Lasvocesdelpueblo y Agencias – El presidente autonómico y ex alcalde de Gerona, Carles Puigdemont, envió este miércoles, 24 de mayo de 2017, al presidente de Gobierno de la Nación, Mariano Rajoy, una carta inédita llena de advertencias, un ultimátum de un ex alcalde y diputado regional a todo un país, en la que le urge a sentarse a dialogar para acabar con España desde la región catalana. «No hará falta insistir», recalca Puigdemont, convencido de que «una negativa clara o una ausencia de respuesta en un tiempo prudencial sería un mensaje claro de que no hay voluntad de sentarse a hablar». Barcelona (España), jueves 25 de mayo de 2017. Fotografía: Captura pantalla entrevista de Puigdemont con la cadena separatista 8Tv anoche, 24 de mayo de 2017, tras su ultimátum por carta al presidente de Gobierno de España, Mariano Rajoy Brey. El presidente catalán, Puigdemont (i) durante una entrevista, 24.05.2017, con Josep Cunill (8TV). Lasvocesdelpueblo
Vídeo declaraciones del presidente separatista anoche, 24/05/2017 a la televisión separatista 8Tv
Carles Puigdemont ha avanzado este miércoles 24 de mayo de 2017 que dará por enterrada la vía pactada si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se niega ahora a aceptar su invitación a dialogar para acordar un referéndum ilegal separatista en Cataluña.
Después de que haya enviado este mismo miércoles a Rajoy una carta en la que le urge a sentarse a dialogar desde la «máxima voluntad de buscar una solución política pactada y acordada que dé respuesta a la demanda de la ciudadanía de Cataluña de poder decidir su futuro», Puigdemont ha afirmado en declaraciones a 8TV que si la respuesta del jefe del Gobierno es un «no», será «una gran decepción».
Ante tal escenario, según el presidente de Cataluña, la política catalana deberá hacer «una reflexión colectiva»: «Esta petición que hacemos es la última» para pactar un referéndum con el Estado, ha advertido.
«Si al final es que no, creo que sería de insensibles volver a insistir en un camino que incluso alguien piensa que ya lo habíamos recorrido antes, pero que yo entendía que había que recorrer ahora en este tramo final».
» No hará falta insistir», ha recalcado Puigdemont, convencido de que «una negativa clara o una ausencia de respuesta en un tiempo prudencial sería un mensaje claro de que no hay voluntad de sentarse a hablar».
Ha evitado poner un plazo máximo para esperar una respuesta, aunque ha dado a entender que no puede ir más allá de un mes.
Si finalmente no es posible pactar un referéndum con el Estado, ha advertido de que no se podrá exigir que la consulta que organice el Gobierno catalán cumpla las «reglas de juego» que marca la Comisión de Venecia, ya que están pensadas para casos en los que sí hay acuerdo.
Puigdemont ha retado a Rajoy a plantear su propio «proyecto para Cataluña», aunque ha considerado «evidente» que no lo tiene, y ha denunciado el «abuso» que suponen los «desmesurados» calificativos que ha recibido tras su conferencia en Madrid para pedir pactar un referéndum ilegal.
«Parece que hayamos entrado en el Congreso con tricornio y metralleta», ha ironizado Puigdemont, que ha destacado que los falangistas que se concentraron a las puertas del Ayuntamiento de Madrid para increparlo «no eran precisamente demócratas preocupados por un golpe de Estado».
Sobre la moción de censura impulsada por Podemos contra Rajoy, ha dado por hecho el «apoyo» de su partido, Convergencia -PDeCAT-, si el Gobierno alternativo que se plantea se compromete a permitir un referéndum ilegal.
La histórica victoria del nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez
En cuanto a la victoria de Pedro Sánchez en las primarias para escoger al nuevo secretario general del PSOE, se ha mostrado escéptico con respecto a las «propuestas que son capaces de hacer» en relación con Cataluña los socialistas, a quienes ha acusado de practicar el «procesismo» con su propuesta federalista.
También se ha referido a la reunión que ha mantenido esta tarde con el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, a quien ha dicho que es un «error» judicializar el proceso catalán, aunque según Puigdemont «no ha sido una conversación de reproches» sino que cada uno ha expuesto su parecer sin «sorpresas».
