Pablo Iglesias ya ve el fracaso de la marca podemita, un Podemos convertido en 3 partidos

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El líder de Podemos, Pablo Iglesias, momentos antes de la rueda de prensa ofrecida ayer, jueves 22 de diciembre de 2016. Efe

Efe – Iglesias avisa de que Podemos fracasará si se convierte en tres partidos. «Si salimos así de Vistalegre, convertidos en una confederación de corrientes, habremos fracasado, y entonces seremos como el PSOE». Madrid (España), viernes 23 de diciembre de 2016. Fotografía: El líder de Podemos, Pablo Iglesias, momentos antes de la rueda de prensa ofrecida ayer, jueves 22 de diciembre de 2016. Efe

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha alertado hoy de que si tras su congreso de Vistalegre el partido acaba convirtiéndose en una federación de partidos conformada por sus tres principales corrientes habrá «fracasado» y además acabaría pareciéndose mucho al PSOE.

«Si salimos así de Vistalegre, convertidos en una confederación de corrientes, habremos fracasado, y entonces seremos como el PSOE», ha advertido Iglesias en declaraciones a La Sexta, donde ha rechazado concebir la formación morada como una «tarta» en la que se repartan los liberados, el poder interno, el dinero o los tiempos de televisión.

Un día después de conocerse el ajustado resultado de la consulta sobre el sistema de votación para Vistalegre II, en la que su propuesta venció por la mínima a la de Íñigo Errejón, ha reconocido que la imagen de división que ha dado Podemos en las últimas semanas ha sido «mala», e incluso «la peor imagen de su historia» y ha hecho «muchísimo daño» a la formación.

El secretario general del partido ha reiterado su disposición a llegar a un acuerdo integrador con los «errejonistas» y Anticapitalistas de Miguel Urbán de cara a Vistalegre II pero, en el caso de no conseguirlo, y si finalmente él gana en la Asamblea Ciudadana, se ha comprometido a «tenderles la mano» para que formen parte de un proyecto que haría el partido «más fuerte».

Iglesias ha abogado por conformar un Podemos «más coral», después de admitir que en el modelo que surgió de su primera asamblea toda la dirección tenía «demasiado poder».

Eso sí, al mismo tiempo ha dejado claro que alguien que está en minoría en el partido no puede ser su secretario general y él, desde luego, ha remarcado, se niega a ser «un secretario general florero»; en caso de que perdiera la asamblea de febrero, ha anunciado que apoyará a quien gane pero «no cualquier idea».