El obispo separatista de Gerona pide votar contra España el 27-S

Agencias – Francesc Pardo Artigas, el obispo separatista catalán de la diócesis de Gerona (Cataluña), ha hecho una carta a los fieles en el marco de la celebración del día de Cataluña del próximo viernes 11 de septiembre 2015. En ella, apela a los fieles a plantearse, tanto a nivel individual como colectivo, como pueden ayudar Cataluña «en estos momentos históricos». Al juicio del obispo catalanista, «cada uno de nosotros debe preguntarse qué puede ofrecer en Cataluña en este momento histórico», apunta. El obispo también pone énfasis en las raíces cristianas que han configurado el pasado y el presente de Cataluña. En esta línea, pide que la «propuesta cristiana no sea menospreciada ni olvidada» en la construcción del futuro del país. «Los valores cristianos son necesarios para humanizar la persona y la sociedad», remarca. <Fotografía: Francesc Pardo Artigas, Obispo de Gerona. Foto archivo>.

El obispo de Gerona es una de las voces dentro de la Iglesia separatista catalana que ya se han mostrado favorables de la destrucción de España y, en su momento, también se pronunció a favor de que la ciudadanía pudiera expresar su opinión sobre el futuro político de la comunidad autónoma española de Cataluña a través de un referéndum de autodeterminación, el pasado año antes el golpe separatista del 9N.

Este año, coincidiendo con una jornada que da el pistoletazo de salida a la campaña electoral del 27-s catalán, el cura separatista excluyente ha aprovechado para lanzar un mensaje a los fieles y los apela a plantearse cómo pueden contribuir en lo que califica como «momento histórico».

El obispo también aprovecha para reivindicar el papel del cristianismo en la historia de Cataluña y pide que continúe teniendo un papel relevante en el futuro. Por ello, remarca que la «propuesta cristiana no debe ser menospreciada ni olvidada» en la construcción del futuro del país.

Finalmente, el obispo Francisco recordó que ignorar la dimensión cristiana en los proyectos de presente y futuro del país, cualquiera que sea, «significaría un empobrecimiento no sólo por los creyentes, sino para Cataluña». Desde esta convicción, añade que habría que «reflexionar y acordar cómo se realiza institucionalmente esta mutua colaboración con el bien común», sentencia.