La eurozona sortea el abismo de la salida griega del euro con acuerdo unánime

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El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker (izq); el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (c), y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem (dcha),
EFE – Los líderes de la eurozona sortearon el abismo de la salida de Grecia del euro y de que ello arrastrara al resto de la eurozona a un terreno desconocido con un acuerdo unánime, alcanzado tras unas maratonianas y difíciles negociaciones, en las que se han impuesto a Atenas condiciones draconianas. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anunció que los líderes de la eurozona alcanzaron «un acuerdo unánime» para iniciar las negociaciones para el tercer rescate en favor de Grecia, de manera que están «preparados para empezar la negociaciones de llevar un programa al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), lo que en otras palabras significa continuar el apoyo a Grecia». Grecia asume parte de las exigencias pero rechaza otras como la permanencia del FMI; el ministro de Trabajo griego afirma que habrá elecciones anticipadas este año y el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirma está «listo para trabajar con las autoridades griegas» tras el acuerdo<Fotografía: El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker (izq); el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (c), y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem (dcha), dan una rueda de prensa tras finalizar la cumbre de líderes de la eurozona sobre la crisis en Grecia,en la sede del Consejo Europeo, en Bruselas (Bélgica), hoy 13 de julio de 2015. Foto/Efe>. 

Ello conlleva la autorización inmediata por parte de varios parlamentos de los diecinueve, entre ellos el de Atenas, en donde el primer ministro, Alexis Tsipras, se va a encontrar con grandes dificultades, ya que el pacto alcanzado supera lo rechazado hace una semana en el referéndum. Tsipras afirmó que su Gobierno dio una «batalla dura» durante seis meses, «luchó hasta el final en favor de un acuerdo que permitirá al país recuperarse» y admitió que tuvo que «afrontar dilemas y hacer concesiones difíciles para evitar la aplicación de los planes de algunos círculos ultraconservadores europeos».

«Conseguimos ganar la reestructuración de la deuda y una financiación segura a medio plazo», subrayó el líder izquierdista, que ha tenido que comprometerse a aceptar nuevamente la tutela de las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional). El Parlamento griego deberá adoptar antes del miércoles una serie de medidas prioritarias relacionadas, entre otras cosas, con el sistema de pensiones, la fiscalidad y la oficina de estadística, para poder dar los parlamentos nacionales el mandato para votar.

El acuerdo supone la entrada en vigor inmediata de reformas de calado para el país, y en definitiva someterse a una tutela de las instituciones que supera con creces la de los dos anteriores programas de rescate. Se ha acordado, además, que el FMI esté presente en el futuro rescate a Grecia y que se pondrá en marcha un fondo fiduciario a través del cual se privatizarán activos públicos helenos, que estará finalmente en Atenas, y en que el 50 % de sus ingresos se utilizaran para recapitalizar la banca, y del otro porcentaje restante, por partes iguales se destinará a estimular inversiones y pagar la deuda.

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, destacó que alcanzar el acuerdo «ha sido laborioso y ha llevado tiempo, pero lo hemos conseguido. La CE dijo desde el principio que no aceptaríamos un ‘grexit’ y no lo habrá, así que en cuanto al fondo y a la forma estamos contentos del resultado». Se congratuló también de que el Consejo haya aceptado dar luz verde al programa de inversiones de 35.000 millones de euros en fondos estructurales hasta 2020.

Por su parte, el presidente del Eurogrupo y titular holandés de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, subrayó que todos los países van a trabajar para reconstruir la confianza pérdida. «Después de 17 horas en la cumbre y de otras 14 en el Eurogrupo, restablecer la confianza fue un asunto central. Hemos logrado un acuerdo con un esfuerzo extra de las dos partes para que Grecia vuelva al camino» del crecimiento, dijo Disselbloem, que consideró que «se ha reconstruido el proceso de confianza entre todos».

