Efe – Amigos y familiares de Ramón Sampedro se han reunido este domingo en la playa de As Furnas, en Xuño (Porto do Son, A Coruña), para recordar el vigésimo segundo aniversario de su muerte y reclamar al nuevo Gobierno una ley de eutanasia. Santiago de Compostela (España), lunes 13 de enero de 2020.
Sampedro, Porto do Son (A Coruña) 1943- Boiro (A Coruña) 1998, quedó tetrapléjico tras sufrir un accidente en la playa de As Furnas y falleció un día como hoy hace 22 años de forma voluntaria.
Su vida y lucha ha inspirado distintas iniciativas, entre ellas la multipremiada película ‘Mar Adentro’, Óscar a la mejor película extranjera en 2005, en la que el actor Javier Bardem interpreta al marino gallego.
La asociación Derecho a Morir Dignamente ha organizado este fin de semana en Ribeira y Porto do Son distintas actividades para reivindicar la figura de Sampedro, «pionero en reivindicar el derecho a disponer de la propia vida en España» y conmemorar el Día de la Muerte Digna de Galicia.
En la playa de As Furnas se han reunido este domingo varias decenas de personas en un emotivo acto que ha contado con intervenciones poéticas y musicales.
Tras el acto, la presidenta de la asociación en Galicia, Ascensión Cambrón, ha dicho a Efe, en conversación telefónica, que aguarda que este sea el último año que aún esté pendiente la reivindicación de Sampedro y del colectivo para «conseguir una legislación que ahorre el sufrimiento de las personas que ejerciendo su libertad reclaman el derecho a poder decidir sobre el sufrimiento que les embarga».
Ha explicado que hasta la asociación confía en que el nuevo equipo del Gobierno, con Salvador Illa a la cabeza del ministerio de Sanidad, cumpla con los compromisos de PSOE y de Unidas Podemos de legislar sobre esta materia.
Responsables de la asociación sostienen que más de dos décadas después de su muerte Ramón Sampedro se ha convertido en «un símbolo universal» de la lucha por la despenalización de la eutanasia y el derecho a decidir sobre el final de la propia vida.
En un comunicado, además, critican a la Xunta por «incumplir su propia ley» de muerte digna, aprobada por unanimidad en 2015, ya que «abruma con dificultades a las personas que intentan ejercer sus derechos sanitarios al final de la vida».
