Una fiesta roja (comunista-chavista) en Caracas defiende al presidente Maduro

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FOTOGRAFÍA. CARACAS (VENEZUELA), 19 DE ABRIL DE 2017. Decenas de miles de venezolanos colmaron hoy la avenida Bolívar de Caracas en una concentración festiva en el oeste de la capital que fue organizada por el chavismo para defender al presidente Nicolás Maduro ante supuestos planes golpistas denunciados por el mandatario. Simpatizantes del Gobierno del presidente Nicolás Maduro se concentran hoy, miércoles 19 de abril de 2017, en Caracas (Venezuela). Efe.

Efe – Los chavistas comenzaron esta fiesta desde las ocho de la mañana hora local (12.00 GMT) y, como en todas sus celebraciones, hubo cantos, bailes, tarimas, disfraces, pantallas gigantes, alegorías de la llamada revolución bolivariana y consignas contra el imperialismo y la intervención extranjera. Caracas (Venezuela), miércoles 19 de abril de 2017. Fotografía: Simpatizantes del Gobierno del presidente Nicolás Maduro se concentran hoy, miércoles 19 de abril de 2017, en Caracas (Venezuela). Efe.

Decenas de miles de venezolanos colmaron hoy la avenida Bolívar de Caracas en una concentración festiva en el oeste de la capital que fue organizada por el chavismo para defender al presidente Nicolás Maduro ante supuestos planes golpistas denunciados por el mandatario.

La mayoría de estas personas vistieron de rojo, el color del chavismo, y marcharon desde varios puntos de la ciudad hasta llegar a dicha avenida, un sitio utilizado tradicionalmente por los políticos del país caribeño como termómetro para medir o exhibir fuerza y capacidad de movilización.

Los chavistas comenzaron esta fiesta desde las ocho de la mañana hora local (12.00 GMT) y, como en todas sus celebraciones, hubo cantos, bailes, tarimas, disfraces, pantallas gigantes, alegorías de la llamada revolución bolivariana y consignas contra el imperialismo y la intervención extranjera.

También, como de costumbre, buena parte de los asistentes vistieron uniformes de las empresas del Estado y cientos de militares se sumaron a la movilización, incluidos miembros de la milicia bolivariana, un cuerpo de civiles armados que complementa a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

En esta oportunidad, los oficialistas marcharon en grupos de decenas y de cientos y fueron convergiendo en la avenida Bolívar, que pasó de albergar unas dos mil personas a quedar repleta de ciudadanos que, tras esperar seis horas, vieron llegar a Maduro, quien hoy cumple cuatro años de haber asumido como presidente.

Uno de los marchantes fue el comisario Juan Simoza, presidente del Frente Müller Rojas, quien explicó a Efe que esta organización cuenta con 510.000 miembros, distribuidos por los 335 municipios de la nación petrolera, que están «preparados en el manejo de armas» para «defender la patria ante cualquier agresión del imperialismo».

Aseguró que el frente, integrado en un «75 por ciento por civiles», produce y distribuye alimentos que escasean en Venezuela y gestiona ayudas para la entrega gratuita de medicamentos y material médico por lo que, remarcó, defenderán la revolución bolivariana «cueste lo que cueste».

Por su parte, Luis Rojas, miembro de una asociación de personas con discapacidad, aseguró que solo en Caracas 110 hombres y mujeres en sillas de ruedas, como él, acudieron a esta manifestación para respaldar al Gobierno de Maduro que, indicó, ha promovido la reinserción social de estos ciudadanos.

Rojas, que llevaba un sombrero con forma de autobús lleno de fotos de Maduro, destacó que gracias al gobierno socialista las personas con discapacidad han obtenido créditos para comprar vehículos, han sido beneficiados con el programa estatal de asignación de viviendas gratuitas y «eso tenemos que defenderlo», añadió.

Entretanto, el secretario nacional de organización del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Perfecto Abreu, indicó que los militantes de esta formación acordaron «sumarse con todas sus fuerzas a este movimiento en defensa de la independencia y soberanía frente a la agresión imperialista».

El septuagenario consideró que la oposición venezolana, que marchó hoy también en Caracas y el interior del país, es una «fuerza minoritaria» que ha cometido «múltiples actos terroristas» que buscan «la desestabilización, una división de las Fuerzas Armadas y un golpe de Estado».

Los chavistas, que se llamaron hoy mayoría, gritaron consignas contra los dirigentes opositores y contra el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, al que, entre cánticos, tildaron de traidor y terrorista.

La llamada marea roja se mantuvo animada a la espera del jefe de Estado con canciones nacionalistas e intervenciones de líderes sociales y niños, como un pequeño de cinco años que, disfrazado del Libertador Simón Bolívar, dijo traer un mensaje a Venezuela: «El imperio nos acecha, la patria no se vende, adelante Maduro».

Las pancartas que resaltaban por encima de la gente daban cuenta de la presencia de ciudadanos de varias partes del país, de organizaciones por la defensa de la mujer y de la comunidad LGBTI, todas con un factor común: casi todas llevaban el lema «aquí no se habla mal de Chávez», impulsado por el oficialismo en las redes sociales.

Al final, Maduro fue recibido con aplausos y ofreció un discurso de casi dos horas, donde aseveró que el chavismo había movilizado hoy a unas tres millones de personas y anunció que las autoridades habían capturado a «más de 30 violentos terroristas», que estaban identificados plenamente.

«Estamos desmantelando el golpe de Estado terrorista, estamos derrotando el golpe de Estado violento, somos los vencedores de los violentos, somos los triunfadores de la paz y la democracia», indicó.

Maduro acusó además al presidente del Parlamento, el opositor Julio Borges, de estar detrás de un plan de golpe de Estado y de promover la violencia en la marcha opositora que intentó este miércoles, sin éxito, llegar hasta la Defensoría del Pueblo.