Ma’ale Adummim (Israel), jueves 14 de agosto de 2025 (Lasvocesdelpueblo).- El ministro de Finanzas de Israel desde el año 2022, abogado, miembro del parlamento del Estado de Israel (Knesset), líder del Partido Sionista Religioso y anteriormente representante de los partidos políticos Yamina, Tkuma-Unión Nacional y La Casa Judía en el Knesset, Bezalel Yoel Smotrich (Bezalel Smotrich), ha asegurado hoy que hablan del sueño Palestino y enterramos al Estado Palestino. «Hablarán del sueño Palestino y nosotros seguiremos construyendo una Realidad Judía; esta realidad Judía está finalmente enterrando a la idea de un Estado Palestino porque no hay nada que reconocer ni a nadie a quien reconozca», agregó en referencia a la aprobación del llamado «Plan E1», propuesta «sionista», subrayó, que se resumen en la conexión directa del resto de Israel con Judea y Samaria («Cisjordania») al conectar el resto del país hebreo con el asentamiento del Ma’ale Adummim (Maale Adumim); una «línea Verde», frontera de facto, que desde 1969 (tras la guerra ganada contra los países árabes) hasta ahora Israel no había cruzado para evitar la llamada «presión internacional», pero dado que los amigos de la Tierra Santa han decidido apoyar abiertamente a los islamonazis con un «reconocimiento» de su inexistente Estado «Palestino» en septiembre, el país hebreo ya no teme para nada perder nada de aquella falsa amistad.
El asentamiento de Ma’ale Adummim, también conocido como «Maale Adumim», es una barriada del Estado de Israel en la Gobernación de Jerusalén, Judea y Samaria, que está ubicado al este de Jerusalén, al filo del desierto de Judea y Samaria, concretamente a unos 4.500 km al este de la llamada «Línea Verde«—se trata de la llamada «fronteras de 1967» o «fronteras pre-1967» o también «fronteras anteriores a 1967»; una la línea de demarcación que se estableció en el armisticio árabe-israelí de 1949, firmado entre Israel y los perdedores islamistas de la guerra: Egipto, Siria y Transjordania (también conocida como la «Orilla Este», el nombre que recibe la región proximooriental del Levante mediterráneo situada al este del río Jordán, ubicada en su mayor parte dentro del territorio de la Jordania actual) al finalizar la guerra árabe-israelí de 1948. La Línea Verde nunca ha sido una «frontera» permanente o de iure ni prejuzga las reivindicaciones territoriales de ninguna de las partes, aunque sirve como «frontera» de facto que separa Israel del territorio reivindicado por los islamistas para su inexistente Estado «Palestino», este último bajo control compartido entre la Administración civil del Estado de Israel en Judea y Samaria («Cisjordania») y la la llamada impotente «Autoridad Nacional Palestina», una «autoridad» cobarde y corrupta que ni siquiera fue capaz de administrar la Franja de Gaza cedida por Israel en 2006, rindiéndose ante el grupo islamofascista Hamas ISIS de los terroristas antisemitas egipcios «Hermanos Musulmanes ISIS»—.
Totales del del ministro de Finanzas de israel, Bezalel Yoel Smotrich (Bezalel Smotrich)
«Cualquier país en el mundo que intente reconocer hoy a un Estado Palestino recibirá una respuesta nuestra sobre el terreno; no en documentos ni en decisiones ni declaraciones sino en hechos; en los hechos como (nuevos) hogares, barrios, carreteras y familias judías que construyen una vida.
Hablarán del sueño Palestino y nosotros seguiremos construyendo una Realidad Judía; esta realidad Judía está finalmente enterrando a la idea de un Estado Palestino porque no hay nada que reconocer ni a nadie a quien reconozca.
Hago un llamamiento desde aquí, en este importante día, al Primer Ministro Benjamín Netanyahu: ha llegado el momento de aplicar la soberanía israelí en Judea y Samaria (Cisjordania), de eliminar para siempre la idea de dividir la tierra y de garantizar que para septiembre los líderes hipócritas de Europa no tengan nada que reconocer.
Hoy escribimos un capítulo histórico en la historia de la redención del pueblo de Israel en su tierra. Tras más de veinte años de retrasos, presiones, promesas en vísperas de las elecciones y sueños frustrados, nos encontramos aquí en Ma’ale Adummim (Maale Adumim) y anunciamos con voz clara: ¡Se ha despejado el atasco, el plan E1 está en marcha! Durante dos décadas nos han dicho: Pronto está en camino, inmediatamente después de las elecciones. Hoy, por fin, cumplimos la promesa y conectamos Maale Adumim con Jerusalén mediante una conexión estratégica, de seguridad y demográfica que garantiza nuestra capital unida para las generaciones venideras.
