Colombia pone fin a medio siglo de conflicto armado en el país con la guerrilla las FARC

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FOTOGRAFÍA. lA HABANA (CUBA), 24.08.2016. Imagen de una pantalla con la transmisión por televisión de la firma del acuerdo final que cierra las negociaciones de paz desarrolladas en La Habana durante los últimos cuatro años entre el Gobierno de Colombia y las FARC hoy, miércoles 24 de agosto de 2016, en Bogotá (Colombia). Efe.

Efe.- Bogotá (Colombia), jueves 25 de agosto de 2016. Colombia pone fin a medio siglo de conflicto armado en el país con la guerrilla las FARC. Colombia llega a la meta de un acuerdo de paz y abre el camino al plebiscito. Colombia acaricia la ansiada paz con el acuerdo final entre el Gobierno y las FARC. Casi cuatro años de negociaciones arduas e intensas culminaron hoy en La Habana con un histórico acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC, anunciado en un acto formal en el que se vieron lágrimas, aplausos y la emoción de poner fin a una guerra de más de medio siglo.

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Queda pendiente la firma del documento, en un acto que tendrá lugar en Colombia en una fecha aún por concretar, pero todo apunta a que será en las próximas semanas y ahí empezará la cuenta atrás de 180 días para que la insurgencia abandone la lucha armada, sin un solo fusil en su poder.

Colombia llegó hoy a la meta de un histórico acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC tras casi cuatro años de negociaciones que abre una nueva era en el país y cuyo contenido deberá ser ratificado en un plebiscito que se celebrará el 2 de octubre. Tras el anuncio hecho en La Habana, sede de los diálogos, por los equipos negociadores y los países garantes, el presidente Juan Manuel Santos se dirigió a los colombianos en un discurso en que les reiteró que ellos tendrán la última palabra sobre los acuerdos alcanzados.

Además le puso fecha a ese referéndum, será el domingo 2 de octubre de este año. Para llegar a esa consulta, que ya tuvo el visto bueno de la Corte Constitucional, el mandatario enviará mañana al Congreso el texto definitivo del Acuerdo Final y le informará acerca de la decisión de convocar el plebiscito en la fecha indicada.

«A partir de mañana será publicado en los sitios web y en las redes sociales de las entidades públicas, en los medios de comunicación, el texto del Acuerdo Final para que todos los colombianos puedan conocerlo», explicó Santos sobre el inicio de la campaña por el «sí». En frente tendrá la dura de oposición del expresidente Álvaro Uribe, que se ha convertido en el principal opositor a este proceso y ha situado a su partido, el Centro Democrático, a favor del «no» en el plebiscito.

Su antecesor, Andrés Pastrana, también ha vertido duras críticas al proceso pese a que comandó el fallido proceso de paz de El Caguán, entre 1998 y 2002, y también ha anunciado que pedirá a los ciudadanos un voto negativo en el referéndum. En los últimos días el vicepresidente, Germán Vargas Lleras, se ha mostrado dubitativo sobre la decisión que tomará, lo que augura y dibuja el duro camino hacia el 2 de octubre en el que la faceta sentimental de los colombianos jugará un rol clave.

Santos inició hoy el camino por el «sí» al decir que van a divulgar todo el acuerdo para que los ciudadanos «tengan toda la información» y «todo el criterio» para que dispongan de los elementos «para decidir su voto, libremente y en conciencia». «Nadie -en Colombia o en el exterior- podrá decir que no tuvo la posibilidad de conocer el acuerdo», aseveró Santos, quien agradeció a Pastrana y Uribe, así como a los antecesores de estos: Belisario Betancur, Virgilio Barco, César Gaviria y Ernesto Samper, por su labor en la búsqueda de la paz.

Pese a las dificultades de la campaña que se avecina, el jefe de Estado destacó que este miércoles comenzó «el fin del sufrimiento, el dolor y la tragedia de la guerra». Además, detalló que el texto acordado es «definitivo» e «inmodificable», lo que abre una gran incógnita en caso de que gane el «no» en el plebiscito.

El mandatario destacó que el acuerdo «es un conjunto de compromisos articulados entre sí para terminar el conflicto armado» que dará a Colombia «la oportunidad de construir juntos una paz estable y duradera para todos». En este sentido, subrayó que para ello es necesario «garantizar que los alzados en armas se reincorporen a la vida civil y legal».

«Los antiguos miembros de las FARC -ya sin armas- podrán acceder a la vida política del país, en democracia. Deberán, como cualquier otra organización partidista, convencer con propuestas y argumentos a los ciudadanos para ser elegidos», apostilló. Como parte de esa participación la guerrilla desarmada tendrá unos portavoces en el Congreso, «con voz pero sin voto», para discutir la implementación de los acuerdos hasta el 2018.

A partir de ese año participarán en las elecciones con una «representación mínima» asegurada por dos periodos, si no logran el umbral electoral. Además, el acuerdo refleja, según recordó Santos, que las FARC adquirirán el compromiso de «romper cualquier vínculo que hayan tenido con el narcotráfico», así como a colaborar «con acciones concretas» para combatirlo.

«¡La paz es su victoria, y es la victoria de todos los colombianos!», concluyó Santos. La jornada levantó un interés mayor que en otras fechas cruciales del proceso de paz, cuando los ciudadanos del país mostraron una cierta desidia con los avances de las negociaciones. Ese desinterés cayó y miles de personas se reunieron hoy en Bogotá en respuesta a una convocatoria de varias organizaciones civiles para acoger el anuncio hecho en La Habana, sede de los diálogos, bajo banderas de movimientos políticos de distinto signo.

Desde el inicio del día, diferentes voces se pronunciaron sobre el acuerdo que, pese a no conocer los detalles, fue anticipado ayer. El defensor del Pueblo, Alfonso Cajiao, varios gobernadores, ministros o el director de la Unidad de Víctimas, Alan Jara, que estuvo secuestrado durante más de siete años por las FARC, mostraron su satisfacción por el acuerdo. Ahora comienza un nuevo camino en el que su participación y capacidad de convocatoria será fundamental de cara al plebiscito.