Fiscal: Tesorero de CDC no organizó «solo» el expolio en Cataluña, era «el gatillo de pistola» del Gobierno catalán

0
667
El presidente separatista catalán, Carles Puigdemont Casamajó (i) junto a su antecesor, Artur Mas Gavarró (detrás) durante su toma de posecesión. Afp.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – El fiscal del Caso Palacio de la Música de Cataluña asegura: «Todos los elementos están prácticamente contenidos en ese documento», ha añadido el fiscal, que ha esgrimido sus términos para denunciar el «esquema mental» que en su opinión subyace tras la financiación ilegal de Convergencia (CDC): «tomar la parte por el todo y el todo por la parte», concretamente el partido por el Gobierno de la Generalidad de Cataluña. Barcelona (España), martes 30 de mayo de 2017. Fotografía: El ex presidente inhabilitado del gobierno catalán, Artur Mas (atrás) (DCD), pasa el mando al actual presidente catalán, Carles Puigdemont (delante) también de (CDC), durante el acto de toma de posesión en el Palacio del Gobierno de la generalidad de Cataluña, enero de 2016. Archivo Efe.

El fiscal Emilio Sánchez Ulled ha cargado hoy contra el «esquema mental» que identificaba a CDC con la Generalidad de Xataluña en su presunta financiación ilícita a través del Palacio de la Música, una trama que cree que el extesorero Daniel Osàcar de Convergencia (CDC) no organizó «solo», sino que era «el gatillo de la pistola».

En la segunda parte de sus informes finales del juicio del Palacio de la Música, que empezó a exponer ayer, el fiscal Anticorrupción ha dedicado hoy casi cuatro horas a desgranar los numerosos indicios que en su opinión prueban que el Palacio de la Música era la «cañería» con la que la constructora Ferrovial hacía llegar a CDC comisiones ilícitas a cambio de la adjudicación de obras pública.

Emilio Sánchez Ulled ha arrancado su informe exhibiendo uno de los documentos incautados en el registro del Palacio -«cócteles perfectos», los ha definido- que alude a Ferrovial, a adjudicaciones de obras y a pagos del 4%, 2,5% de ellos destinados a «la Generalitat».

«Todos los elementos están prácticamente contenidos en ese documento», ha añadido el fiscal, que ha esgrimido sus términos para denunciar el «esquema mental» que en su opinión subyace tras la financiación ilegal de CDC: «tomar la parte por el todo y el todo por la parte», concretamente el partido por el gobierno de la Generalidad de Cataluña.

Sánchez Ulled ha expuesto ante la sala decenas de documentos incautados en los ordenadores del Palacio de la Música que a su juicio demuestran la existencia de un «conglomerado criminal» en el que la entidad era la «cañería por la que transitaba el dinero de Ferrovial» en comisiones ilícitas a CDC, enmascaradas en patrocinios culturales.

El fiscal se ha mostrado convencido de que el extesorero de CDC Daniel Osàcar, para quien pide ocho años de cárcel, no pudo «organizar solo» la trama de presunto cobro de comisiones de Ferrovial, pero ha justificado que sea el único dirigente convergente al que acusa por la supuesta financiación ilegal.

«Es indudable el papel protagonista y principal de Osàcar en el gatillo de la pistola, pero no es toda la pistola, y por eso lo tengo en el banquillo», ha mantenido Sánchez Ulled, que ha insistido en que con esas palabras no está disparando «una salva al aire».

En ese sentido, ha precisado que no le gustan «las acusaciones por acusar», por lo que en el caso del Palacio de la Música se ha quedado con lo que ha podido «sostener con fundamento», sin que se le caiga «la cara de vergüenza».

No obstante, el fiscal ha apuntado que le parece «curioso» que el exgerente de CDC y ahora diputado de la coalición de ERC y CDC al 27-s catalán de 2015, Juntos Por El Sí (JxS), Germà Gordó, se reuniera con los exresponsables del Palacio de la Música en 2005 en el Hotel Diplomatic de Barcelona, cuando el partido estaba aún sin tesorero tras la muerte de Carles Torrent.

Según el fiscal, esa reunión tuvo lugar un mes después de la muerte de Carles Torrent, que hasta entonces cree que se había encargado de cobrar las presuntas comisiones de la constructora Ferrovial y negociar el montante de las mismas, por lo que tras su fallecimiento «hubo un impasse en las finanzas del partido», hasta que fue nombrado tesorero Daniel Osàcar.

El fiscal ha calificado de «curioso» que mientras hubo ese «impasse» acudiera a la reunión con Millet el propio Gordó, «que en aquel momento era responsable organizativo del partido», acompañado de los «buenos oficios» del histórico exdiputado convergente Jaume Camps.

Emilio Sánchez Ulled ha reconocido que no ha acusado a los responsables de adjudicar las obras sospechosas a la constructora Ferrovial por «razones de prudencia», dado que no estaba «en condiciones de afirmar que fueran arbitrarias», aunque en su opinión sí que fueron «teledirigidas y retribuidas con dinero» a través de comisiones ilícitas.

«Es un planteamiento técnico que gustará más o menos, pero es el que sostengo», ha añadido el fiscal, que ha reconocido que en apariencia las adjudicaciones a Ferrovial no eran arbitrarias, como tampoco lo habría sido concederlas a otras grandes constructoras que también competían y cuyas diferencias eran «mínimas».

«Pero que no sea arbitrario no quiere decir que responda al interés público y a la libre concurrencia», ha añadido Sánchez Ulled, que cree que precisamente porque «tan razonable» era dar la adjudicación a uno o a otro se le acabó concediendo «al que nos engrasa».

El fiscal ha aprovechado sus informes pada lanzar un dardo a Daniel Osàcar por afirmar, en su declaración ante el tribunal, que los 630.000 euros que la fundación Trias Fargas, afín a CDC, recibió del Palacio de la Música mediante convenios anuales de subvención perseguían fomentar la cultura catalana para que en las fiestas mayores «no pusieran sólo música andaluza» y que así no se «olvidaran» las sardanas, las corales y los «esbarts dansaires» (grupos de bailes catalanes tradicionales).

La afirmación de Osàcar le ha parecido al fiscal «insultante» y «un reflejo de un mecanismo étnico-mental muy particular».

«Me parece propio de una película…, en fin», ha apuntado, sin terminar la frase.