Barcelona (Cataluña) Reino de España, jueves 27 de noviembre de 2025 (inMatrix).- El primer día de una España gobernada por VOX en mayoría absoluta, no desde la fantasía infantil o la caricatura absurda que vende la izquierda, sino desde la narración cruda, irónica y, por qué no, épica de lo que ocurriría desde la noche electoral hasta la mañana siguiente.
VÍDEO.- BARCELONA, 27 DE NOVIEMBRE DE 2025.
1.- Bienvenidos de nuevo a Replicancia. Imagina que te despiertas mañana y descubres, todavía con las legañas pegadas y el café sin hacer, que Pedro Sánchez Pérez-Castejón ya no está en La Moncloa (Presidencia del Gobierno de España). No hablamos de un deseo ni de un meme, ni de uno de esos sueños que se esfuman cuando abres los ojos. Hablo de que literalmente te levantas, miras el móvil y ves que España ha votado masivamente al candidato de VOX a la Presidencia del Gobierno y líder de VOX, Santiago Abascal Conde. Te encuentras titulares de emergencia como: «El PSOE se hunde», «El PP fracasa en su intento de parecer oposición», «VOX consigue una victoria histórica». Imagina por un segundo lo que supondría abrir la ventana y respirar un aire político que no está filtrado por chiringuitos, por ministerios inútiles o por el Boletín Oficial del Estado (BOE) convertido en panfleto identitario.
2.- Hoy vamos a vivir exactamente ese día, el primer día de una España gobernada por VOX, no desde la fantasía infantil o la caricatura absurda que vende la izquierda, sino desde la narración cruda, irónica y, por qué no, épica de lo que ocurriría desde la noche electoral hasta la mañana siguiente.
2.- Así que si quieres ver, aunque solo sea por un momento, vamos a entrar juntos en una España que podría estar más cerca de lo que parece. Comenzamos. La historia comienza en una noche electoral que no se parece a ninguna que hayas visto. Las pantallas de televisión están tan rojas como los ojos de Antonio García Ferreras [periodista, presentador y directivo de televisión, que dirige y presenta el programa de actualidad y debate político «Al rojo vivo» en La Sexta Televisión], no por Photoshop, sino porque simplemente no pueden disimular el batacazo.
3.- A las 20:00 horas en punto cuando se cierran los colegios electorales y se disparan las encuestas, algo cruje en el aire, algo que no es habitual: El silencio; ese silencio incómodo, denso, que anuncia que el guión oficial se ha roto. Mientras el presidente y candidato dle Partido Popular (PP) a la Presidencia, Alberto Núñez Feijóo, intenta sonreír con la misma convicción con la que se intenta vender una tortilla sin huevos, las primeras proyecciones muestran algo que ni los más optimistas habían anticipado. Vox crece, crece de verdad, crece de manera tan contundente que los tertulianos no saben si cambiar de tema, fingir problemas técnicos o directamente irse a fumar a la azotea de la cadena. Las cámaras de Televisión se enfocan a un Partido Socialista (PSOE) desconcertado, como si estuviera viendo su propio funeral político sin haber preparado las flores.
4.- A medida que avanza la noche, los datos se consolidan y no hay posibilidad de maquillaje. Los nervios se notan incluso en los grafismos. El mapa de España empieza a teñirse de verde, no el verde decadente de la propaganda ecofeminista, sino el verde de un partido que lleva años advirtiendo lo que iba a pasar, mientras lo llamaban «facha»; «facha» por querer fronteras; «facha» por querer unidad nacional, «facha» por querer leyes que no confundan al ciudadano con un laboratorio social; en definitiva, «facha» por querer normalidad.
5.- Y resulta electoral que ahora la normalidad arrasa. La calle vibra con la sensación de por fin y aunque la prensa trate de minimizarlo, se nota un ambiente eléctrico, como cuando un país de repente recuerda quién es.
6.- La noche avanza hacia la madrugada y cuando el escrutinio llega al 95% ya no hay escapatoria. Los diarios digitales resignados publican titulares que parecen escritos por manos temblorosas: «VOX gana las elecciones con mayoría absoluta», «Santiago Abascal será presidente del gobierno» y «El sanchismo pierde su bastión cultural».
