Separatista Carod Rovira: «Solo podrán levantar la mano patriotas del Frente Nacional de Cataluña»

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Redacción – Josep Lluís Carod Rovira: «La mayoría» de separatistas catalanes «de hoy no eran ayer y hay que serán mañana. Si empezamos a pedir según qué tipo de certificados, al final sólo podrán levantar la mano los patriotas del Frente Nacional de Cataluña, que ya estaban en 40…». Así de claro ha dicho el exvicepresidente del gobierno del Tripartito catalán y expresidente del partido separatista Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) de Oriol Junqueras este domingo 7 de junio 2015 exigiendo respeto para las decisiones «Ada Colau», aunque que no la votaría por «motivos diversos. Barcelona (España), 7 de junio de 2015. Fotografía: El expresidente socialista, José Rodríguez Zapatero (i) en un gesto cariñoso con el antiespañol de ERC Josep Lluís Carod Rovira, durante aquellas momento de la alta traición del PSOE en sus famosas maniobras con ERC y CDC de Artur Mas Gavarró con el Estatuto autonómico de Cataluña –modificado finalmente en la cámara española y rechazado por el Tribunal Constitucional (TC)–. Archivo Lasvocesdelpueblo.

Sobre todo, porque para un votante de izquierdas partidario de la independencia nacional, otras siglas no eran ambiguas sobre el futuro nacional deseable y, por tanto, no hacían el loco y se comprometían, sin el pretexto del carácter sólo municipal de los comicios .

El separatista Rovira discrepa «profundamente de la lista de pestes que se han dicho contra Barcelona en Común y la más que probable alcaldesa de la capital, Ada Colau, procedentes, sobre todo, del fondo de la nueva calle Independencia, según se entra al finalizar todo a la derecha. Y discrepo porque no sólo se han hecho afirmaciones que no son ciertas, sino porque, además, la beligerancia pretendidamente nacional contra Colau me parece de todo, salvo inteligente, y, a efectos prácticos, más bien antinacional, porque el independentismo no puede excluir a nadie».

Rovira considera que la formación de Artur Mas sufrió un gran golpe electoral, «Además, la nueva fuga de estudio de UDC con la increíble pregunta planteada a la militancia, sin ninguna referencia a la independencia, castiga enormemente CiU porque continúa sacándole credibilidad en este ámbito» concreta en su artículo que emite el diario ‘El Punt Avui’ con el título «Pedigrí».

«Pedigrí

En Barcelona, yo no habría votado Barcelona En Común, por motivos diversos. Sobre todo, porque para un votante de izquierdas partidario de la independencia nacional, otras siglas no eran ambiguas sobre el futuro nacional deseable y, por tanto, no hacían el loco y se comprometían, sin el pretexto del carácter sólo municipal de los comicios . Hablo de ERC y la CUP, que han hecho unos grandes resultados y no son pocos los municipios donde ambas formaciones, sumadas, superan con mucho CiU, como demostración del desplazamiento del catalanismo hacia el independentismo y de este fin a posiciones mayoritariamente de izquierdas o más progresistas que la federación nacionalista. zapatero-carod

Hablando claro, el 24 de mayo había sólo dos listas independentistas: ERC y la CUP. No se puede decir lo mismo de CiU, donde, a pesar de la posición favorable de CDC, no es ésta la de UDC y, por tanto, la candidatura de los dos partidos no podía presentarse como independentista porque no lo era. Además, la nueva fuga de estudio de UDC con la increíble pregunta planteada a la militancia, sin ninguna referencia a la independencia, castiga enormemente CiU porque continúa sacándole credibilidad en este ámbito.

Esto dicho, discrepo profundamente de la lista de pestes que se han dicho contra Barcelona en Común y la más que probable alcaldesa de la capital, Ada Colau, procedentes, sobre todo, del fondo de la nueva calle Independencia, según se entra al finalizar todo a la derecha. Y discrepo porque no sólo se han hecho afirmaciones que no son ciertas, sino porque, además, la beligerancia pretendidamente nacional contra Colau me parece de todo, salvo inteligente, y, a efectos prácticos, más bien antinacional, porque el independentismo no puede excluir a nadie. Algunas descalificaciones, además, rezuman unos tics etnicistas, clasistas y elitistas que no ayudan nada en la construcción del nuevo país que queremos hacer. Destilan cierto sentido patrimonial de la capital y su institución que me recuerdan afirmaciones ya sentidas otoño de 2003, en relación con otro cambio de mayoría política en otra institución, fundada en Cervera en 1359, hablando de intrusos y gente que había entrado a robar en casa…

Ada Colau, a quien no conozco, votó sí y sí el 9-N, la noche electoral, ya triunfadora, se comprometió con el derecho del pueblo catalán a decidir su futuro y lleva concejales independentistas en su lista, dado que hay Proceso Constituyente, aparte de ICV-EUiA, donde hay corrientes favorables también a la plena soberanía. Ahora sólo cabe esperar que, en el momento de la verdad, cumpla la palabra y no sitúe su grupo y el Ayuntamiento en contra de lo que los catalanes decidan y quieran.

Asegura, también, que no firmará hojas de ruta con CDC, lo que tampoco han hecho, por cierto, ni UDC, ni la CUP, ni ICV. Dicho esto, la mayoría social por la independencia sólo se conseguirá si es social, es decir, si hace gala sincera del bienestar, el progreso general y la igualdad de oportunidades: para todos, haya nacido donde haya nacido, lleve los apellidos que lleve, hable la lengua que hable, viva en el barrio o la ciudad donde viva, con trabajo o en el paro.

Los números cantan y el déficit social es, seguramente, lo que explica, en parte, los malos resultados de CiU en el área metropolitana. Pero una nación se construye desde todas las ideologías democráticas y todas nos son necesarias en este proyecto emancipador. Felizmente, el independentismo catalán es ideológicamente plural. Por ello, el país y su capital son de todos, no sólo de unos cuantos, dispuestos éstos, a menudo, a pedir y expedir pedigrís de independentismo cuando ellos acaban de llegar, algunos todavía no han llegado y no sabemos si nunca lo harán.

La mayoría de independentistas de hoy no eran ayer y hay que serán mañana. Si empezamos a pedir según qué tipo de certificados, al final sólo podrán levantar la mano los patriotas del Frente Nacional de Cataluña, que ya estaban en 40…»