El primer debate a 4 español termina con fuego cruzado y varios cara a cara sin claros vencedores

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El presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy (izq.), el líder del PSOE, Pedro Sánchez (2º izq.), el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera (2º dcha.), y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (dcha.), en el plató momentos antes de iniciar el debate. EFE

Agencias – Según muchos medios digitales, el presidente de Ciudadanos Albert Rivera ganó el debate: Rivera fue mejor que en el debate del 20-D. Esta ves, Pablo Iglesias no salió con la suya. Recibió una réplica directa por parte del dirigente ‘naranja’, Albert Rivera. (Vídeo integro del debate a 4 del 13 de junio 2016 para el 26-J 2016). El primer debate «a cuatro» en televisión comenzaba este lunes 13 de junio 2016 tarde, sin demasiado pulso y con un tono bajo, pero terminaba con fuego cruzado y varios «cara a cara» aunque sin claros vencedores a cuenta del fracaso de la legislatura, los recortes, la corrupción, la financiación ilegal y, de paso, Venezuela. Madrid (España), martes 14 de junio 2016. Fotografía: El presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy (izq.), el líder del PSOE, Pedro Sánchez (2º izq.), el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera (2º dcha.), y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (dcha.), en el plató momentos antes de iniciar el debate. Efe.

Sonido integro del primer del único debate a cuatro entre los diferentes candidatos al 26j 2016 de principales partidos: Rajoy (PP), Rivera (C’s), Sánchez (PSOE) e Iglesias (Podemos)

Casi un «todos contra todos» pero con un enemigo común a abatir en la figura del líder del PP, Mariano Rajoy, que ha luchado con vehemencia para defender su gestión al frente del Gobierno en los duros años de la crisis económica y la lucha contra la corrupción en su partido en medio de las duras andanadas del resto de candidatos.

Por su gesto sonriente al terminar el debate, Rajoy parece que tiene claro que ha salido «vivo» y hasta reforzado de la «encerrona» a tres bandas. Cruce de reproches en el que sólo se han respetado, y no durante todo el tiempo, el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, todavía con la resaca de su acuerdo de investidura de hace apenas unos meses.

Envalentonado por las encuestas, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se ha empleado a fondo contra Rajoy y también contra Rivera mientras ha eludido el cuerpo a cuerpo con Sánchez, a quien volvía a tender la mano para formar un gobierno «de cambio» después de las elecciones del 26 de junio.

Tampoco ha querido romper todos los puentes el líder del PSOE quien, por momentos, parecía haberse quedado en tierra de nadie viendo como Rivera, Rajoy e Iglesias se repartían golpes en su presencia. Eso sí, ha repetido como un mantra que el culpable de que Rajoy todavía siga en la Moncloa y no se hayan puesto en marcha las políticas progresistas que defiende, es Pablo Iglesias y Podemos que, junto al PP, votaron en contra de su fallida investidura.

«Se equivoca el señor Sánchez al situarse como adversario. Yo no soy el rival sino el PP», le ha contestado Iglesias, que ha pedido al líder del PSOE que diga de una vez por quién va apostar tras el 26J, si por la abstención a Rajoy o por un gobierno con Podemos. Iglesias, de paso, arremetía contra Rivera, al que tildaba de «escudero» de Rajoy. No le ha debido sentar muy bien ese apelativo porque a los pocos minutos era Rivera el que sacaba a la palestra la supuesta financiación venezolana de Podemos, una auténtica piedra en el zapato de Pablo Iglesias.

«Usted no pide dinero a los bancos porque se lo da el régimen de Maduro», le ha espetado con dureza el líder de Ciudadanos, que ha acusado a Iglesias de ser un lobo que se esconde con la piel de un cordero socialdemócrata. Acusaciones rechazadas de plano por Iglesias, que cree «muy grave» que se le imputen delitos en un debate en televisión, lo que atribuye a los «nervios» y a la «desesperación» de algunos.

Se preveía que Sánchez pasara de puntillas por el tema de la corrupción en el PP para evitar la contrarréplica de Rajoy con los ERE, pero al final ha entrado en el cuerpo a cuerpo con el presidente del Gobierno en funciones. Sin llamar a Rajoy «indecente» como en la anterior campaña, sí ha insistido en que debería haber dimitido en cuanto se conoció el caso Bárcenas. «Usted es el presidente de un partido en B y los españoles no lo merecen», ha denunciado Sánchez.

Rajoy no ha querido enfangarse en la corrupción y se ha limitado a recordar a Sánchez el procesamiento de los dos expresidentes del PSOE Manuel Chaves y José Antonio Griñán por los ERE. «No sirve de nada tirarnos los trastos a la cabeza», ha zanjado el presidente del PP, que ha aprovechado para atacar también a Rivera por tener una mentalidad «inquisitorial» en la lucha contra la corrupción.

Rajoy se ha preguntado también quiénes son Sánchez o Rivera para insinuar que tiene que dejar el Gobierno cuando ha ganado las elecciones del 20 de diciembre y las encuestas apuntan que lo volverá a hacer el 26J. Más allá de la corrupción, la política económica también ha enfrentado a los cuatro candidatos, y entre todos contra Rajoy.

«Usted vende humo. Prometió bajar los impuestos en 2011 y los ha subido», le ha criticado Rivera, que también ha arremetido contra Iglesias, por pretender «machacar» a la clase media. Sánchez ha denunciado el «revanchismo ideológico» del PP por subir el IVA cultural o implantar un «impuesto al sol». Iglesias ha bromeado con los dos millones de puestos de trabajo que promete Rajoy: «Y tres huevos duros», ha añadido.

El presidente del PP también ha tirado de ironía para reprochar a sus contrincantes que hayan dicho «algunas mentiras» sobre su gestión y la falta de preparación de sus rivales. «Al Gobierno no se viene a hacer prácticas, se viene aprendido y conociendo los temas», ha alertado. La lucha contra el terrorismo ha levantado las únicas coincidencias del debate, pues los cuatro candidatos han destacado la importancia de la cooperación en inteligencia con otros países para su erradicación.

No ha ocurrido lo mismo con la crisis de los refugiados, un asunto en el que también ha habido reproches para el Gobierno del PP mientras Rajoy insistía en que España actúa en este asunto junto a la Unión Europea y recalcaba la dificultad de afrontar, desde el Ejecutivo, problemas de este calado.

El último bloque ha sido para los pactos postelectorales, un apartado en el que los cuatro contrincantes han reiterado sus posturas ya conocidas. Iglesias tiende la mano a Sánchez, el líder del PSOE no lo aclara, Rajoy habla de gran coalición de las fuerzas «sensatas» y Rivera anuncia que si Ciudadanos es decisivo habrá Gobierno y «cambios».