Bárcenas carga contra la «cobardía» del PP por no admitir la caja B

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 09.03.2021. Captura de la señal Institucional de la Audiencia Nacional del extesorero del PP Luis Bárcenas en su segundo día de declaración en el juicio. Efe 

Efe – El extesorero del PP Luis Bárcenas ha cargado contra la «cobardía» de exdirigentes del partido por no «dar la cara» y admitir la financiación irregular, y ha asegurado que los papeles que la acreditan son «ciertos» y que el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy destruyó «espantado» una parte de los mismos. Madrid (España), martes 9 de marzo de 2021.

La segunda y última jornada de declaración de Bárcenas en la Audiencia Nacional, como acusado en el juicio sobre la presunta caja B del partido, ha recogido una invitación velada a exdirigentes como Mariano Rajoy o la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal para que admitan «que nos hemos equivocado, que nos hemos financiado irregularmente y que sabíamos lo que estábamos haciendo».

Él ya lo hizo, ha apuntado, en aras a la «colaboración» con la Justicia de la que ha presumido este martes y como, según él, demuestra que se estén examinando sus famosos «papeles» sobre la contabilidad en b del partido, a los que ha dado veracidad «del principio hasta el final».

Es más, en relación a 42 supuestos apuntes que aparecen relacionados con Mariano Rajoy en dicha documentación, ha indicado: «Esas cantidades que figuran recibidas por don Mariano Rajoy durante un periodo que creo que va desde 1996 o 1997 hasta el año 2008 son absolutamente ciertas».

Lo que no es verdad, según Bárcenas, que está en prisión por el caso Gürtel, es que guarde animadversión al PP, ni a la dirección actual ni a «la antigua cúpula», entre quienes ha establecido una clara distinción, sino que está «molesto» por la «cobardía» de algunos exdirigentes, a quienes ha recordado que ya no tendrán «reproche penal» en esta causa.

No obstante, ha cargado contra ese «antiguo PP» bajo el «mandato» de Rajoy, a quien ha responsabilizado de organizar una operación policial para robarle documentos y grabaciones que acreditarían «en la propia voz del señor Rajoy» esa «contabilidad extracontable». Es la llamada operación Kitchen, investigada en otra causa de la Audiencia Nacional.

Entre esas grabaciones estaría, según Bárcenas, una que afectaría al expresidente del Gobierno, correspondiente a un encuentro en su despacho donde el extesorero le entregó el remanente de la presunta caja B -25.000 euros, según declaró el lunes- por «indicación» del ex secretario general Javier Arenas, junto con las dos últimas hojas de esa contabilidad B «para que viese cómo llevábamos el tema».

«Luis, ¿pero cómo podéis llevar esto?», le contestó Rajoy, de acuerdo con la versión de Bárcenas, que ha indicado que le transmitió que era indicación de su antecesor Álvaro Lapuerta -ya fallecido-, como «garantía» por si alguien ponía en duda algún pago.

«La conversación es así de rápida y a continuación el señor Rajoy se gira en el sillón y, en una destructora que tenía detrás, destruye esos dos documentos», ha relatado.

El extesorero, que en el juicio sólo ha contestado a la Fiscalía, a la Abogacía del Estado y a su defensa, ha apuntado al comisario Andrés Gómez Gordo, exasesor de Cospedal en la Junta de Castilla-La Mancha, como la persona que afirmó que «se hizo» con dicha documentación, según el sumario del caso Kitchen, y quien «debería» aportar la mencionada grabación si no ha sido destruida.

A preguntas de su abogado, Gustavo Galán, ha asegurado también que detrás de su colaboración, anunciada en una carta a la Fiscalía a unas semanas de las elecciones catalanas, «no hay nada delirante», ni ningún acuerdo «para perjudicar al PP» en los comicios.

Tras Bárcenas ha llegado el turno de Gonzalo Urquijo, el arquitecto que realizó las obras de la reforma de la sede del PP, en la madrileña calle Génova, y cuyo presunto pago en negro con dinero de la caja B centra este juicio.

Urquijo, que se enfrenta a 3 años de cárcel, ha asegurado que Bárcenas «era alguien intocable, era como Dios», una persona a la que «nadie tenía acceso» y con quien no cree haber coincidido «más de dos o tres veces».

Al contrario de lo que dijo Bárcenas, el también propietario de la empresa Unifica, que ejecutó las obras, ha negado haber mantenido una reunión con él y con Álvaro Lapuerta, en la que le planteasen «aceptar una cantidad de forma extracontable».

«Yo esa reunión no la he tenido nunca y a mi nunca se me ha ofrecido eso», ha insistido desmintiendo la versión de Bárcenas, al tiempo que ha lamentado que «costaba mucho cobrar» con el PP.

El fiscal le ha preguntado por las certificaciones finales de las obras y, respecto a la planta baja, ha querido saber por qué aparece una por 586.000 euros y otra por más de un millón.

«Puede que se me haya pedido, igual que se me han pedido recibís o modificaciones de facturas, una certificación superior. Pedían cosas bastante extrañas, ¡eh!», ha dicho Urquijo, y ha añadido que se lo que pudieron reclamar así para «pedir más dinero arriba».

En cualquier caso, ha quitado toda «validez» al documento de la certificación por más de un millón de euros hallado en el registro al PP, porque sólo eran válidas las certificaciones finales firmadas y desglosadas.