Bolivia ya tiene la esperada ley para ir cuanto antes otra vez a las urnas

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FOTOGRAFÍA. LA PAZ (BOLIVIA), 24.11.2019. La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez (i), sostiene un documento junto a la presidenta del Senado, Mónica Eva Copa, durante la promulgación de una ley de urgencia este domingo en La Paz (Bolivia). Efe

Efe – Bolivia ya tiene la esperada ley para que cuanto antes el país se vea de nuevo en las urnas, con la sensación de que algo avanza en el objetivo de ir saliendo de la grave crisis que arrastra desde hace más de un mes. La Paz (Bolivia), lunes 25 de noviembre de 2019. 

El ambiente en el palacio de Gobierno en La Paz era de cierto alivio mientras la presidenta interina Jeanine Áñez firmaba la ley con la que se espera que Bolivia tenga nuevas elecciones a comienzos de 2020.

Jeanine Áñez no aparecía esta vez ante las cámaras rodeada de su gabinete, los mandos policiales o la cúpula militar, sino de la presidenta de la Cámara de Senadores, Eva Copa, del partido de Evo Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS).

EL CAMINO A LAS URNAS

«Bendito sea Dios por este día», exclamaba la mandataria provisional tras estampar su rúbrica y seguidamente sostener la ley ya en vigor junto con la presidenta del Senado, en la imagen del día.

Más allá del pose para la foto, la escena reflejaba el desenlace de un proceso en el que «no ha sido fácil construir el consenso», como reconocía Áñez.

Días atrás advertía a las puertas del Parlamento de que si el camino a las elecciones no se desbloqueaba con un acuerdo entre la mayoría del MAS y la oposición, convocaría a las urnas por decreto.

La ley acordada entre ambos deja claro en su primer punto que está pensada para un proceso «excepcional y transitorio», que queda sin «sin efecto legal» la votación del pasado 20 de octubre, en la que Morales fue declarado ganador para un cuarto mandato consecutivo.

Uno de los puntos clave del texto legal es el que advierte de que no podrán volver a ser candidatos quienes lleven dos mandatos seguidos en el cargo, como establece la Constitución.

Las anteriores elecciones del 20 de octubre estuvieron precedidas por las denuncias de la oposición de que la candidatura de Morales para un cuarto periodo sin interrupción era ilegal, aunque aún así decidieron medirse ante el electorado después de que fuera avalado por el órgano electoral.

Una vez que el Parlamento nombre un nuevo órgano electoral, tienen que celebrarse los comicios en un máximo de 120 días, sin esperar esta vez a trámites como las primarias en los partidos para decidir sus candidatos.

NO TODO ES CONSENSO

La ley ya está promulgada después de que durante todo el día anterior las Cámaras de Senadores y Diputados se afanaran por consensuarla, pero parece que otro proyecto no tendrá la misma unanimidad.

La propuesta de una senadora del MAS, Sonia Chiri, de una ley para dar inmunidad a Evo Morales va de aplazamiento en aplazamiento para su debate en ambas cámaras.

Un compañero de bancada, Omar Aguilar, apuntaba en los pasillos de la Asamblea Legislativa que quizás donde debe debatirse antes es en una mesa de diálogo que han instalado Gobierno, movimientos sociales afines a Morales y organismos internacionales mediadores.

«En ningún momento ha habido intención de buscar inmunidad», argumentaba el senador del partido de Morales, sino de salvaguardar que se cumpla la Constitución que establece que a un presidente no puede juzgarlo un tribunal ordinario, sino quien autorice la Asamblea o Parlamento.

Quien durante casi catorce años llevó las riendas de Bolivia está asilado en México sin que el Parlamento de su país haya cumplido aún el formulismo de pronunciarse sobre su carta de renuncia.

Para el Gobierno interino de Áñez, si vuelve, «tendrá que responder» ante las denuncias que ha presentado contra él.

«Claro que puede entrar» de regreso a su país, advertía el ministro interino de la Presidencia, Jerjes Justiniano, pero podría verse ante la Fiscalía si prosperan esas denuncias por delitos como terrorismo y sedición.

CUESTA VOLVER A LA NORMALIDAD

La vuelta a una normalidad parece demorarse en Bolivia al estilo de las esperas eternas que durante esta jornada se vieron ante las gasolineras en La Paz.

Aunque ya hay abastecimiento regular de combustible, después de días racionado, las filas son interminables e incluso hay taxistas que pasan la noche frente a la gasolinera para estar los primeros por el temor de que no llegue para todos.

Al menos la liga de fútbol ponía fin a más de un mes de espera tras haberse parado justo el día antes de los fallidos comicios del 20 de octubre.

Más de un mes en que Bolivia lleva sumida en uno de los conflictos más graves de su historia reciente, desde que al día después de aquellas elecciones comenzaron las denuncias de un fraude a favor de Evo Morales.

El pasado 10 de noviembre la Organización de Estados Americanos advirtió en un informe graves irregularidades y Morales anunció su renuncia, forzado por las Fuerzas Armadas, para al día siguiente salir hacia México.

La renuncia es calificada de «golpe de Estado» por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos.

Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, que asumió el poder el pasado 12 de noviembre, y parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.