Junqueras a la juez: «Creo en Dios», no soy violento y no queríamos matar a nadie en Cataluña

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Agencias – El preso rebelde sedicioso exvicepresidente de la Generalidad de Cataluña, Oriol Junqueras Vies (ERC), aseguró a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela que «nunca había participado ni promovido actos violentos en el proceso independentista, dado que es «creyente» y eso va «en contra» de sus principios», informa Efe. Madrid (España), viernes 17 de noviembre de 2017. Fotografía: el preso golpista líder de ERC, Oriol Junqueras Vies, en rueda de prensa en la sede de ERC en Barcelona. Archivo Lasvocesdelpueblo.

Según consta en las actas de las declaraciones del pasado 2 de noviembre del Gobierno catalán cesado ante la juez Lamela, a las que ha tenido acceso Efe, los exconsejeros -con la excepción de Santi Vila- se negaron a contestar a la Fiscalía, aduciendo que habían carecido de tiempo para preparar su estrategia de defensa, y a preguntas de su defensa negaron haber «propiciado actos de violencia».

Concretamente, el golpista exvicepresidente y exconsejero de Economía se desvinculó de la «preparación o promoción de actos violentos», alegando que ello «va en contra sus creencias», y se remitió a las certificaciones de la Administración General del Estado para demostrar que todos los gastos del Gobierno catalán cesado habían «cumplido los preceptos legales».

En la misma línea declaró Carles Mundó, exconseller de Justicia, que aseguró que «personalmente» rechaza cualquier acto violento, «dadas sus convicciones y su forma de entender la política», y, a preguntas de su abogado, insistió en que mientras dirigió el Departamento nunca participó en ninguna «manifestación pública ante instituciones», agrega el acta judicial de su declaración.

Mundó también subrayó ante la magistrada que nunca había apoyado ninguna movilización «para impedir la realización de cualquier tipo de acto de las autoridades», una declaración en la línea de la que prestó el exconsejero de Interior Joaquim Forn, quien negó que hubiera dado «consignas» a los Mossos d’Esquadra para «que no cumplieran los mandatos judiciales».

Por su parte, el exconsejero de Empresa Santi Vila, que dimitió la víspera de que el Parlamento de Cataluña votara la declaración de independencia y al que la juez dejó en libertad bajo fianza, fue el único que aceptó responder a todas las partes, incluida a la Fiscalía y la propia Carmen Lamela.

A preguntas de la magistrada, Vila aseguró no saber de dónde «provenían» los fondos para el proceso independentista e insistió en que él había dado «orden expresa» de que no se invirtiera «ni un solo euro» del Departamento de Cultura -que dirigió hasta el pasado mes de julio- en el referéndum ilegal.

El exconsejero de Empresa afirmó que cree que tampoco se utilizaron fondos del resto de consejería para el proceso separatista, «porque así lo acordaron», y reveló que su «intuición es que las urnas y demás se compraron con donativos», aunque es incapaz de concretarlo porque no participó en ninguna reunión en que se tratara el tema de la financiación del referéndum ilegal.

Vila explicó a la juez que nunca había llevado a cabo «ningún acto de apoyo a la celebración del referéndum» y que ha defendido «públicamente» que la consulta del 1-O «era un instrumento de movilización ciudadana», ya que su propósito era que el proceso se llevara a cabo «en el marco legal».

Según Santi Vila, antes de dimitir estuvo negociando con «diversos líderes de partidos políticos, siempre en el marco de la Constitución», unos contactos de los que, asegura, informó en todo momento al fugitivo expresidente de la Generalidad, Carles Puigdemont.

El exconsejero relató que había abandonado el Gobierno catalán «por la incapacidad de convencer a unas bases que ya tenían unas líneas muy marcadas y que no podían convencerles de disolver el Parlamento de Cataluña y convocar elecciones».