Una compañía de cría de pescados contrata a un buzo para estafar 1,7 millones en atunes

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Una compañía dedicada a la cría de atunes decide contratar una póliza de seguros para el traslado de atunes vivos en jaulas. Efe

Efe – Una compañía dedicada a la cría de atunes decide contratar una póliza de seguros para el traslado de atunes vivos en jaulas. En éste se establecía que para cualquier traslado o cambio de características, como el capital asegurados, las toneladas de mercancía, el buque empleado o el itinerario,  se debía informar previamente. Madrid, Viernes 6 de mayo 2016. Fotografía: Una compañía dedicada a la cría de atunes decide contratar una póliza de seguros para el traslado de atunes vivos en jaulas. Efe.

Este caso real y ha sido uno de los ganadores en la sección de Diversos en el XXII Concurso sectorial de detección de fraudes que organiza Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras

El ser humano es extraordinario, y se demuestra con la capacidad de inventiva que tiene el individuo para conseguirse unos ‘eurillos’ de más -los fraudes costaron a las aseguradas 550 millones en 2015-. Mapfre destapó una trama en la que una empresa dedicada a la cría de pescados contrató a un buzo y se inventó toda una historieta para estafar 1,7 millones de euros por falsas pérdidas de atunes.

Un día la empresa decide dar parte a la aseguradora en el que exponía el siguiente caso:

«El buque que remolcaba las jaulas sufrió una rotura del timón, quedó sin gobierno y tuvo que ser asistido por otra embarcación y remolcado a tierra.

Una vez en puerto, el buque quedó retenido por terceros que reclamaban a la empresa asegurada el pago de unas deudas que había contraído previamente. Cuando dicho pago se saldó, el buque quedó libre para volver a la mar, pero buena parte del cargamento de pescado había desaparecido porque las jaulas estaban dañadas. El valor de los atunes ascendía, según el asegurado, a 1,7 millones de euros».

Una historia creíble, pero que Mapfre decidió investigar

Se descubrió que la posición geográfica de las jaulas con los atunes no concordaba con los puntos de recogida indicados en el diario de navegación del buque. Además se comprobó que la embarcación no presentaba daños en el timón ni tampoco había constancia alguna de los servicios públicos de salvamento marítimo.

La empresa había contratado a un buzo para romper las jaulas

Paralelamente a la aseguradora le llegaron rumores de que las jaulas no habían sufrido accidente alguno sino que, en lugar de escaparse, los atunes habían sido vendidos a un comprador distinto del previsto en la póliza -el comprador que finalmente había recibido los atunes confirmó la transacción-. No teniendo suficiente, la aseguradora pudo incluso constatar que la empresa había contratado a un buzo para romper las jaulas y simular de esa forma el siniestro.

Una vez descubierto el pastel, los hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil, que detuvo al responsable de la trama y dio inicio a diligencias penales. El asegurado desistió en la reclamación de la indemnización.