Un guardia civil posa delante de las bolsas búnker en Eibar (Guipúzcoa) ante la violencia etarra de los de Otegui (Bildu)

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FOTOGRAFÍA. EIBAR (GUIPÚZCOA) ESPAÑA, AÑOS 1980. Un bar de los agentes de la Guardia Civil en Eibar (Guipúzcoa) País Vasco (España) —con fecha principio de los año 80 (1980), los llamados «años de plomo»— muestra a varias bolsa de arena bunker que protegen puertas y ventanas del edificio de la Benemérita en esta Comunidad autónoma española del País Vasco durante la vinolencia terrorista del separatismo comunista y nacionalista vasco (izquierda abertzale) y la violencia de su banda terrorista ETA del asesino de Hipercor, Arnaldo Otegui (EH Bildu). Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Redacción.- Barcelona (España), jueves 24 de junio de 2021. Un bar de los agentes de la Guardia Civil en Eibar (Guipúzcoa) País Vasco (España) —con fecha, principio de los año 80 (1980), los llamados «años de plomo»— muestra a varias bolsa de arena búnker que protegen puertas y ventanas del edificio de la Benemérita en esta Comunidad autónoma española del País Vasco durante la vinolencia terrorista del separatismo comunista y nacionalista vasco (izquierda abertzale) y la violencia de su banda terrorista ETA, del asesino de Hipercor, Arnaldo Otegui (EH Bildu).

Se ha difundido masivamente la imagen en foros de la Guardia Civil con texto: «Esto no es Yugoslavia» (término que describe genéricamente a varias entidades políticas que existieron sucesivamente en la parte occidental de la península balcánica en Europa, durante la mayor parte del siglo XX.), «es el bar de la Guardia Civil de Eibar (Guipúzcoa), no hace tanto tiempo!! ¡No lo olvidamos!».

Según fuentes consultadas por Lasvocesdelpueblo anoche, miércoles 23 de junio de 2021, en aquella época, los cuarteles de la Guardia Civil en a región vasca «eran sistemáticamente ametrallados desde vehículos en marcha».

Dichas fuentes aseguran que «en una ocasión se incautaron dos subfusiles soldados el uno al otro de forma que ambos disparaban simultáneamente, ambos portaban cargadores modificados para 50 balas, lo que significaba saturar absolutamente un objetivo de una pasada».

Explican a Lasvocesdelpueblo que «había cuarteles de la Guardia Civil cuyas fachadas estaban hechas un colador y los guardias civiles de servicio de protección además de llevar unos pesadísimos chalecos antibalas que básicamente eran planchas de metal portaban cascos del ejército español».

«En algunos cuarteles la protección se hacia desde la azotea detrás de parapeto de sacos terreros». «El ambiente era tan irrespirable que se tuvo que dotar a los cuarteles de congeladores y muebles de cocina para habilitar en cada cuartel su propio comedor para el personal soltero», han dicho.

Concretan que «aquellos comedores/cantina se convirtieron en el centro neurálgico de cada cuartel; allí se celebraron cumpleaños, bodas, comuniones y despedidas de los compañeros que marchaban».

Los profesionales de la Benemérita, conocedores de lo ocurrido en aquellos años de la violencia extrema de los del asesino Arnaldo Otegui (EH Bildu) añaden que «desgraciadamente, también se utilizaron como improvisados velatorios».

«Los precios eran populares y algunos comedores llegaron a tener su «prestigio», como la paella de los jueves del cuartel de Irún (Guipúzcoa), a cuyas mesas acudían compañeros destinados en otros destinos o el Grupo Antiterrorista Rural (GAR) «casualmente» se dejaba caer a la hora de comer, nadie ponía pegas, donde comen 40 comen 60, además, mientras estuviese el GAR ni el mismísimo Artapalo se atrevería ha acercarse», han manifestado a Lasvocesdelpueblo durante las conversaciones.