Efe.- Madrid (España), jueves 9 de febrero de 2023. El movimiento feminista volverá a marchar dividido en Madrid el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, ya que junto a la manifestación tradicional se ha convocado de nuevo otra abolicionista de la prostitución y contra la ley trans.
Ya ocurrió el 25 de noviembre, Día Internacional de la violencia contra las mujeres, cuando las ministras del PSOE y de Unidas Podemos acudieron por separado a las manifestaciones.
La Comisión 8M ya ha anunciado que convocará una manifestación que saldrá de Atocha a las 19 horas del 8 de marzo y llegará hasta la Plaza de España, recuperando así el itinerario que hacía antes de la pandemia.
Esta es la marcha a la que previsiblemente acudirá la ministra de Igualdad, Irene Montero, que el 25N se decantó por participar en la manifestación que la Comisión 8M convocó en Vallecas.
Por su parte, el Movimiento Feminista de Madrid ha llamado a reunirse en la glorieta de la calle Atocha a las 18.30.
Aunque hasta la fecha el PSOE ha participado en la manifestación de la Comisión 8M, el pasado 25 de noviembre las ministras Reyes Maroto, Isabel Rodríguez y Nadia Calviño se sumaron a la marcha alternativa convocada por la Federación de Asociaciones de Mujeres de la Comunidad de Madrid.
El lema era «el machismo mata, viola, explota y borra a las mujeres», y en ella se escucharon gritos de «Irene Montero dimisión».
Por el momento, ni Unidas Podemos ni los socialistas se han pronunciado sobre su asistencia a una u otra marcha.
En 2022, cuando se materializó la primera escisión, la manifestación convocada en Madrid por la Comisión 8M, la tradicional, fue la más multitudinaria con unos 50.000 asistentes según la delegación del Gobierno y 100.000 según las organizadoras.
LEY TRANS Y ABOLICIONISMO, LOS PRINCIPALES CHOQUES
El Movimiento Feminista de Madrid ha explicado en un hilo de Twitter que su marcha defenderá la abolición de la prostitución y protestará contra los vientres de alquiler y la ley trans, que ayer pasó un trámite parlamentario más con su aprobación en el Senado.
Si bien ambos sectores del feminismo están de acuerdo en su rechazo a la gestación subrogada, los otros dos temas han causado más choques durante los últimos años.
Además, en las últimas semanas ha surgido un nuevo punto de desencuentro: la reforma de la ley del solo sí es sí, para la que los socialistas han presentado una propuesta en solitario que introduce la violencia y la intimidación como un subtipo agravado.
Unidas Podemos rechaza esta idea porque considera que desplaza el consentimiento como centro de la norma, dado que, en su opinión, los jueces volverán a exigir a las mujeres pasar por un nuevo «calvario probatorio».
La ley trans impulsada por el Ministerio de Igualdad es rechazada también por un sector del feminismo y del PSOE, que cree que «borra» a las mujeres y deja desprotegidos a los menores.
No obstante, apenas hay fisuras en el apoyo del grupo socialista a la ley que se tramita en el Congreso y el próximo jueves, si no hay sorpresas, se aprobará definitivamente.