CCC: «Los terroristas, asesinan para justificar su Causa», Homenaje 11M 2017 en Cataluña

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En la imagen, centenares de pernas durante la Misa en Memoria y Recuerdo a las Víctimas del Terrorismo, celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en la calle Balmes número 78 de Barcelona, el sábado 11 de marzo de 2017. Un acto organizado por el colectivo catalán Convivencia Cívica Catalana, entidad que lidera el profesor de la Universidad en Cataluña, Francisco Caja López. Foto Isidro Berenguer/Lasvocesdelpueblo. Lasvocesdelpueblo.

Redacción – «Ellos, los terroristas, asesinan para justificar su Causa. Sin el asesinato su Causa no es nada. El asesinato es su Causa, la causa de su Causa». Acto de homenaje a las víctimas del 11M en Cataluña. Reproducimos el Manifiesto del colectivo catalán Convivencia Cívica Catalana (CCC) cuyo presidente, Francisco Caja López, leyó una vez terminada la Misa en Memoria y Recuerdo a las Víctimas del Terrorismo, celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en la calle Balmes número 78 de Barcelona, el sábado 11 de marzo de 2017. Barcelona (España), lunes 13 de marzo de 2017. Fotografía: En la imagen, centenares de pernas durante la Misa en Memoria y Recuerdo a las Víctimas del Terrorismo, celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en la calle Balmes número 78 de Barcelona, el sábado 11 de marzo de 2017. Un acto organizado por el colectivo catalán Convivencia Cívica Catalana, entidad que lidera el profesor de la Universidad en Cataluña, Francisco Caja López. Foto Isidro Berenguer/Lasvocesdelpueblo. Lasvocesdelpueblo.

Palabras para la clausura del acto de homenaje a las víctimas del terrorismo celebrado el 11 de marzo de 2017

«Sobre la naturaleza de este acto.

 ¿Es tan difícil de entender que queramos mostrar uno por uno nuestro respeto por la dignidad de las víctimas?

Es necesario recordar la naturaleza de este acto. Se trata de un homenaje público a las víctimas del terrorismo. Un homenaje público no equivale a un homenaje institucional. Con ello queremos mostrar que, con independencia de lo que hagan o deban hacer nuestros representantes políticos, nosotros en nuestra condición de ciudadanos queremos honrar públicamente a nuestras víctimas, la víctimas de la democracia.

¿Es tan difícil de entender que queramos mostrar uno por uno nuestro respeto por la dignidad de las víctimas, honrarlas públicamente? Mostrar que con independencia de lo que están obligadas a hacer nuestros representantes políticos, no sentimos interpelados personal e individualmente por las víctimas, que no podemos ni debemos delegar nuestra responsabilidad y el deber de honrarlas.

Otra cosa es que este acto cobre una significación distinta por el hecho de que ninguna institución pública en Cataluña se ha dignado convocar en el día de hoy, 11 de marzo “Día internacional de las Víctimas del Terrorismo”, acto alguno: ni Generalitat, ni Ayuntamiento de cualquier ciudad catalana.

¿Por qué ellos y no nosotros? Las víctimas del terrorismo no han sido victimizadas no por su condición particular

Sea como sea, las macrovíctimas de terrorismo no interpelan uno por uno.

Por eso la responsabilidad es no sólo de las instituciones, es de cada uno de nosotros. Esto se hace evidente con sólo enunciar la pregunta: ¿por qué ellos y no nosotros? Las víctimas del terrorismo no han sido victimizadas no por su condición particular. Han sido elegidas en nuestro nombre, como lo podría haber sido cualquiera de nosotros. Para que las decisiones políticas se adopten sin nosotros, con el fin de excluirnos del ámbito de la política. 

Los ciudadanos elegimos a nuestros representantes. Pero esta representación no es una patente de corso. Ni un testamento cuya vigencia empieza el día posterior al de las elecciones. Nuestra responsabilidad para con las víctimas no la hemos enajenado ni delegado. Y no lo podemos hacer. Porque, en una sociedad democrática, el delito de terrorismo no interpela a uno por uno.

Sobre el delito de terrorismo

Esto es lo monstruoso del delito de terrorismo

La grandeza y la miseria del ser humano es poder escoger entre el bien el mal. Pero que nadie crea que la cosa es simple. Hay cosas aún más terribles que hacer simplemente el mal, que asesinar a un conciudadano porque sí.

Más terrible aún, lo sumamente terrible es asesinar a un ciudadano, atentar contra su vida, y reivindicar el asesinato de un ser humano, de cualquiera, porque para esa función sirve cualquiera, desde uno de los padres de la Constitución hasta un ciudadano desconocido,  y reivindicar el asesinato como un bien. Esto es lo monstruoso del delito de terrorismo.

Los terroristas, asesinan para justificar su Causa. Sin el asesinato su Causa no es nada

Pretenden que olvidemos. El caso está cerrado nos dicen. Pero son ellos los que vuelven a abrir la herida cada vez que nos los dicen, ¿para que olvidemos que los han olvidado? Pero nosotros no olvidamos que no hay causa legítima alguna para asesinar a un semejante. Ellos, los terroristas, asesinan para justificar su Causa. Sin el asesinato su Causa no es nada. El asesinato es su Causa, la causa de su Causa.

