Ciudadanos lucha contra sí mismo y contra Abascal: «VOX ha eclipsado a Ciudadanos»

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Los de Arrimadas denuncian ante la opinión pública que en nuevo Gobierno de Pablo Iglesias  (Unidas Podemos) y Pedro Sánchez (PSOE) pretende hacerlos desaparecer y a cambio, trabajan ya para «inflar a VOX» de Santiago Abascal conde para así justificar y tapar los errores del Gobierno de coalición y presentar a VOX como la «única oposición» y alternativa a la coalición Iglesias y Sánchez. «Ni Vox es una solución, recalcan, ni tampoco lo es el PP, que está otra vez en los intereses de partido, porque, si hubiera querido» -reprochan fuentes del partido de Inés Arrimadas- «el PP podría haber apoyado la vía de los 221 escaños para que Sánchez no gobernara con Podemos apoyado por los nacionalistas». Los de Arrimadas dejan claro que VOX es su primer problema y que van a desaparecer si no acaban con VOX. Lamentan que el partido de Santiago Abascal «haya eclipsado a Ciudadanos, capitaneando el mensaje constitucionalista». «Nos hemos diluido en el voto del enfado que aglutina Vox», insisten al poner el acento en que Inés Arrimadas, aún pendiente de confirmar su liderazgo en la Asamblea de marzo de 2020, tiene que «reorientar el mensaje para repescar a todos esos votantes que perdieron el 10-N y posicionarse sin titubeos en el centro político». Una lucha de Ciudadanos contra Ciudadanos para sobrevivir ante el auge de VOX. para no saber qué hacer y creen que la solución no sea tampoco el acercamiento al PSOE. «Es de lo más inaudito. ¿Quién va a confiar en nuestro proyecto, qué valor o utilidad tenemos?», se preguntan desde Ciudadanos. Barcelona (España), lunes 13 de enero de 2020.

Ciudadanos afronta la legislatura más complicada desde que desembarcó en el Congreso en 2016, al quedarse con una escueta representación parlamentaria de solo diez diputados después de haber rozado la segunda posición en la Cámara y con el peligro de quedar atrapado en la invisibilidad, entre el PP y Vox. 

En este escenario tan fragmentado, con 22 fuerzas políticas sentadas en el hemiciclo, el más polarizado de los últimos años, la formación naranja tiene por delante el reto de hacerse oír por encima del ruido y el alboroto, que podría instalarse en la Cámara a partir de ahora tal como se vio en el debate de investidura.

Un tono alimentado por el PSOE, aseguran a Efe fuentes de la dirección del grupo parlamentario naranja, que busca sobre todo «inflar a VOX» con el fin de que todo el mundo se convenza de que la única oposición que tiene el Gobierno es VOX.

Se trata de una estrategia que puede al principio dejar a Ciudadanos sin foco porque «la indignación conecta con la gente y con las vísceras», reconocen, pero los ciudadanos, más allá del enfado y la ira que aseguran compartir, lo que quieren son soluciones.

Y desde el inicio, explican, el partido naranja ha planteado alternativas para resolver los problemas: «Si la respuesta es solo que esto es un desastre y que Sánchez ha engañado y que pacta con los separatistas, algo que ya sabemos, poca solución hay».

«Ni Vox es una solución, recalcan, ni tampoco lo es el PP, que está otra vez en los intereses de partido, porque, si hubiera querido» -reprochan fuentes del partido de Inés Arrimadas- «el PP podría haber apoyado la vía de los 221 escaños para que Sánchez no gobernara con Podemos apoyado por los nacionalistas».

En todo caso, aseguran las mismas fuentes, los españoles «poco a poco se están dando cuenta y se están cansando de la bronca». «Esa estrategia se agota», dicen en referencia a VOX y PP.

Aunque son conscientes de que su capacidad legislativa ha quedado muy mermada, tienen ya preparado un arsenal parlamentario centrado en las cuestiones económicas, teniendo en cuenta sobre todo la incidencia de Podemos y los temas de regeneración y reforma del Estado, que, según Cs, van a centrar otra vez el debate.

Otros dirigentes, en una conversación con Efe, lamentan que el partido de Santiago Abascal «haya eclipsado a Ciudadanos, capitaneando el mensaje constitucionalista». «Nos hemos diluido en el voto del enfado que aglutina Vox», insisten al poner el acento en que Inés Arrimadas, aún pendiente de confirmar su liderazgo en la Asamblea de marzo de 2020, tiene que «reorientar el mensaje para repescar a todos esos votantes que perdieron el 10-N y posicionarse sin titubeos en el centro político».

En la investidura ya vieron a Arrimadas «hacer guiños» para acercarse al centro, pero subrayan que aún está tutelada por una gestora conformada por la anterior dirección y, por tanto, aún no tiene las manos libres para conformar su equipo y su propia línea política.

Hay otros miembros de Cs más críticos que no vieron con muy buenos ojos el papel de Arrimadas durante el debate de investidura y consideran que, sobre todo, perseguía «competir con el PP y Vox».

Eso, opinan, dejó a los votantes «naranjas huérfanos», al quedar el espacio de centro desdibujado entre dos los dos bloques «VOX y Podemos».

Son, además, especialmente duros con el hecho de que la futura líder de la formación basara su discurso en «tender la mano a Pedro Sánchez con un pacto constitucionalista de 221 escaños, a la vez que animaba a diputados socialistas a romper la disciplina de partido y votar en contra de Sánchez», según recoge Efe.

«Es de lo más inaudito». «¿Quién va a confiar en nuestro proyecto, qué valor o utilidad tenemos?», se preguntan.