PSOE: La Derecha «revolucionaria» debe paga de «sus bolsillos las urnas» de su «follón» de 1-O

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El nuevo portavoz federal del PSOE, Óscar Puente, este lunes 26 d ejunio de 2017, en rueda de prensa. Efe

Agencias – El PSOE no se sabe cómo se han pagado a Cataluña las urnas para el referéndum del uno de octubre (1-O). últimamente los dirigentes de Derechas están «muy revolucionarios», en referencia al presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, y también a la secretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy. El PSOE recuerda que «ser revolucionario siempre ha tenido un coste» y avisa: «No se puede ser revolucionario a medias, montar el follón y que pague otro». Valladolid (España), lunes 14 de agosto de 2017. Fotografía: El nuevo portavoz federal del PSOE, Óscar Puente, este lunes 26 de junio de 2017, en rueda de prensa. Efe

El portavoz del PSOE y alcalde de Valladolid, Óscar Puente, considera que los gastos en que están incurriendo los dirigentes catalanes de cara a la convocatoria del referéndum separatista de uno de octubre en Cataluña, como la compra de urnas, deberían salir de su bolsillo y no del presupuesto público.

En este sentido apunta que no sólo en el caso de Cataluña debería haber una responsabilidad patrimonial de los dirigentes, sino que debería aplicarse también en las actuaciones ilícitas e incluso delictivas que se llevan a cabo en otros lugares de España.

Así recoge la agencia ‘Europa Press’ este lunes, 14 de agosto de 2017.

El dirigente socialista explica que no se sabe cómo se han pagado las urnas para el referéndum anunciado por el gobierno para el próximo 1 de octubre: «Quizás las han pagado de su bolsillo, no tenemos constancia de que haya habido una convocatoria pública, ni ningún concurso público de adjudicación de urnas». «Quizás han hecho una colecta», ironizó al respecto.

Sin embargo, al ser preguntado por si Carles Puigdemont y los dirigentes de la Generalidad deberían abonar el coste de su bolsillo en caso de haberlas pagado con dinero público, exclama: «Evidentemente, la ley les impide afrontar este gasto».

En este sentido, señala que últimamente los dirigentes de Derechas están «muy revolucionarios», en referencia al presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, y también a la secretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, pero recuerda que «ser revolucionario siempre ha tenido un coste» y avisa: «No se puede ser revolucionario a medias, montar el follón y que pague otro».

Así, insiste en que los que quieran ser «revolucionarios» deberán asumir las consecuencias de sus actos.

En la misma línea, se muestra a favor de que el Tribunal de Cuentas reclame al ex presidente de la Generalidad Artur Mas y los convocantes de la consulta del 9-N los gastos en que incurrieron: «Si lo hace, es porque tiene instrumentos legales para poder hacerlo». «¿Por qué no apoyar la aplicación de la ley?», Se preguntó.

El portavoz socialista considera, sin embargo, que la responsabilidad patrimonial frente a las decisiones que toman los cargos públicos no debería afectar sólo los dirigentes catalanes, sino muchos otros cargos públicos que llevan a cabo «actuaciones ilícitas e incluso delictivas» y que «no se saldan con responsabilidad económica directa».

En su opinión, el ciudadano debe ver que cuando se comete una actuación de estas características «no sale gratis» y, además de ser sancionado con la permanencia en el cargo, la sanción debe repercutir en el «patrimonio» del dirigente político. «No se puede jugar con el patrimonio de todos en beneficio personal», recalca.

Óscar Puente deja claro que la separación de Cataluña con respecto al resto de España «no es una solución» y el «sorprende» que no se aprenda de las experiencias del entorno, como el Brexit, del que asegura que está siendo un «fracaso absoluto para los británicos».

En este sentido, explica que hay muchos fondos británicos que están yendo a España para invertir porque «la devaluación de la libra conlleva una pérdida del 30% de las inversiones que tienen en Gran Bretaña» y desvela que en las últimas tres semanas ha recibido como alcalde de Valladolid dos fondos británicos interesados ​​en invertir en su ciudad.

Cree que en Cataluña deberían aprender de esta experiencia y descarta que la separación de Cataluña sea una solución para que, entre otras cosas, pasarían «tener un mercado de 300 o 400 millones de personas en uno de 6 millones». «Pero en qué cabeza cabe que esto pueda ser una solución para una país», exclama.

«Simulacro» sin validez

Óscar Puente cree que la situación que vive Cataluña «no conduce a ninguna parte» y que «los separatistas lo saben».

Dice desconocer lo que pasará el próximo 1 de octubre para que el gobierno de la Generalidad está «jugando al despiste» y porque tampoco se sabe cuál será la respuesta del Gobierno central ni el alcance que tendrá.

En cualquier caso, afirma que en caso de que «finalmente acabara habiendo algo» -en referencia al referéndum- sería un «simulacro» que no tendría «ninguna validez», ni conduciría a «ninguna parte».

De hecho, está convencido de que los problemas que tiene Cataluña no dependen de su separación con respecto al resto de España y que los problemas de España no tienen nada que ver con la situación catalana.

Eso sí, considera que las cuestiones sobre las que se está discutiendo son una «cortina de humo» que tapan los problemas reales que tiene este país, por lo que instó a buscar una solución a través del diálogo.

Dicho esto, critica que la «única opción» que plantea el PP sea parar el golpe contra la Constitución.

A su entender, debería trabajar en un «doble plano»: intentar evitar los incumplimientos de la legalidad y al mismo tiempo tener una «actitud política más activa en la búsqueda de encuentro y diálogo».

Y lamenta el reciente anuncio de Mariano Rajoy que «hablará de todo» con la Generalidad a partir del 2 de octubre.

Para el dirigente socialista, lo que hay que hacer es «convencer, persuadir y, al mismo tiempo, encontrar un marco de entendimiento en el que estos que quieren independizarse o algunos que están dudando y que estarían dispuestos a permanecer en España en un marco diferente de relaciones, puedan hacerlo».