Lasvocesdelpueblo y Agencias – Izquierda-Ezkerra (I-E), Podemos Ahal Dugu y EH Bildu han estrenado este miércoles la ronda de consultas del presidente del Parlamento foral, Unai Hualde, para proponer una candidatura a la presidencia del Gobierno de Navarra, ante la que han mostrado percepciones dispares, desde el optimismo a la prudencia y el escepticismo. Pamplona (España), miércoles 26 de junio de 2019.
Así lo han puesto de manifiesto los diferentes portavoces tras su reunión con Hualde, a la que mañana seguirán el resto de las citas, con Geroa Bai, PSN y Navarra Suma, como recoge el reglamento, que señala que dentro de los 10 días hábiles siguientes a la constitución de la Cámara, su presidente debe consultar con los portavoces y proponer un candidato a presidente de la Comunidad Foral.
La primera en acudir ha sido la portavoz de I-E, Marisa de Simón, quien se ha mostrado optimista y ha asegurado a Hualde su «disposición» a apoyar una posible investidura de la socialista María Chivite como presidenta del Gobierno de Navarra, «una vez llegado a un acuerdo de mínimos, de programa de gobierno», en lo que ya trabajan con el documento de base presentado por los socialistas.
El documento fue presentado este lunes a Geroa Bai, Podemos e I-E, pero excluye a EH Bildu de la negociación, lo que impide contar con una posible mayoría absoluta en un hemiciclo de 50 escaños, con 20 de Navarra Suma, 11 de PSN, 9 de Geroa Bai, 7 de EH Bildu, 2 de Podemos y 1 de Izquierda-Ezkerra.
Al respecto, De Simón ha considerado «lo más probable» que las cuatro fuerzas que negocian lleguen a «un acuerdo de mínimos» y se ha mostrado convencida de que, posteriormente, «el trabajo político diario se va a normalizar y articular las mayorías suficientes para sacar adelante» las diferentes iniciativas que les unan a todas las fuerzas excepto a Navarra Suma para evitar su gobierno.
Más prudente se ha mostrado después el portavoz de Podemos, Mikel Buil, quien ha advertido al presidente del Parlamento de que están inmersos en una negociación con el PSN que pretenden que finalice en «un acuerdo amplio» ya que «un acuerdo de mínimos no nos va a valer».
Así pues, «no hay mucha novedad» ya que «de esa negociación dependerá el sentido de nuestro voto», ha subrayado para reconocer que «el primero de los objetivos» es evitar que «la derecha navarra» gobierne.
Del documento ofrecido por el PSN ya ha apreciado que «hay y habrá desacuerdos» que no ha querido concretar, aunque también ha avanzado su intención de hacer «muchas propuestas».
Sobre la ausencia de EH Bildu en estas negociaciones pese a su necesario voto a favor o abstención que facilite un gobierno alternativo a Navarra Suma, Buil ha advertido de que esa es una decisión del PSN, al que «corresponde ver cómo saca adelante su investidura, para la que es necesaria EH Bildu», ha incidido.
El último portavoz en comparecer ha sido un rotundo Maiorga Ramírez (EH Bildu), quien ha trasladado a Hualde que «no se dan las circunstancias para la investidura» de un presidente de Gobierno foral, y ha mostrado su «escepticismo» por el veto del PSN a contar con ellos en la negociación iniciada con otras formaciones.
Ha lamentado que el «motivo esencial» para su escepticismo ante una sesión de investidura es que ésta «debe ir acompañada de un proyecto para Navarra y de unos acuerdos que den estabilidad», «y eso no se da», principalmente por la «falta de interlocución» del PSN.
Ramírez ha cargado contra el PSN tras recordar sucesos pasados como el «agostazo» de 2007, cuando a última hora los socialistas navarros renunciaron a apoyar un gobierno alternativo a UPN, «una referencia histórica» que permanece a su juicio en la ciudadanía navarra, en la que «es lógico que impere una gran duda».
Sobre el motivo por el que el PSN veta a EH Bildu en este proceso, Ramirez ha interpretado que «impulsos madrileños e intereses procedentes de Madrid están influyendo de forma decisiva en la negativa del PSN a dar ese paso», por lo que ha animado a los socialistas navarros a «sacudirse esa caspa».