«Europa ha decidido una hoja de ruta. Ahora todo depende de su implementación», dijo el primer ministro estonio, Taavi Roivas. Estas maratonianas negociaciones, precedidas por otras del mismo tipo por parte de los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, han supuesto también un choque de posiciones del eje franco-alemán, ya que se ha evidenciado sus diferentes concepciones del proyecto europeo.

La canciller de Alemania, Angela Merkel, que presionó a Atenas más allá de lo que se podía esperar, aseguró que este acuerdo tiene más ventajas que inconvenientes y que las exigencias a Grecia van en línea con las que se exigieron a España o Portugal a cambio de sus programas de ayuda. «Está en línea con los programas que hemos acordado con otros países. Enda Keny, Passos Coelho y Mariano Rajoy han hablado mucho de sus programas y de que éste no era nada especial, con excepción de las cantidades que implica», añadió.

Merkel aseguró que ahora se dan las precondiciones para poder recomendar que el Bundestag apruebe retomar las negociaciones para un programa concreto del MEDE para Grecia, puesto que el acuerdo incluye de un lado «solidaridad» de los Estados miembros y por otro la «voluntad para llevar a cabo reformas» de Atenas, y ha permitido empezar a recuperar la confianza perdida en las pasadas semanas.

Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, -que a su llegada aseguró que haría «todo lo posible» por irse de Bruselas con un acuerdo-, consideró que con este pacto «la soberanía griega se ha preservado». A su juicio Francia ha sabido pensar en Europa y no solo en sus intereses nacionales, por lo que destacó que «si la eurozona solo hubiera escuchado una voz (la del bloque más duro con Atenas y liderado por Berlín), igual habría acabado con la salida de Grecia del euro». «El objetivo era alcanzar un acuerdo que permitiera a Grecia quedarse en la eurozona», señaló Hollande, que agregó que «ha habido acuerdo. Grecia se queda en el euro. Europa ha ganado», apuntó.

El ministro de Trabajo griego afirma que habrá elecciones anticipadas este año

 El ministro de Trabajo griego, Panos Skurletis, anunció hoy que habrá elecciones anticipadas este año y que hasta entonces o bien habrá un Gobierno de amplia coalición o bien se buscarán apoyos puntuales de la oposición para poder aplicar las reformas acordadas con la eurozona. «En este momento hay un problema con la mayoría gubernamental», señaló Skurletis en declaraciones a la televisión pública, en alusión a las disidencias internas que ha provocado la negociación con los socios.

El ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, tan solo había obtenido el sábado un mandato parlamentario para negociar gracias a un fuerte apoyo de los partidos de la oposición, pues entre las filas de Syriza hubo 17 diputados que o bien se abstuvieron (8), se ausentaron (7) o incluso votaron en contra (2), lo que impidió al Gobierno obtener la mayoría propia.

Entre las abstenciones figuraron el ministro de Energía y portavoz de la plataforma radical de Syriza, Panayotis Lafazanis, y el ministro adjunto de Seguridad Social, Dimitris Stratulis. Se espera que estos dos ministros tengan que dimitir en breve, pues no respaldaron plenamente al Gobierno. «No puedo culpar a quien se vea incapaz de decir ‘sí’ a este acuerdo», afirmó Skurletis, antes de invitar a dimitir a los dos diputados que rechazaron la propuesta. «No estamos intentando que parezca mejor de lo que es, y lo decimos claramente: este acuerdo no nos representa», añadió Skurletis.

Por su parte, el portavoz parlamentario de Syriza, Nikos Filis, abogó por que las medidas sean aprobadas con el apoyo de los diputados del partido de Gobierno, ya que lo consideró la manera más justa de legislar. Ambos se pronunciaron minutos antes de que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anunciara que los líderes de la eurozona han alcanzado «un acuerdo unánime» para iniciar las negociaciones para el tercer rescate a Grecia, tras unas negociaciones de casi 17 horas.