Quiero agradecer, ante todo, al presidente de los Estados Unidos de América (EEUU), Donald John Trump, a su equipo y al embajador de EEUU en Israel, Michael Dale Huckabee (Mike Huckabee); verdaderos amigos de Israel como nunca antes los habíamos tenido, y aún más, personas auténticas con una voz moral clara y distintiva que no se deja confundir por la hipocresía del Occidente; una voz que entiende que está prohibido premiar al terrorismo; una voz que entiende que un Estado Palestino pondría en peligro la existencia de Israel y que está prohibido de cualquier manera poner en peligro la existencia de Israel, el único Estado judío en el mundo que ha sobrevivido después de 2000 años de exilio, vagabundeo y persecución experimentados por el pueblo judío; una voz que entiende que Judea y Samaria son una parte inseparable de nuestra tierra, la que el Santo (Dios), bendito sea, prometió a nuestro padre Abraham (primero de los tres patriarcas del judaísmo) y nos dio hace miles de años.
También me gustaría agradecer al Primer Ministro Benjamin Netanyahu, con quien actualmente estoy involucrado en un acalorado debate sobre continuar la guerra en Gaza hasta la victoria completa y la destrucción de Hamás ISIS, pero cuando se trata de Judea y Samaria, me ha apoyado y me ha permitido lograr la revolución en los últimos dos años y medio.
Me gustaría agradecer a mis compañeros en el viaje: el presidente del Consejo de Yesha, Yisrael Gantz, quien lidera el asentamiento en Judea y Samaria; al alcalde de Ma’ale Adumim, Guy Yifrach, quien lidera una ciudad floreciente y en expansión, una ciudad que es el muro protector de Jerusalén desde el este; y a mi estrecho colaborador, Yehuda Eliyahu, quien dirige la Administración de asentamientos, un compañero leal, un hombre de visión y acción, que cada día convierte los sueños de planificación en realidad; al anterior alcalde, Benny Kasriel, quien impulsó y promovió el Plan E1 durante muchos años; a mi estrecho colaborador, Yehuda Eliyahu, jefe de la Administración de asentamientos, un hombre de visión y acción que convierte los sueños en realidad; a Hillel Roth, subjefe de Gabinete, quien ha liderado procesos con gran éxito desde que asumió el cargo; a Yehuda Alkalai, director de la Oficina de Planificación; a Maor Sabag, asesor legal de la Oficina de Planificación, por su fructífera cooperación; y a Maor Zoldan, responsable de planificación en la administración, quien, junto con todo el personal de la administración, trabaja día y noche para hacer realidad nuestra soberanía.
El pueblo de Israel ha regresado a la tierra de sus antepasados. Estamos construyendo y desarrollando en todas partes de nuestro país, desde Galilea hasta el Négueb (desierto de Asia, situado al sur de Israel, en el Distrito Meridional), desde el Valle hasta las montañas, aquí en Judea y Samaria. Cada casa construida es un eslabón en la cadena generacional, cada familia incorporada es una declaración de soberanía, cada nuevo barrio es un pilar más en el fortalecimiento de nuestra influencia sobre esta tierra.
Esto no es solo un Plan de planificación sino una rotunda Declaración sionista: una Jerusalén unida es nuestra capital eterna, y Maale Adumim es parte inseparable de ella. La aprobación del Plan general en E1 (Plan E1) se suma a una serie de importantes iniciativas que hemos realizado y estamos realizando para fortalecer y duplicar Maale Adumim.
Aprobamos 3.500 viviendas en el barrio de Nofei Hasela y ya las hemos licitado para su construcción. Anunciamos 2.700 dunams (dönüm, dunum o donum es una unidad de superficie) de terrenos estatales en el Área G y, junto con el Ministerio de Vivienda, estamos impulsando planes para miles de viviendas adicionales allí; junto con el excelente alcalde de la ciudad, estamos trabajando en un gran Acuerdo marco, el primero de su tipo en Judea y Samaria, que impulsará la infraestructura, el desarrollo y la construcción de edificios públicos.
Aprobamos 300 millones de Números de Identificación de Suministro (NIS) para la construcción de una Autopista esencial, etc..
Concluiré con las palabras del Primer Ministro del Estado de Israel (Benjamín Netanyahu): «Con el debido respeto a las instituciones de la ONU y sus miembros, pero mientras no se cumpla la profecía de Isaías: Nación no alzará espada contra nación, y mientras nuestros vecinos conspiren para destruirnos, nuestra seguridad no se basará en nuestra propia fuerza. ¡Nuestro futuro no depende de lo que digan las naciones, sino de lo que hagan los judíos!».