7.- Las sedes del PSOE empiezan a vaciarse rápido, como si alguien hubiera anunciado que se han agotado las subvenciones. Algunos políticos que hasta ayer presumían de «lealtad» empiezan a hablar de «ciclos y procesos naturales de desgaste». Nunca falla. Cuando el barco se hunde, los primeros en correr son los que más hablaban de compromiso.
8.- Los Ministerios (del Sanchismo), mientras tanto, están llenos de asesores guardando cajas de cosas que jamás fueron útiles: Manuales de lenguaje inclusivo, protocolos de perspectiva de género en correos electrónicos, informes pagados a precio de oro para justificar que cuatro pajarracos y una lona valen dos millones de euros. Saben que su tiempo se ha acabado.
9.- Y entonces llega la mañana. El sol sale igual que siempre, pero la atmósfera es distinta, como si hubiera menos ruido, como si los altavoces de propaganda hubieran sido desconectados de madrugada. Y, de hecho, es lo que ha pasado. A las siete de la mañana, mientras el país todavía bosteza, una orden llega a Radiotelevisión Española (RTVE): Se acabaron los editoriales ideológicos, se acabaron las tertulias forzadas, se acabó la manipulación sistemática. El noticiero abre con una frase contundente: «Hoy comienza una nueva etapa política». Y, por primera vez en mucho tiempo, no suena amenaza velada, sino aviso de que vuelve la cordura. Un ciudadano cualquiera, de esos que trabajan, pagan impuestos y no tienen tiempo para manifestarse por pronombres neutros, enciende la Televisión española y se encuentra con titulares sin moralina, sin perspectiva de género aplicada a la previsión del tiempo, sin politizar absolutamente todo. Y sonríe con un gesto que casi había olvidado. Alivio. Mientras tanto, en los Ministerios del Sanchismo, el ambiente es frenético.
10.- El Ministerio de Igualdad amanece con un detalle que se convertirá en meme nacional: El cartel ha desaparecido. No es un vandalismo. Es que, literalmente, esa cartera ya no existe. Un funcionario todavía medio dormido recorre los pasillos buscando la puerta donde ayer mismo estaba el despacho de Irene Montero Gil (Podemos), solo para descubrir que el espacio ahora está cerrado, sellado y marcado como «Pendiente de Reubicación Administrativa». La broma se hace sola.
11.- El Ministerio de Consumo también cae, seguido del de Agenda 2030, cuyos empleados miran al techo intentando comprender cómo pasar de implantación ecosostenible transseccional a volver a trabajar en un Ministerio de verdad. No saben ni por dónde empezar.
12.- Ese mismo día, el gobierno entrante de Santiago Abascal Conde firma su primer Decreto-Ley. Y aquí es donde la izquierda entra en cortocircuito. El «Decreto 1/2025», nombre provisional pero cargado de simbolismo, tiene solo diez líneas, pero son diez líneas que alteran todo el ecosistema que ha vivido del Sanchismo: a).- Línea 1: Auditoría inmediata de todas las subvenciones de los últimos ocho años; b).- Línea 2: Suspensión temporal de ayudas a Organizaciones No Gubernamentales (ONG) con indicios de irregularidades; c).- Línea 3: Reversión de leyes identitarias que fragmentan a la sociedad y que nadie pidió; d).- Línea 4: Blindaje jurídico contra la ocupación; e).- Línea 5: Revisión integral de la memoria histórica; f).- Línea 6: Reactivación del apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; g).- Línea 7: Cierre de Estructuras paralelas del Estado que funcionan como chiringuitos ideológicos; h).- Línea 8: Instrucciones claras para recuperar el control de las fronteras; i).- Línea 9: Retirada de propaganda ideológica en centros escolares; j).- Línea 10: Compromiso explícito con la Unidad Nacional. Con esto basta para iluminar la magnitud del cambio.
