Redacción – Barcelona (España), domingo 20 de septiembre de 2020. Pablo Manuel Iglesias Turrión, alias Pablo Iglesias, el líder de la alianza gubernamental (Unidas Podemos) que integra su propio partido político (Podemos) y la formación política del actual ministro de Consumo, Alberto Garzón (Izquierda Unida), quien, además, es el actual vicepresidente segundo del Gobierno de coalición comunista de España, que lidera el presidente Pedro Sánchez Pérez-Castejón (PSOE), se ha conjurado este sábado, 19 de septiembre de 2020, en plena segunda oleada de contagios masivos del covid 19 (coronavirus) en España, para echar de España al su majestad el rey Felipe VI de España junto a su familia, después, abolir la Monarquía parlamentaria y constitucional, y, finalmente, instaurar una República comunista en España. El líder comunista de Podemos y Unidas Podemos, Pablo iglesias, ha hecho estas afirmaciones durante el llamado «Consejo Ciudadano» de la formación de Podemos, que se reúne por segunda vez desde que pablo Iglesias fue elegido en la llamada «Tercera Asamblea de Podemos» del pasado mes de mayo.
VÍDEO. Madrid, 19.09.2020.
A continuación, las palabras íntegras del vicepresidente segundo del Gobierno de España del presidente Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias: «Y me quiero referir en este punto, como yo anunciaba al principio, al horizonte republicano: Nueva República.
Creo que nosotros que somo republicanos tenemos que ser capaces de entender el momento histórico de crisis en el que se encuentran la Monarquía española y el modelo de Estado, que encarna la propia Monarquía.
Y creo que debemos tener la valentía y la audacia para poner sobre la mesa la necesidad de que España hacia el horizonte de una nueva República.
Un horizonte republicano en el que la democracia llegue también a la Jefatura del Estado.
Cada vez menos gente en España entiende, especialmente la gente joven, que, ya en pleno siglo XXI la ciudadanía no pueda decidir quién tiene que ser su jefe de Estado y que este no tenga que responder ante la Justicia como cualquier ciudadano o como cualquier cargo público, y que no pueda ser apartado de su cargo si comete un delito.
Esto no lo entiende ningún joven en España.
Un horizonte republicano, como proyecto, tiene que significar fortalecer los derechos sociales, los servicios públicos, la igualdad de género, la educación y la cultura. Las que representan, en última instancia, las bases de la democracia.
Un horizonte republicano, como proyecto modernizador del país, tiene que dejar atrás un modelo económico basado en la especulación inmobiliaria, la exclusividad del turismo y la contratación pública, del que la Monarquía, y eso hay que decirlo, fue eficaz promotor, que es el modelo que, en esta crisis (sanitaria del covid 19 -coronavirus-) ha revelado su debilidad en toda su magnitud, que condena a los sectores populares a la precariedad y que se ha convertido en el principal obstáculo para el desarrollo económico de España.
Pienso que la Monarquía ya no representa las nuevas oportunidades de los negocios de los sectores empresariales más dinámicos. Esos sectores empresariales más dinámicos tienen que formar parte de un nuevo horizonte republicano, que también significa modernización económica de España, mayor eficiencia y mayor capacidad competitiva en el marco de Europa.
Seguramente, esta disociación entre los entre los intereses económicos de España y las viejas estructuras revela el agotamiento del papel histórico que la Monarquía jugó en nuestra patria.
Un horizonte republicano como escenaria de superación de la crisis territorial que vive España, como horizonte de país con una organización más federal, más confederal, construida sobre la fraternidad y el reconocimiento de la diversidad y la plurinacionalidad de España.
Un horizonte republicano que pueda representar a un proyecto común, que apele a todos los pueblos del Estado (España) frente a la crisis territorial a la que nos ha llevado el modelo centralista encarnado por la Monarquía, que es ajeno a la pluralidad constitutiva de nuestra patria y en la que millones de personas no se sienten incluidas.
Creo que trabajar en construir alianzas para avanzar hacia este horizonte republicano tiene que ser unas de las tareas políticas fundamentales de Podemos en los próximos tiempos.
Es evidente que, a día de hoy, no existe una correlación de de fuerzas (políticas) en el Parlamento (Congreso de los Diputados) que pueda desbloquear una reforma constitucional en clave republicana, pero en política las cosas pueden cambiar y creo, modestamente, que nuestra fuerza política (Podemos) es la mejor prueba de que las cosas pueden cambiar.
Nosotros sabemos que algunas cosas sobre objetivos que parecen imposibles, pero que acaban por convertirse en realidad. A veces, mucho más rápido de lo que podría parecer.
Parecía imposible acabar con el bipartidismo, que se había repartido el poder en España durante cuatro décadas. También parecía imposible imaginar, hace solo unos años, incluso hace unos meses, que Podemos iba a ser capaz de romper la cláusula de exclusión histórica según la cual la gente que pensaba como nosotros podría presentarse a las elecciones, pero no podría tener ningún poder en el Estado. Y probablemente era difícil imaginar que una fuerza política con solo 6 años de existencia, sin pedirle un solo euro a los bancos, iba a lograr llegar al Gobierno de España.
Podemos nació para hacer posible lo imposible.
A seguir avanzando, compañeros y compañeras.
Si se puede.
