Así bailan el nuevo presidente de EEUU Donald Trump y la Primera dama Melania Trump

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FOTOGRAFÍA. WASHINGTON (EEUU), 20.02.2017. el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania, pusieron este viernes el broche de oro a su fiesta de investidura al ritmo de la canción «My Way», de Frank Sinatra en un baile íntimo, con guiños de complicidad y que sirvió para celebrar un triunfo por el que nadie apostaba. Efe

Agencias.- Washington (EE.UU), sábado 20 de enero de 2017. Donald Trump y Melania presumen del triunfo en su primer baile presidencial. Melania Trump sorprende con un vestido blanco en su primer baile presidencial. La primera dama de EE.UU., Melania Trump, sorprendió hoy en su primer baile presidencial con un elegante vestido de color blanco sin hombros diseñado por ella misma y Hervé Pierre, el exdirector creativo de la diseñadora Carolina Herrera.Washington (Estados Unidos), viernes 20 de enero de 2017.

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El largo vestido fluía a través de sus seis capas, contaba con una atrevida hendidura que dejaba ver las piernas y sorprendía con un pequeño detalle: una delgada cinta roja de falla en la cintura.

En un comunicado, el francés Hervé Pierre consideró un «honor» haber diseñado el vestido que Melania lució en su primer baile como primera dama, un momento romántico en el que Trump no pudo evitar cantar la canción de «My Way» de Frank Sinatra mientras se deslizaba por el escenario.

«En realidad, tuve suerte porque durante mis 20 años en los Estados Unidos, vestí a todas las primeras damas: la señora (Hillary) Clinton con Óscar (de la Renta), la señora (Laura) Bush y la señora (Michelle) Obama en Carolina Herrera, así que me siento afortunado y honrado por haber vestido a Melania Trump, pero esta vez bajo mi nombre», añadió.

El diseñador calificó de «orgánico» el proceso de colaboración para elaborar el vestido con Melania, con quien tuvo conversaciones «fáciles» en las que la ex modelo eslovena ofreció su visión sobre el diseño y lo que quería expresar.

De nacionalidad francesa, Hervé Pierre diseña actualmente vestidos por su cuenta, aunque durante 14 años trabajó para Carolina Herrera, quien diseñó el vestido de Ivanka Trump.

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Con aires de princesa de cuento, Ivanka lució un vestido color champán con un corpiño de lentejuelas, que se extendían casi hasta el final de la prensa.

Tanto el vestido, como las joyas y los zapatos que esta noche llevó la primera dama pasarán a formar parte de los Archivos Nacionales de Estados Unidos.

La noche de gala de los latinos por Trump

Con vestidos de lentejuelas e impecables esmóquines, los latinos favorables a Donald Trump se dieron cita este jueves en un lujoso hotel de Washington para celebrar a ritmo de flamenco, salsa y merengue la investidura del nuevo presidente de EEUU.

Quedan solo unas horas para que Trump jure su cargo y las celebraciones ya han comenzado. Lo han hecho inesperadamente entre los hispanos, uno de los grupos a los que más atacó el magnate durante la campaña presidencial.

El «Djobi Djoba» de los Gipsy Kings y el coreo de las palmas se repetía inevitable en un salón repleto y donde la música casi opacaba la incómoda pregunta de los periodistas: «¿Qué le parece que Donald Trump no haya nombrado ni siquiera a un latino para su Gobierno?».

«No estoy contenta. No voy a mentir sobre ello, no estoy contenta y la comunidad hispana no está contenta por esto, en especial los republicanos», confesó a la prensa Grace Flores-Hughes, que forma parte del Consejo Asesor Hispano de Trump.

Es la primera vez, desde la época del expresidente Ronald Reagan (1981-1989), que los latinos son excluidos de un equipo de Gobierno. Sin embargo, Flores-Hughes asegura que los miembros de esta minoría tendrán posiciones de poder dentro del futuro Gobierno.

Dice que los latinos serán los «número» dos de muchos departamentos y desvela que en el equipo de la Casa Blanca, trabajando codo a codo con Trump, habrá dos hispanos: la abogada Zina Bash y el profesor de la Universidad de Harvard Carlos E. Diaz Rosillo.

Según Flores-Hughes, los dos hispanos, asesorarán a Trump en política interna, incluidos temas de inmigración.

Sobre ese asunto, Trump también recibirá consejo del congresista republicano Raúl Labrador, quien encabeza el Consejo Asesor Hispano de Trump y esta noche presidió la Gala Latina de Investidura de manera honorífica.

«Lo que necesitamos es un programa de inmigración que funcione, eso es una de las cosas sobre las que yo estoy más entusiasmado», dijo el representante a un grupo de medios, entre ellos Efe.

La música siguió sonando y, a medida que la sala se vaciaba, las parejas ganaban espacio para sus giros sobre la pista de baile. Y mientras, de fondo, se proyectaba una colorida imagen de las casitas de La Habana Vieja.

Latinoamérica se hizo hueco casi a empujones en la Gala Latina de Investidura y se personificó en un grupo de políticos reunidos en un rincón y hablando sobre las posibilidades del libre comercio entre canapé y canapé.

El dominicano Luis Abinader y el argentino Sergio Massa, ambos excandidatos presidenciales, hablaron a Efe de su viaje a EEUU y de la reunión que mantuvieron el mismo jueves por la tarde con el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, futuro asesor de ciberseguridad de Donald Trump en la Casa Blanca.

«Hubo -dijo Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM)- muchos amigos de Latinoamérica del señor Giuliani que estuvieron presentes en la reunión, discutimos sobre cómo tener una mayor colaboración y comunicación para la ventaja de los diversos países».

