El desafío del 1-O deja a Podemos sin aliento, cualquier posicionamiento le pasará factura

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BARCELONA (ESPAÑA), 11.09.2017. El secretario general de Podemos Pablo Iglesias (d), junto a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, y el portavoz de En Común Podemos Xavier Domènech (i), durante un acto del nuevo partido de Ada Colau (Cataluña en Común) con motivo del Día de Cataluña (11 de septiembre). Archivo Efe.

Lasvocesde3lpueblo y Agencias – La crisis política catalana y el órdago secesionista del uno de octubre en Cataluña (1-O) en Cataluña han atrapado a Podemos de pablo Manuel Iglesias Turrión en un escenario complicado en el que es consciente de que cualquier posicionamiento le puede pasar factura y, pese a ello, confía en que pase el temporal y pueda seguir avanzando en su hoja de ruta para «echar a Rajoy». Madrid (España), domingo 17 de septiembre de 2017. Fotografía: BARCELONA (ESPAÑA), 11.09.2017. El secretario general de Podemos Pablo Iglesias (d), junto a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, y el portavoz de En Común Podemos Xavier Domènech (i), durante un acto del nuevo partido de Ada Colau (Cataluña en Común) con motivo del Día de Cataluña (11 de septiembre). Archivo Efe.

En los planes de Podemos, según fuentes de su dirección, no entra definir más su posición antes del «referéndum» del 1 de octubre porque además creen que el papel principal ahora no le toca a Pablo Iglesias y son otros los que deben ser protagonistas, como los líderes de Cataluña En Común, Ada Colau y Xavier Doménech, cuyo partido ya ha decidido llamar a la participación.

Tampoco parece muy conveniente que Podemos airé más sus problemas internos en Cataluña donde la fractura entre el secretario general de Podemos, Albano Dante Fachín, y la cúpula estatal es más que evidente.

Así las cosas, será después del 1 de octubre cuando se abran otras posibilidades, quizá un diálogo con el resto de las fuerzas políticas en el que Podemos seguirá defendiendo un «referéndum pactado y con garantías».

Un referéndum que, según ha apuntado Iglesias en alguna ocasión, tendría que tener una pregunta clara y con tres opciones: la del sí, la del no, y una tercera vía que plantee que Cataluña es una nación que puede tener un encaje en España con mayores niveles de autogobierno.

Pero mientras llega -si llega- la hora de hacer esos planteamientos, el día a día obliga a los dirigentes de Podemos a pronunciarse sobre una catarata de acontecimientos encaminados a poner freno a la ilegalidad del referéndum -desde la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la actuación de los jueces y la Fiscalía o incluso la intervención de la Hacienda catalana-.

Ante todo esto, Podemos intenta mantener su máxima: Que el primer paso para llegar a una solución en Cataluña es «echar a Mariano Rajoy» del Gobierno; y da respuestas que a veces desconciertan como cuando esta semana Irene Montero aseguraba que los Mozos de Escuadra deben cumplir y acatar «a la vez» las leyes españolas y las catalanas.

Los morados permanecen impasibles a las críticas y hacen al Gobierno de Rajoy el centro de sus ataques en su afán por demostrar que son «los únicos que confrontan al PP», partido al que Iglesias culpaba esta semana de estar creando un «estado de excepción» en España.

No es nueva esa estrategia de Podemos de reivindicarse como única oposición a Rajoy, lo nuevo es que se agarra a ella en un momento en el que se produce, como ellos mismos afirman, la mayor crisis territorial desde el 78.

En este contexto, en el que el futuro de España y de Cataluña depende del acierto o desacierto de los líderes políticos, Podemos sigue planeando cómo convencer al PSOE de presentar una moción de censura a Rajoy que sirva para llevarles al Gobierno.

No parece que ahora mismo eso entre en los cálculos de los socialistas, aunque algunas voces en Podemos dicen a Efe que «Pedro Sánchez quiere ser presidente» y que en «doce meses» pueden estar gobernando.

De momento, no pasa de ser un deseo porque, lo quieran o no, la telaraña de Cataluña les mantiene atrapados, igual que al resto de los partidos.

En cualquier caso, fuentes de la dirección morada destacan que existe un «buen clima» con el PSOE, que la relación entre Sánchez e Iglesias es fluida y que mantienen cauces de colaboración más allá de la arena parlamentaria y que alcanzan el ámbito autonómico y municipal.

Una colaboración que no se ve tan fructífera el Congreso, donde Podemos ya le ha planteado a la portavoz del PSOE, Margarita Robles, la celebración de una nueva reunión de la mesa de trabajo que abrieron antes del verano ambas fuerzas políticas, aunque no ha recibido respuesta concreta.

Así que, siguen esperando y en el ánimo de los dirigentes de Podemos se adivina el anhelo de «que pase Cataluña».