
Barcelona (Comunidad autónoma de Cataluña) Reino de España, sábado 4 de enero de 2025 (Lasvocesdelpueblo y Agencias).- El secretario general y coportavoz de la ultraizquierda separatista Candidatura de Unidad Popular (CUP), Non Casadevall Sala, ha señalado que es «poco plausible volver a hacer un nuevo embate» al Reino de España con «las mismas personas que encabezaban este proceso (separatista) en 2017», en referencia a los líderes de la derechista cobarde Junts per Catalunya JxCat y la extrema izquierda secesionista y progresista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el golpista prófugo de la Justicia española Carles Puigdemont Casamajò y el golpista indultado Oriol Junqueras Vies, respectivamente.
«Nos preocupa que no se hayan renovado los liderazgos porque nos parece poco plausible volver a hacer un embate al (Reino de España), que es lo que nosotros creemos que necesitamos, con las mismas personas que encabezaban este proceso (separatista) en 2017, con las facturas que se están cobrando unos y otros, con viejas cuestiones que se tienen que resolver», dijo.
Añadió: «Nos parece poco creíble que con estos liderazgos lo podamos sacar adelante». «Esto no solo lo decimos nosotros», la asociación hispanófoba de corte derechista antiespañola «Òmnium Cultural también ha hecho un comunicado pidiendo nuevos liderazgos y una nueva propuesta», ha asegurado el ultra de CUP en una entrevista con Efe.
La extrema izquierda antisistema y secesionista CUP, que jugó un papel clave en la legislatura en la que el Parlament de Catalunya declaró la independencia de forma unilateral en otoño de 2017, culminó el pasado octubre el que bautizó como «Procés de Garbí (Proceso de Garbí)«, con el que los ultras hispanófobos se reorganizaron internamente y redefinieron su estrategia política.
Este otoño, JxCat y ERC han celebrado sus respectivos congresos en los que el fugado d ela Justicia española Carles Puigdemont Casamajó y el que fue vicepresidente en su Govern de la Generalitat golpista de 2017, Oriol Junqueras Vies, han recuperado el mando de sus formaciones al no gozar de los beneficios de la ley corrupta de amnistía criminal del sanchismo.
Para el secretario general de CUP, JxCat y ERC «se han centrado en renovar unos liderazgos que no han acabado renovando porque han solucionado las necesidades de estos liderazgos y no se han centrado en hacer una propuesta política», como sí ha hecho, desde su punto de vista, la CUP con el «Proceso de Garbí».
En esta nueva etapa, la CUP hará un planteamiento «de carácter popular» y lo abrirá «a todos los agentes» y personas que se sientan interpeladas por su proyecto, aunque ha dicho que en estos momentos «parece complicado rehacer la unidad independentista» por las posturas de Junts y ERC.
«JxCat resuena a la vieja Convergència Democrática de Catalunya (CDC) y cada vez derechiza más sus propuestas y ERC se empecina en una vía del pacto que todos vemos que está agotada, por lo que ahora parece complicado poder rehacer esta unidad», ha indicado.
A pesar de estas diferencias, el ultraizquierdista Non Casadevall Sala ha insistido en que la «unidad independentista es una necesidad» y que continuarán luchando por ella: «Nuestra intención es reunirnos con todos», afirma sin puntualizar si eso significa que va a colaborar con el nuevo partido separatista con valores de la vida Alianza Catalana (AC) de la alcaldesa de Ripoll (Gerona), Sílvia Orriols Serra, -contra el que CUP y la alianza progre y globalista (ERC, PSC/PSOE, els Comuns/SUMAR, JxCat y el silencio cómplice del Partido Popular PP) han acordado vetar durante toda la legislatura- «y con todas estas organizaciones de la vida política y civil que estén en esta línea que nosotros planteamos», ha dicho el secretario general de la CUP, que ha reconocido no obstante que todavía no se ha visto ni con Puigdemont ni con Junqueras.
Por otro lado, Casadevall ha expresado su «sorpresa» por la «tensión que genera JxCat» en el Congreso de los Diputados, que les lleva «a defender los privilegios de las eléctricas» en lugar de preocuparse por el precio de la luz.
Para el comunista separatista «esto nos preocupa, y mucho, porque es una derechización, más que una tensión».
Reflexiona: «¿Esta política a favor de quién se hace?». «La política» -dice el comunista- «tiene que estar pensada para solucionar la vida de las personas» con dinero público: ¿Será? No ha explicado cómo.
Dice: «Si esta política sirve para solucionar al vida de tres o cuatro y no aporta nada, a nosotros no nos parece que traiga beneficios». «Necesitamos una mayor soberanía (comunista), pero pensada para las clases populares», dijo ocultando sus intenciones de creación de la pobreza y, para luego, aportar soluciones a la pobreza extrema así como siempre pasa en países comunistas/socialista.
Ha agregado: «Si la tensión que provocamos en el Congreso de los Diputados» con el Gobierno en minoría del comunista Pedro Sánchez Pérez-Castejón «sirve para solucionar que las eléctricas no paguen más impuestos tampoco nos parece que estemos avanzando en pro de nuestros objetivos ni que estemos mejorando la vida de la gente».