Agencias – El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu considera que existen «indicios sólidos» en la participación en los atentados terroristas de Cataluña de los dos islamistas detenidos que se encuentran en prisión y que, de confirmarse su autoría en los hechos, podrían enfrentarse a la pena de prisión permanente revisable. Madrid (España), viernes 1 de septiembre de 2017. Fotografía: MADRID (ESPAÑA), 01.09.2017. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Efe.
Lo manifiesta en un auto en el que desestima los recursos de Mohammed Houli Chemlal, el único superviviente a la explosión de Alcanar (Tarragona), y Driss Oukabir, hermano de uno de los abatidos en Cambrils (Tarragona), y ratifica la prisión para ellos, en consonancia con el criterio de la Fiscalía, según han informado fuentes de la Audiencia Nacional.
En dicho auto también señala Andreu el que sería «el núcleo más duro» del grupo, Mohamed Hichamy, otro de los abatidos en Cambrils, y Younes Abouyaakoub, autor del atropello mortal en Las Ramblas de Barcelona.
Cree el juez que hay fuertes indicios de la activa participación de los dos detenidos en los atentados, unos hechos que podrían ser constitutivos de 16 delitos de asesinato terrorista, más de 100 de lesiones de carácter terrorista, de un delito de estragos, uno de tenencia y depósito de explosivos y otro de pertenencia o integración en organización terrorista.
En relación con Oukabir, de 28 años y origen marroquí, Andreu considera que tuvo una participación activa como cooperador necesario para cometer los atentados.
Hay datos objetivos, según el magistrado, para concluir que Oukabir era consciente de la radicalización yihadista sufrida por su hermano menor, Moussa, abatido en Cambrils, que habría sufrido una radicalización, reflejada tanto en su forma de vestir y de peinarse como en sus hábitos religiosos.
Oukabir reconoció ante el juez que su hermano había incrementado sus rezos, le recriminaba que no fuera solo con musulmanes y pretendía ocultar su radicalización a posibles investigadores policiales, evitando asistir al primer rezo del día, ante las sospechas de que la Policía controlaba esa primera oración.
Y también afirmó que su hermano le había comentado que los musulmanes tenían que hacer la yihad, «que implica guerra».
Oukabir fue quien alquiló la furgoneta utilizada para cometer el atentado mortal en las Ramblas de Barcelona, si bien en su declaración ante el juez manifestó que creía que era para hacer una mudanza.
Sin embargo, Andreu cree que Oukabir no ha logrado explicar dónde se iba a producir la citada mudanza, para la que se desplazó unos 100 kilómetros para efectuar el alquiler, acompañado de Hichamy y Abouyaakoub, a quienes describe como «el núcleo más duro» de la célula.
Y señala las contradicciones y diferentes versiones ofrecidas por el detenido, que inicialmente manifestó que su hermano le había robado su documentación para alquilar el vehículo pero luego cambió la versión y dijo que la alquiló para hacer un favor a los amigos de su hermano.
En relación con Houli Chemlal, de 21 años y detenido en el hospital la noche de los atentados donde se encontraba por las heridas que le provocó la explosión del chalé de Alcanar, Andreu tiene en cuenta su declaración judicial, en la que reconoció su integración en el grupo terrorista con el objetivo de preparar artefactos explosivos con los que realizar los atentados.
Es por todo ello que, según el juez, concurren todos los requisitos para mantener en prisión a los dos detenidos por delitos que podrían conllevar la máxima pena prevista en el Código Penal, la prisión permanente revisable.