En la imagen, centenares de pernas durante la Misa en Memoria y Recuerdo a las Víctimas del Terrorismo, celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en la calle Balmes número 78 de Barcelona, el sábado 11 de marzo de 2017. Un acto organizado por el colectivo catalán Convivencia Cívica Catalana, entidad que lidera el profesor de la Universidad en Cataluña, Francisco Caja López.. Lasvocesdelpueblo.

Rendir homenaje a las víctimas de terrorismo significa: no tolerar que, de este modo, el asesinato se presente como el Bien. Porque eso es lo que pretenden los terroristas. Pero no nos confunden: con sus asesinatos pretenden justificar su injustificable Causa. Para ellos, los terroristas y quienes los alientan, quienes los encubren, el medio justifica el fin.

Su verdadera Causa es la de presentar el Mal como el Bien. Tolerancia cero para eso

Su verdadera Causa es la de presentar el Mal como el Bien. Tolerancia cero para eso. Porque eso nos interpela, por eso estamos hoy aquí. Ante eso no podemos mirar hacia otro lado, porque tolerar eso es mucho peor que tolerar el Mal, es tolerar que el Mal producido efectivamente se presente como el Bien. Su bien no resiste una simple objeción

¿Bien, para quién? Si no es un bien para todos, universal, no es un bien político. Y esta dimensión, lo político, nos define como seres humanos: el hombre es un animal político.

Si suprimimos lo político de nuestra definición ¿qué nos queda? Un animal, entonces el hombre es un lobo para el hombre. En eso nos convierte el terrorismo en todas sus especies, desde la perpetración del asesinato hasta su encubrimiento o el mirar hacia otro lado.

No sólo las víctimas perdieron su vida y su dignidad en 11 de marzo de 2004

Han transcurrido ya 13 años desde el 11 M de 2004. ¿Han recibido las víctimas la reparación a la que un Estado de derecho está obligado? Evidentemente no. ¿Cómo puede existir reparación cuando los verdugos disfrutan de la más absoluta de las impunidades?

No sólo las víctimas perdieron su vida y su dignidad en 11 de marzo de 2004. La perdimos todos los españoles, y con la dignidad, la justicia y la verdad. Los terroristas han conseguido su objetivo: despojarnos de nuestra condición política atentando contra  y quebrando contra el vínculo que nos hace ciudadanos.

El Estado de derecho no tiene otro fundamento que el de garantizar que la Ley se cumple. Una Ley que el Estado se compromete a cumplir y hacer cumplir para que nuestros derechos, el primero el derecho a la vida, sea respetado. A cambio de ello el ciudadano cede al Estado el monopolio de la violencia.

Porque no hay duda de que el Mal existe. Y esa expresión «monopolio de la violencia» no quiere decir otra cosa que el Estado tiene la obligación de ejercerla contra todo intento de lesionar los bienes jurídicos que fundamentan su existencia. Y por supuesto eso exige que en el caso de que esos derechos, los derechos de los ciudadanos, sean lesionados, se castigue a los que resultan culpables.

¿Cuál es su convicción personal sobre la identidad los autores reales del 11M?

Si esto es así, es lícito preguntar: ¿el Estado ha cumplido su función cuando no ha evitado que se atente contra la vida de los ciudadanos y cuando ni siquiera ha sido capaz de identificar a los responsables? Un magistrado cuya intervención en el juicio del 11M fue decisiva afirmaba en privado al ser preguntado: con independencia de lo probado en el juicio.

¿Cuál es su convicción personal sobre la identidad los autores reales del 11M? Esta fue su respuesta: el pueblo español no está preparado para conocer la verdad. Esta es la verdad del 11M.

No existe una razón particular para que sean ellos y no nosotros

Porque la víctimas de terrorismo no son víctimas cualesquiera. Precisamente porque, como decía al principio, podría ser cualquiera. Son macrovíctimas, víctimas públicas, víctimas políticas.

Esto es, ostentan, ellas sí, una representación extraordinaria: representan a todos y cada uno de los ciudadanos. Sin duda, ellos sí, han sido elegidos: porque sí. No existe una razón particular para que sean ellos y no nosotros. Y eso les hace poseedores de una condición universal, política en el más estricto sentido.

Representantes por tanto del pueblo, sin condiciones, del demos. No de un partido, no de una ideología o de una clase.

Honrarlos es honrar la democracia, es fortalecerla. Testigos del pueblo

Testigos del pueblo. Son ellos los que lo representan puramente. Su asesinato testimonia la esencia de la democracia: su muerte sólo puede tener un sentido: acabar con la democracia.

Honrarlos es honrar la democracia, es fortalecerla. Recordarlos es recordar el mal diabólico, el mal universal, que como seres humanos nos amenaza siempre: que somos capaces de males universales. Y este recordatorio es lo único que nos protege de él. De no hacer nada para combatirlo.

Barcelona a 11 de marzo de 2017».