13.- En las fronteras de España ocurre algo que muchos españoles llevaban años sin ver: Seriedad. No hay improvisación, no hay dejadez, no hay órdenes políticas para mirar hacia otro lado. La Guardia Civil vuelve a tener respaldo institucional, incluso los agentes de la Benemérita lo comentan entre ellos. Por primera vez en mucho tiempo sienten que no están desamparados. Los centros de «MNinmigr» —Menores Extranjeros No Acompañados (MENA)— son auditados y esa noche se abren investigaciones que llevan años bloqueadas por intereses políticos. La sensación de vuelta al orden empieza a respirarse en cuanto aterrizas en el Aeropuerto Madrid-Barajas.
14.- A nivel de ciudadano, los cambios son igual de notables. Un autónomo, por ejemplo, descubre que el gobierno ha enviado instrucciones para simplificar trámites. No va a cobrar menos impuestos mañana, pero nota algo vital. Por primera vez no siente que el Estado quiere aplastarlo. Un pequeño empresario descubre que ya no tiene que rellenar formularios surrealistas para acreditar que su empresa no discrimina por coeficiente identitario líquido. Padres que llevaban años preocupados porque el colegio de sus hijos parecía un taller permanente de reeducación ideológica reciben una circular informando que se revisará todo el material curricular no para retroceder, como dicen los «progres» (WOKE), sino para que la escuela deje de ser una sucursal del activismo.
15.- Y, por supuesto, llega el momento más divertido. La reacción de la izquierda. La red social X (Twitter), durante esas primeras horas es un poema. Influencers que ayer vivían de subvenciones empiezan a tuitear: «No es mi país»; escritores de guiones de Netflix hablan de «Exilio simbólico a Portugal» —lo gracioso es que ninguno se irá, porque sin España no les paga nadie—; los periódicos sacan editoriales alarmistas: «La democracia está en riesgo» —Lo dicen quienes aplaudían pactos con golpistas y quienes justificaban que se borrara el delito de sedición para vender votos—. Las ONG ideológicas se encuentran con un silencio administrativo que no esperaban, el Gobierno de Santiago Abascal Conde no ha cerrado ninguna; simplemente no hay dinero infinito para causas inventadas; el apagón no lo sufre España, lo sufren los chiringuitos.
14.- Esa tarde el nuevo presidente del Gobierno de España, Santiago Abascal Conde, comparece ante los españoles. Y su discurso no promete milagros, no promete el paraíso, no promete un país de unicornios ni cheques mágicos; Abascal promete algo más valioso: Volver a la normalidad. El presidente Abascal habla de leyes que no dividan a los españoles en categorías: de «seguridad en las calles, de respeto a la autoridad, de eliminar organismos redundantes» o «de decir la verdad aunque duela». Los periodistas intentan pillarlo en su primer comparecencia con las preguntas de siempre, pero el presidente Abascal no juega ese juego, el nuevo jefe del Ejecutivo español va directo al grano. La prensa desconcertada intenta montar un escándalo donde no lo hay.
16.- La gente mientras tanto escucha y piensa. ¿Tan difícil era gobernar con sentido común? Durante la noche España entera se acostará con sentimientos variados. Algunos celebrarán. Otros llorarán por la pérdida del paraíso subvencionado. Pero en conjunto el país sentirá que algo se ha movido: que por primera vez en años, no gobierna el relato, sino la realidad; que el Estado deja de ser un juguete ideológico y vuelve a ser una estructura seria; y que España vuelve a parecerse a España. Ese es el primer día. Un solo día. Y aún queda todo por hacer claro.
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17.- Pero un país no se salva en un año si no empieza salvándose en un día. Y ese día es este. España no necesita milagros. Necesita verdad, valentía y una política que mire a los ciudadanos, a los españoles, no a sus ideologías de laboratorio. Y si un día VOX ganara las elecciones, no sería el fin del mundo, como gritan los de siempre; sería el fin del chiringuito; sería el fin del teatro institucional; sería el inicio de una etapa incómoda para algunos, pero necesaria para todos porque España, después de tantos años de humo, necesita volver a verse en el espejo sin filtros. Y quizá, solo quizá, cuando eso pase, descubramos que este país tiene más fuerza, más dignidad y más futuro del que sus gobernantes han querido permitirle.
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