A pesar de las ofensivas de Trump a México, Massa, líder del peronista Frente Renovador, expresó su deseo de que la relación entre el presidente de EEUU y Latinoamérica sea «de integración» con «buenos acuerdos comerciales» y «mecanismos que eviten que las barreras generen divisiones entre los países».

También se unió al grupo de políticos latinoamericanos, el líder del Partido de la Gente de Uruguay, Edgardo Novick, quien defendió la necesidad de crear relaciones comerciales con Estados Unidos.

«Para cuidar el trabajo de los uruguayos nos tenemos que abrir al mundo y tenemos que tratar de negociar con todos los países, no importa de qué ideología sean, de izquierdas, de derechas, capitalistas o comunistas», defendió Novick en declaraciones a Efe.

La gala, celebrada en el hotel Mandarín Oriental, se fue apagando poco a poco. Y los invitados cambiaron los cócteles de tequila y canela por unos grandes cafés que el servicio del hotel colocó a la salida del baile.

Cafeína como antídoto para la resaca y como receta para la investidura de Donald Trump, que comenzará dentro de pocas horas.

Cuando pase un minuto del mediodía (17.01 GMT), el millonario neoyorquino sucederá al demócrata Barack Obama y abrirá una nueva era, llena de incertidumbre.

Donald Trump y Melania presumen del triunfo en su primer baile presidencial

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania, pusieron este viernes el broche de oro a su fiesta de investidura al ritmo de la canción «My Way», de Frank Sinatra en un baile íntimo, con guiños de complicidad y que sirvió para celebrar un triunfo por el que nadie apostaba.

«Dijeron que nosotros, que yo, que no teníamos posibilidades, pero sabíamos que íbamos a ganar y ganamos», dijo Trump, que fue recibido con aplausos y ovaciones por centenares de personas en el Centro de Convenciones de Washington, repleto de vestidos de noche, esmóquines y pajaritas.

«Este es un movimiento y ahora empieza el trabajo, no hay juegos, no jugamos a juegos, el trabajo comienza ahora», aseguró el magnate, quien prometió cumplir con el famoso lema de su campaña y «Hacer a Estados Unidos grande de nuevo» («Make America Great Again»).

Después del breve mensaje a sus incondicionales, que habían esperado horas de pie, Trump agarró por la cintura a Melania y comenzó a balancearse por el escenario mientras saludaba al público, susurraba algunas palabras al oído de su esposa y tarareaba la canción de Sinatra.

Melania se convirtió en el centro de todas las miradas con un vestido de color blanco sin hombros, diseñado por ella misma y Hervé Pierre, el exdirector creativo de Carolina Herrera.

El vestido sorprendió con una delgada cinta roja de falla en la cintura y con una atrevida hendidura que dejaba ver las piernas de la nueva primera dama, unos detalles que, como es tradición, pasarán a ser contemplados como piezas de museo en los Archivos Nacionales de EEUU, junto a las joyas y los zapatos.

Vestido con una pajarita y un esmoquin impecable, Trump encabezó la comitiva hacia las otras dos galas oficiales de la noche, un tradicional peregrinaje que desde 1809 sirve para presentar en sociedad a los nuevos inquilinos de la Casa Blanca.

En el siguiente baile, en el mismo Centro de Convenciones, Trump fue más allá de los tradicionales saludos y preguntó directamente a la multitud sobre si debía mantener su cuenta de Twitter, red social que usa con ímpetu para lanzar mensajes sin el filtro de los medios y que ya ha causado varios incidentes.

«¿Debería mantener mi cuenta de Twitter o no?», preguntó el presidente, a quien la multitud contestó: «¡sí!».

«Es una forma de pasarme por alto a los deshonestos medios de comunicación, ¿verdad?», añadió Trump, quien también criticó a la prensa por ser «dura» con él en el último baile oficial dedicado a las Fuerzas Armadas y celebrado en el museo de arquitectura de Washington.

Como nuevo comandante en jefe, Trump se volcó en ese último baile y conectó en directo vía satélite con un contingente de tropas estadounidenses desplegado en la base aérea de Bagram (Afganistán), soldados a los que agradeció frente al público sus sacrificios y su lucha diaria.

«Vosotros sois gente especial. Sois gente genial. Os voy a guardar las espaldas. Vamos a hacer grandes cosas por nuestro país», aseguró Trump, que aprovechó para celebrar que los primeros confirmados para su Gobierno sean los ex generales James Mattis y John Kelly, nuevos secretarios de Defensa y Seguridad.

Entonces, antes de dar sus primeros pasos al son de «I’ll Always Love You», Melania dijo sus primeras palabras como primera dama.

También desde la cuenta oficial Twitter de Donald Trump

«Gracias a todos por su servicio. Me siento honrada de ser su primera dama, vamos a luchar, vamos a ganar, vamos a hacer de Estados Unidos grande de nuevo», destacó.

A diferencia de los previos, en el baile de las Fuerzas Armadas, Trump y Melania danzaron con algunos de los militares presentes, en un claro contraste entre los vestidos de gala y los uniformes.

La aparición de Trump en los bailes se retrasó durante horas, hasta el punto de que la entrada del magnate en el escenario de la gala militar se produjo cerca de la medianoche, en vez de a las 10 como estaba previsto.

El retraso, en ese caso, se produjo porque Trump se reunió con los jefes de todas las ramas de las Fuerzas Armadas, según explicó el propio mandatario.

Al final del último de los bailes, Trump y su vicepresidente, Mike Pence, cortaron una tarta gigante con el rojo y azul de la bandera estadounidense, una imagen que puso la guinda a un largo día de festividades que dio inicio al mandato del millonario y a una nueva era, la «era Trump».