Redacción.- Barcelona (España), miércoles 9 de marzo de 2022. Pregunta del diputado dle Grupo Mixto del Parlamento de Cataluña y presidente del Partido Popular de Cataluña (PP), Alejandro Fernández Álvarez, al presidente del Gobierno separatista de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonès García, durante la sesión de control al Ejecutivo separatista:
«En septiembre del año pasado ‘The New York Times’, rotativo poco sospechoso de connivencia con el PP, publicaba un amplio reportaje sobre los continuos contactos de destacados dirigentes del equipo» del expresidente de la Generalidad de Cataluña y huido de la Justicia, «Carles Puigdemont Casamajò y el régimen de Vladimir Putin».
«El informe era tan detallado que incluso se refería a la presencia en Cataluña de la siniestra ‘Unidad 2915’ durante los días del denominado ‘Tsunami Democràtic’. Digo siniestra porque se relaciona a dicha unidad de inteligencia militar rusa con golpes de Estado y crímenes de todo tipo».
«Pero no solo ha sido el ‘The New York Times’, el Parlamento Europeo ayer mismo y la inteligencia alemana en muchas ocasiones, o la nauseabunda negativa de Puigdemont a votar a favor de la ayuda a Ucrania en el propio Parlamento Europeo, todo ello son pruebas irrefutables de esa relación con Putin».
«En ese sentido, que el señor Oriol Junqueras Vies (presidente de ERC y exvicepresidente de la Generalidad de Cataluña) pretenda comparar a Cataluña con Ucrania sería cómico si no fuera por lo trágico de todo este asunto que nos ocupa». «Usted señor Aragonés ha perdido, en su anterior respuesta, una excelente oportunidad de condenar esa relación con el régimen de Putin». «De nada sirve que luego escriba grandilocuentes artículos a favor de la democracia y la libertad en Ucrania, cuando aloja en su Gobierno a cómplices del régimen de Putin».
«Y podrá decir que esos elementos no son de su partido, que son de sus socios, pero si usted los mantiene en su Gobierno, también se convierte en cómplice». ‘Això va de democràcia’ decían, pero la realidad era muy distinta». «Desde la apuesta por la vía eslovena, es decir la guerra, a la colaboración con Putin, es evidente que en el movimiento separatista había una parte importante de gente dispuesta a cualquier cosa por lograr la independencia de Cataluña». «Usted sabrá si quiere formar parte de eso con su silencio cómplice».