Durante las negociaciones, Alemania y su canciller Angela Merkel, al igual que otros países afines a la ortodoxia económica, intensificaron la presión para que Grecia aceptase unas propuestas que van más allá de las que el pueblo heleno rechazó en el referéndum del pasado domingo. Atenas ha aceptado algunas de las medidas que antes rechazaba, incluyendo la reforma de las pensiones y la liberalización del mercado laboral, que deberán legislar hasta el miércoles.

Grecia asume parte de las exigencias pero rechaza otras como la permanencia del FMI

El Gobierno griego ha asumido que tendrá que aceptar buena parte de las duras medidas puestas sobre la mesa por sus socios de la eurozona como condición para lograr un tercer rescate, pero también rechaza cuestiones clave como la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI). «Hay varias cuestiones sobre la mesa de gran importancia. Creemos que al final se trata de intentar llegar a compromisos, de voluntad política», dijeron fuentes del Ejecutivo heleno en Bruselas.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha defendido ante sus homólogos durante la cumbre del euro que flexibilicen la posición pactada en el encuentro de ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, un documento muy detallado en el que varias cuestiones permanecen aún abiertas. Sin embargo, sí que se han consensuado unos «requisitos mínimos para iniciar las negociaciones con las autoridades griegas», que deben ser aprobados antes del miércoles, para que la eurozona dé su visto bueno al inicio de las negociaciones hacia un tercer rescate para Grecia.

Tsipras ha trasladado a sus socios la urgencia de que se tome hoy una decisión firme, que sirva de base al Banco Central Europeo (BCE) para aumentar mañana las líneas de liquidez de emergencia de las que se alimentan los bancos griegos. Atenas recalca que, tras dos semanas de corralito bancario, la situación del sector es muy precaria y la necesidad de aumentar su liquidez, real.

Apuntan a unas «reformas ambiciosas de las pensiones» para asegurar su sostenibilidad, a ajustes en el IVA, un ambicioso plan de privatizaciones y una revisión de la legislación laboral en cuestiones tan delicadas como los despidos colectivos. Para el Gobierno de Grecia, los principales puntos de  desacuerdo son la participación del FMI en un futuro programa, que los socios estiman que podría necesitar entre 82.000 y 86.000 millones de euros. Otro «gran problema» para Atenas es la propuesta alemana de crear un fondo fiduciario con activos públicos helenos por valor de unos 50.000 millones de euros, con el objetivo de privatizarlos a lo largo del tiempo y que se reduzca con ellos la deuda.

La referencia a la creación de este fondo se encuentra entre corchetes, es decir, abierta a discusión y no consensuada, y como alternativa se plantea la creación de una autoridad «independiente» que surpervise y analice los precios de los activos del plan de privatizaciones que los socios exigen a Atenas, para asegurarse de que se ejecuta tras años de retrasos. El Gobierno liderado por Tsipras considera esa cifra desorbitada, dada la situación de la economía griega, que prácticamente no ha salido de la recesión desde 2007.

Atenas también insiste en la necesidad de que se mantenga la posibilidad de aplicar una quita a su deuda, punto que el documento del Eurogrupo es claro en su rechazo. Grecia tampoco está dispuesta a optar por salir de la eurozona para acceder a una reestructuración de su deuda, tal y como también sugiere el documento en otro de los apartados que no han sido aún consensuados. Las fuentes gubernamentales también rechazaron que existan contactos entre los partidos de cara a un cambio en la coalición gobernante, ante las tensiones que las propuestas puestas sobre la mesa por los socios europeos han creado en el seno de Syriza.

El FMI está «listo para trabajar con las autoridades griegas» tras el acuerdo

El Fondo Monetario Internacional (FMI) se declaró «listo para trabajar con las autoridades griegas» tras el acuerdo alcanzado hoy entre Grecia y sus socios y acreedores. «El FMI se mantiene listo para trabajar con las autoridades griegas y los socios europeos para ayudar a hacer avanzar este importante esfuerzo», aseguró en una breve declaración el portavoz del Fondo, Gerry Rice.