Rajoy reconoce la existencia de «reuniones» secretas con separatistas antes el 9N dejando entre dicho la querella de la Fiscalía

0
985

Lasvocesdelpueblo y rtve – El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha reconocido la existencia de «reuniones» secretas con separatistas catalanes entre el presidente del ‘Pacto Nacional Por el Derecho a Decidir’ separatista, Joan Rigol Roig, y el gurú del Partido Popular, Pedro Arriola Río, «en representación de mí mismo» dejando entre dicho la querella de la Fiscalía contra el presidente Artur Mas, que sorprendentemente anunciaba ayer la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, en Tele5; de cara a la galería. Barcelona (España) 12 de noviembre de 2014.

Esta mañana, el presidente del gobierno ha dejado en papeles mojado la querella que pretende presentar la Fiscalía contra Artur Mas. «Desconozco absolutamente hacer el Fiscal, no lo sé. He leído en los medios de comunicaciones lo mismo que han leído ustedes. El fiscal tiene unas competencias, que son las que dice el artículo 124 de la Constitución, el fiscal actúa con autonomía y que yo no soy nadie para decirle lo que debe hacer, ni nadie es nadie para decirle lo que no tiene que hacer»

Es Mas el presidente del gobierno del PP ha reconocido la existencia de una reunión secreta donde hubo un pacto secreto en la víspera del referéndum ilegal separatistas del pasado domingo 9 de noviembre.

«Efectivamente, esas reuniones se celebraron a iniciativa del señor Joan Rigol, como él mismo lo ha afirmado. Es evidente que cuando siempre alguien invita alguien para hablar… pues, no es malo hablar; por eso se celebraron esas reuniones en las que participaban las dos personas, en representación del Partido Socialista y de mí mismo. Estas conversaciones, al final no pudieron evitar que se celebrara un acto que sus propios promotores consideraban que era ilegal. Yo creo que hablar es bueno». Ha reconocido el presidente del gobierno del PP, Mariano Rajoy Brey.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha calificado este miércoles de «profundo fracaso del proyecto independentista» la consulta simbólica del 9N en Cataluña porque «dos de cada tres» ciudadanos decidieron quedarse en casa y ha descartado la celebración de un nuevo referéndum como pide el presidente de la Generalitat, Artur Mas, al que le ofrecido dialogar excepto de la «unidad de España y la soberanía nacional».

Rajoy ha defendido, además, la actuación «proporcionada» del Ejecutivo el pasado domingo -para evitar otro «tipo de fotografías que hubieran querido los organizadores», como la imagen de la retirada de las urnas- ante las críticas recibidas desde sectores del propio Partido Popular y otros partidos como UPyD, que vieron con estupefacción como finalmente se votó, a pesar de que el Gobierno dijo que no habría referéndum.

Mariano Rajoy ha comparecido por primera vez en la Moncloa tres días después de que más de 2,3 millones de catalanes salieran a la calle para participar en una consulta y el 81% de ellos se pronunciara a favor de la independencia. El domingo el encargado de trasladar la postura del Ejecutivo fue el ministro de Justicia, Rafael Catalá, lo que se interpretó como un intento de rebajar el tono de la jornada.

Como Catalá, Rajoy ha subrayado que lo que se celebró el domingo no fue un referéndum, sino un «simulacro electoral» sin censo, sin interventores y organizado por las «personas que querían ganarlo», que se convirtieron en «juez y parte». Fue, según Rajoy, un «acto de propaganda política» que se llevó a cabo contraviniendo las decisiones del Tribunal Constitucional, que suspendió por dos veces la consulta.

«Profundo fracaso del proyecto independentista»

Rajoy ha insistido en que a pesar de ser un «simulacro» y no un referéndum con valor jurídico es «ilegal» porque la Generalitat ha contravenido las disposiciones del Constitucional. Sin embargo, ha señalado que no corresponde al Gobierno hablar de las consecuencias judiciales que ello pueda tener, en un intento de desvincularse de las decisiones que pueda tomar la Fiscalía ante las críticas del Govern, que acusa al PP de presionar al Ministerio Público.

«No sé si se va a querellar, contra quién y por qué delitos», ha señalado Rajoy después de que este martes la presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, diera por hecho que la Fiscalía iba a actuar contra Artur Mas y sus consejeros por «incumplir la ley».

El jefe del Ejecutivo central ha señalado que la consulta del 9N fue un «profundo fracaso del proyecto independentista» porque la «gran mayoría de los catalanes» -dos de cada tres- no acudieron a votar, lo que demuestra en su opinión la «debilidad» de los independentistas.

El presidente del Gobierno ha afirmado que se ha constatado «otra vez una verdad ya conocida, que hay muchos más catalanes que independentistas». Rajoy ha insistido en que «Cataluña es plural» y que Artur Mas «no puede llevar a cabo su objetivo sin crear una fractura en la sociedad catalana».

Rajoy descarta la celebración de «un referéndum definitivo». Sobre la petición de Artur Mas de abrir un diálogo para celebrar un «referéndum definitivo» con garantías democráticas y validez jurídica, Rajoy ha insistido en que no lo aceptará porque «lo que era ilegal hace un año sigue siéndolo hoy».

Rajoy descarta la celebración de un «referéndum definitivo» porque sigue siendo ilegal. Rajoy ha subrayado que él nunca se ha negado al diálogo ni con el presidente catalán ni con nadie, pero ha insistido en que el diálogo debe «enmarcarse siempre en los límites de la Constitución» y la obligación que tiene como presidente del Gobierno de respetar la ley.

El jefe del Ejecutivo ha insistido que la única vía que tiene Artur Mas es plantear la reforma de la Constitución, pero ha advertido de que se opondrá «a cualquier reforma constitucional que liquide la soberanía nacional». En este sentido, ha marcado sus límites: «No voy a negociar nunca sobre la unidad de España y la soberanía nacional».

El Gobierno defiende su actuación en el 9N. Ante las críticas que ha recibido el Gobierno por no evitar que se votara el domingo en Cataluña, Rajoy ha señalado que el Ejecutivo «actuó como lo tenía que hacer» y que haber tomado la decisión de ordenar quitar las urnas hubiera servido para «generar más tensión y generar más dificultades».

El presidente del Gobierno cree que el Ejecutivo se actuó con «proporcionalidad» y «mesura, evitando así «otro tipo de fotografías» que les hubiera gustado, en su opinión, a los organizadores de la consulta. En este sentido, ha señalado que los jueces de guardia que recibieron el domingo una veintena de denuncias sobre la celebración de la consulta, descartaron tomar medidas cautelares como la retirada de las urnas por ser desproporcionada. [fotos – Moncloa]