CJTM: El «Vientre de Alquiler» supone el reconocimiento legal de explotación sexual de la mujer

0
731
FOTOGRAFÍA. HOLANDA, 13.06.2016. Lunes 13 de junio de 2016. En la imagen. Un grupo de mujeres embarazadas en Holanda. Vientre de alquiler o gestación subrogada: ¿Qué opinas? (I) El vientre de alquiler o la gestación subrogada significa lo mismo: tener un bebé con el vientre de otra mujer, una práctica prohibida en España que divide a la sociedad, incluso en materia semántica: los que están a favor prefieren hablar de gestación subrogada, los contrarios lo llaman vientre de alquiler. Efe Salud ha analizado este tema a fondo y ha hablado con quienes defienden que es una necesidad que se debe regular y una vía más para ser padres, y quienes consideran que es un negocio puro y duro, que convierte a la mujer en una mercancía. También hemos conversado con una madre que ha alquilado su vientre, un padre que tiene un hijo de gestante subrogada y una pareja de jóvenes que acaban de optar por esta alternativa. Lo hemos dividido en una serie de tres capítulos que vamos a publicar a lo largo de esta semana. Aquí tienes el primero. Efe.

Redacción – La Gestación Subrogada (eufemismo de  vientre del alquiler) supone el reconocimiento legal de la explotación sexual de la mujer y la mercantilización de la vida. Así denuncia el colectivo español que defiende los derechos de las familias, padres y madres españolas denominado Centro Jurídico Tomás Moro (CJTM), este miércoles 1 de febrero de 2017. Madrid (España), jueves 2 de febrero de 2017. Fotografía: Agencia Efe. Lunes 13 de junio de 2016. En la imagen. Un grupo de mujeres embarazadas en Holanda. Vientre de alquiler o gestación subrogada: ¿Qué opinas? (I) El vientre de alquiler o la gestación subrogada significa lo mismo: tener un bebé con el vientre de otra mujer, una práctica prohibida en España que divide a la sociedad, incluso en materia semántica: los que están a favor prefieren hablar de gestación subrogada, los contrarios lo llaman vientre de alquiler. Efe Salud ha analizado este tema a fondo y ha hablado con quienes defienden que es una necesidad que se debe regular y una vía más para ser padres, y quienes consideran que es un negocio puro y duro, que convierte a la mujer en una mercancía. También hemos conversado con una madre que ha alquilado su vientre, un padre que tiene un hijo de gestante subrogada y una pareja de jóvenes que acaban de optar por esta alternativa. Lo hemos dividido en una serie de tres capítulos que vamos a publicar a lo largo de esta semana. Aquí tienes el primero. Archivo Efe.

CJTM: «Sí es un gran problema ético, moral, social y jurídico, pues hasta  6 adultos pueden llegar a litigar por la maternidad / paternidad de los menores: la madre genética (donante de óvulos), la madre gestante (el vientre de alquiler), la mujer que ha encargado el bebé, el padre genético (donante de esperma), el marido o pareja de la madre gestante (que tiene la presunción de paternidad), y el hombre que ha encargado el bebé».

Los vientre de alquiler, «sí es un delito, pues está prohíbo el tráfico de menores y la explotación sexual de las mujeres» 

En los últimos días se está intensificando la campaña para legalizar en España los vientres de alquiler, por lo que el Centro Jurídico Tomás Moro se ve en la necesidad de informar a la sociedad de la realidad moral, legal y económica de los vientres de alquiler, explican fuentes d ela entidad.

Para CJTM, «la mujer alquila su cuerpo, normalmente bajo algún tipo de coacción (constatándose que en algunos países la subrogación se encuentra unida a redes de prostitución), convirtiéndose dicha práctica en una nueva forma de explotación, con la agravante de que el niño fruto del contrato es utilizado como producto comercial».

«Ante los constantes ataques a la dignidad de la mujer, y el fomento del tráfico internacional de menores, es necesario una vez más recordar qué es y qué no es un vientre de alquiler», aseguran.

No es una nueva técnica de reproducción, «sino una antigua lacra al suponer la mercantilización de la mujer», han dicho.

Sí es un negocio rentable, pues solo es posible si existe transacción económica entre los padres biológicos y la madre gestante.

Tampoco, han añadido, el vientre de alquiler, «no es un procedimiento igualitario, ya que sólo los más pudientes pueden subrogar un vientre», apuntan.

«Sí es un delito, pues está prohíbo el tráfico de menores y la explotación sexual de las mujeres», añaden.

«No es ningún progreso ni avance social, pues supone una nueva forma de explotación de la mujer y tráfico de personas que convierte a los niños en productos comerciales».

CJTM: «Sí es un gran problema ético, moral, social y jurídico, pues hasta  6 adultos pueden llegar a litigar por la maternidad / paternidad de los menores: la madre genética (donante de óvulos), la madre gestante (el vientre de alquiler), la mujer que ha encargado el bebé, el padre genético (donante de esperma), el marido o pareja de la madre gestante (que tiene la presunción de paternidad), y el hombre que ha encargado el bebé».

«No busca el bien del niño, sino satisfacer el capricho o deseo de unos adultos de ser padres a cualquier precio».

Por ello el Centro Jurídico Tomás Moro considera que es necesario oponerse a cualquier «norma que suponga la esclavitud sexual de la mujer y el tráfico de menores, y es necesario igualmente defender la dignidad de la mujer», remachan.

Además, subrayan para defender «el interés de los menores, aún de aquellos no nacidos pero si concebidos, por lo que instamos a la sociedad española a que no permanezca neutral ante el intento de algunas organizaciones y algunos líderes políticos de dar carta de naturaleza en el ordenamiento español a la esclavitud sexual de las mujeres y al lucrativo tráfico comercial de menores», sentencian.