(CJTM) critica el «adoctrinamiento de menores» españoles por la izquierda con panfletos transexuales

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Un panfleto ultra extremista izquierdista de Chrysallis Euskal Herria facilitado por el colectivo CJTM a Lasvocesdelpueblo.

Redacción – La extrema izquierda en España pretende mantener que hay «chicas con vulva y chicas con pene y hay chicos con vulva y chicos con pene». Y es que la extrema izquierda una vez al poder en los Ayuntamientos y comunidades autónomas de la patria intenta imponer su moral extremista a los buenos hijos de España. Desde el colectivo extremistas izquierdista «Chrysallis Euskal Herria» se esta promocionando un material didáctico que se pretende implantarse a toda la sociedad educativa española, a pesar de representar sus promotores a una «minoría minoritaria que se irroga el derecho a educar a todos nuestros hijos sobre la sexualidad y las conductas sexuales». En este sentido, el colectivo español «Centro Jurídico Tomás Moro» (CJTM) manifesto públicamente este jueves 21 de abril 2016 su «perplejidad al constatar la toxicidad con la que impunemente se envenena y adoctrina a los menores a través de panfletos editados por asociaciones transexuales». Madrid, viernes 22 de abril 2016. Fotografía: Un panfleto ultra extremista izquierdista de Chrysallis Euskal Herria facilitado por el colectivo CJTM a Lasvocesdelpueblo.

Dice esta asociación extremista que «Hasta ahora, en los centros escolares se ha transmitido el planteamiento: chico-pene y chica-vulva«, destaca el colectivo CJTM, algo que, a su juicio de la asociación extremista izquierdista, «no es correcto y niega la existencia de una parte de las niñas y los niños», denuncia el CJTM. Por cuanto en esencia, añade el colectivo español, se pretende mantener que hay «chicas con vulva y chicas con pene y hay chicos con vulva y chicos con pene».

¿Es lícito que las autoridades educativas permitan la distribución de folletos en los que se afirma que hay «chicas con vulva y chicas con pene y hay chicos con vulva y chicos con pene»? ¿Es posible que nuestras autoridades educativas permitan la difusión de contenidos que persiguen fines contrarios a la ley como es la corrupción y el adoctrinamiento de menores?

La aberrante educación a los menores en el ámbito sexual que se quiere imponer en las escuelas

Por eso, desde el colectivo CJTM, aseguran fuentes de la entidad a Lasvocesdelpueblo, «manifestamos públicamente nuestra perplejidad al constatar la toxicidad con la que impunemente se envenena y adoctrina a los menores a través de panfletos editados por asociaciones transexuales. Porque según CJTM, la extrema izquierda a través de sus colectivos como «Chrysallis Euskal Herria» «promociona» un material «didáctico que se  pretende implantarse a toda la sociedad  educativa, a pesar de representar sus promotores a una minoría minoritaria que se irroga el derecho a educar a todos nuestros hijos sobre la sexualidad y las conductas sexuales». subraya la entidad española.

Dice esta asociación extremista que «Hasta ahora, en los centros escolares se ha transmitido el planteamiento: chico-pene y chica-vulva», destaca el colectivo CJTM, algo que, a su juicio de la asociación extremista izquierdista, «no es correcto y niega la existencia de una parte de las niñas y los niños», denuncia el CJTM.

Según asegura el colectivo CJTM, Desde la citada asociación extremista han editado una guía didáctica titulada «Chicas y chicos. Identidad y cuerpo», hechos que, continúa denunciando, «supone un claro atentado a la salud mental de nuestros menores, y que supone un atentado a la ciencia».

 «Siempre hemos defendido que en lo relativo a la sexualidad de los menores son los padres y madres»

Por cuanto en esencia, añade el colectivo español, se pretende mantener que hay «chicas con vulva y chicas con pene y hay chicos con vulva y chicos con pene», denuncia CJTM al portal español de noticias Lasvocesdelpueblo. Por lo que desde el Centro Jurídico Tomas Moro, afirman fuentes de la organización, «siempre hemos defendido que en lo relativo a la sexualidad de los menores son los padres y madres – «páter familias»-  los que tienen el íntimo y sagrado derecho de educar en libertad a sus hijos en cuestiones de moral,  y sexología», recuerdan.

Así se recoge en el actual código civil español art 154: «los hijos no emancipados están bajo la patria potestad de los progenitores y la patria potestad comprende el deber y la facultad de velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos y educarlos y procurarles una formación integral», explica el colectivo CJTM.

De la misma forma el art 27.3 de la CE establece que los poderes públicos garantizaran el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

Evidentemente es claro y palmario que los padres gozan de un derecho positivo a la educación de sus hijos, y que así consta tanto en la Constitución de la patria como en la Declaración Universal de Derechos Humanos y múltiples pactos y convenciones internacionales. Es más, es un derecho natural intrínseco a la paternidad, añade CJTM.

CJTM pide a las instituciones del Estado respeto para los niños y sus padres

Por ello «el Estado de la Nación», señalaran fuentes de CJTM, «los gobiernos autonómicos y forales, los entes locales y las entidades, fundaciones y asociaciones deben velar en sus propias e importantísimas competencias en materia de educación y enseñanza por el respeto a los derechos de los menores y de sus padres, y han de ser particularmente sensibles  a los deseos de los padres sobre el tipo de educación formativa, moral sexual y religiosa que desean para sus hijos, ya que se trata –insistimos-  de un derecho fundamental y por consiguiente acreedor de la máxima protección jurídica», pide la organización española.

Al juicio de CJTM, solamente un Estado que garantice plenamente los derechos fundamentales -de todos- «tiene plena legitimidad democrática», dice. Deben por tanto el Estado y los diferentes gobiernos locales y autonómicos actuar contra asociaciones que hurtan y quieren negar ese derecho fundamental de los padres, «para cumplir con otros fines de adoctrinamiento no amparados por la ley ni el sentido común».

Asimismo, CJTM entiende que esa actuación de los poderes públicos «sería velar auténticamente por el cumplimiento de los derechos fundamentales; de lo contrario en el caso de que los poderes públicos se abstenga de ejercitar sus competencias de protección a los menores tendremos que ser otro tipo de asociaciones comprometidas con las libertades ciudadanas las que velemos y exijamos que se haga así».

Y si es necesario recurrir a los tribunales de justicia, concluye CJTM, «vigilando igualmente cualquier tipo de subvenciones públicas a asociaciones minoritarias que ataquen los derechos fundamentales de los padres pretendiendo implantar sus propias obsesiones sexuales en los diferentes niveles educativos», sentencian fuentes del colectivo español.