Efe – Muchos señalan al responsable de Organización de la gestora, Fran Hervías, como artífice de estos cambios, que ven «impresentables», y afirman que la Ejecutiva provisional está actuando «como Podemos». El descontento también ha calado en muchas agrupaciones, donde los militantes se han quejado, según una serie de mensajes, de que Inés Arrimadas haya dejado el partido «en manos de unos desaprensivos» o que les esté «defraudando» cada vez más. Madrid (España), jueves 16 de enero de 2020.
Los ceses de la gestora de Cs en Asturias y Castilla-La Mancha y otros cambios inesperados en varios territorios han reavivado el malestar interno a dos meses del congreso que elegirá un nuevo líder y amenazan el consenso que reunía Inés Arrimadas tras el abandono de la política de Albert Rivera.
Estas últimas decisiones que la gestora adoptó el lunes, aunque no hicieron públicas hasta ayer, han generado muchas críticas de dirigentes y en las bases que no entienden a qué viene en este momento todos estos nombramientos (unos 59 en total) cuando el 15 de marzo se hará efectivo el relevo de la dirección.
Según el presidente de la gestora, Manuel Bofill, lo que se ha hecho es completar los órganos autonómicos respetando los Estatutos que exigen, por ejemplo, que para ser portavoz del comité es obligado ser cargo público u orgánico.
Sin embargo, el artículo 23 de los Estatutos que se refiere a los comités autonómicos no dice expresamente que para ser portavoz haya que tener un cargo orgánico o institucional.
Con este argumento, Bofill se refiere a los ceses de Ignacio Prendes, como portavoz de Cs en Asturias, y de Orlena de Miguel, en Castilla La Mancha, que fueron nombrados cuando tenían cargos institucionales u orgánicos de peso y ya no los tienen.
En cambio, sí los ejercen los que han sido nombrados en lugar de ambos, justificando así la salida de Prendes y De Miguel, dos de cinco personas que votaron en contra de la gestora continuista de Ciudadanos, elegida el pasado 30 de noviembre.
Bofill ha defendido que con estos cambios han evitado que se pudiera llegar a la asamblea extraordinaria con «situaciones irregulares».
En todo caso, estos nombramientos han agitado a muchos sectores del partido, y especialmente duro ha sido el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, que tras dimitir como secretario autonómico de Programas en un gesto de protesta, no descarta dar el paso de presentar una candidatura alternativa a Arrimadas.
Por eso ha urgido a la portavoz del Congreso a que presente su modelo y estrategia de partido para decidir si da el paso y repite el movimiento sorpresa de las pasadas autonómicas cuando se presentó contra la candidata oficialista, Silvia Clemente, cuya victoria tuvo que ser anulada por irregularidades.
Advierte además de que si la gestora sigue en la dinámica de actuar por su cuenta y sin contar con los barones territoriales, presentarán una candidatura, aunque no aclara si sería él quien la encabezaría.
El descontento también ha calado en muchas agrupaciones, donde los militantes se han quejado, según una serie de mensajes a los que ha tenido acceso Efe, de que Arrimadas haya dejado el partido «en manos de unos desaprensivos» o que les esté «defraudando» cada vez más.
Muchos señalan al responsable de Organización de la gestora, Fran Hervías, como artífice de estos cambios, que ven «impresentables», y afirman que la Ejecutiva provisional está actuando «como Podemos».
Pero también hay dirigentes que sostienen que esos «retoques» en los comités autonómicos tienen que entenderse dentro del proceso precongresual y que en muchos casos obedecen a la necesidad de cubrir vacantes, aunque alguno de estos nuevos responsables ha reconocido a Efe que sí hay un interés en promoverles y darles visibilidad de cara al cónclave.
Desde el núcleo de Ciudadanos más próximo a Arrimadas han salido a dar la cara por ella, dejándole totalmente al margen de las decisiones que ha tomado la gestora porque no forma parte de este órgano, como ha recordado el portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, quien ha respaldado su candidatura por considerar que es la dirigente que será capaz «de unir a todas las voces de este partido».
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, que tras la dimisión de Albert Rivera no descartó competir con Arrimadas, hoy ha vuelto a cerrar filas en torno a ella, recalcando que es la mejor opción «para encabezar el proyecto».
Ahora bien, cree que Igea, como cualquier otro afiliado, tiene derecho a dar la batalla por el liderazgo del partido naranja e incluso le ha animado a hacerlo.