libertad». Con este abandono, convirtió a Trump en único virtual candidito republicano. Trump ya cuenta con 1.053 de los 1.237 delegados que necesita para obtener la nominación republicana, de acuerdo con estimaciones de CNN. Cruz se retira con 572 delegados. Queda en la contienda John Kasich, con 156 delegados, menos de los que tenía Marco Rubio cuando se retiró hace varias semanas.
Indiana echa a Cruz de la carrera republicana y entrega a Trump la nominación
En el bando demócrata, el senador autoproclamado socialista democrático Bernie Sanders arrebató la victoria que las encuestas vaticinaban para la exsecretaria de Estado Hillary Clinton y dio algo más de emoción a la carrera, aunque éste sigue teniendo muy complicado el camino a la nominación.
De un elenco que llegó a contar hasta con 17 aspirantes, tras la renuncia de Cruz, los republicanos que compiten por ser el candidato conservador
en las elecciones presidenciales de noviembre han quedado rebajados a dos, Trump y el gobernador de Ohio, John Kasich, quien prácticamente no tiene ninguna opción de arrebatarle la candidatura al magnate.
Por su parte, en su discurso de victoria, Trump dedicó, por primera vez en muchos meses, algunos elogios a Cruz, al calificarle de ser «un tremendo competidor», «duro» e «inteligente». El paso de gigante que dio el multimillonario esta noche al ganar en Indiana, que habitualmente apenas tiene importancia en el proceso de primarias, se explica porque tanto Cruz como la llamada «campaña anti-Trump» dedicaron todos sus esfuerzos a tratar de parar al magnate en este estado.
Cruz se volcó en Indiana con especial intensidad (sólo en el día de ayer llegó a dar alrededor de una decena de discursos en el estado) y los grupos de la campaña «anti-Trump» (de tendencia conservadora, pero alejados de los posicionamientos del magnate) se dejaron millones de dólares en anuncios televisivos críticos con su figura.
El objetivo era arrebatar a Trump la mayoría de los 57 delegados que otorga el estado (y que según los últimos recuentos es posible que finalmente se los lleve todos) para dificultar así que alcanzara los 1.237 delegados necesarios para lograr la nominación de forma automática.
Si esa estrategia hubiese funcionado, en julio hubiese tenido lugar una convención republicana disputada, en la que ningún aspirante hubiese contado con todos los delegados necesarios para lograr la nominación y el aparato del partido hubiese pasado a desempeñar un papel fundamental en la elección de candidato. Sin embargo, sin Cruz en la carrera, esa opción parece haberse desvanecido del todo, ya que salvo sorpresa mayúscula, Trump se hará con una mayoría de los delegados en juego en los estados que quedan por votar, algunos de ellos tan populosos como California o Nueva Jersey.
Que el escenario de una convención disputada, por la que altos mandos del Partido Republicano además de Cruz y Kasich habían abogado sin tapujos durante las últimas semanas, ha quedado prácticamente descartado lo confirmó el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, en su cuenta de Twitter.
«Donald Trump será el probable nominado del Partido Republicano, debemos unirnos y centrarnos en derrotar a (la favorita entre los aspirantes demócratas) Hillary Clinton #JamásClinton -en inglés #neverClinton-«, indicó Priebus en su cuenta en la red social, asumiendo por vez primera que el magnate será el candidato.
Lo sucedido en el campo republicano casi eclipsó otra de las sorpresas de la noche (junto a la renuncia de Cruz), la victoria del senador por Vermont Bernie Sanders en las primarias demócratas de Indiana, quien se impuso a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton pese a tener todas las encuestas en su contra. La victoria de Sanders tiene una importancia capital en su apuesta por la nominación del Partido Demócrata, ya que tiene lugar tras duras derrotas en varios estados del este (Nueva York, Connecticut, Pensilvania y Maryland) y cuando muchos daban ya por terminada su aventura presidencial.
Lo ocurrido en Indiana no tendrá sin embargo una gran repercusión en la carrera de delegados que deben votar por cada aspirante en la convención del partido en julio, ya que los demócratas los reparten siempre de forma proporcional y la victoria de Sanders fue por un margen no muy amplio.
Aun así, que éste haya sido capaz de ganar Indiana sí supone un balón de oxigeno para su campaña, a la que muchos daban ya por muerta, de cara a las próximas citas electorales de Virginia Occidental, Kentucky, Oregón y, muy especialmente, California, el estado más poblado del país.
