Con la ultraizquierda en el Poder en Madrid bajaron las intervenciones contra venta ilegal

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 30.06.2019. Un grupo de manteros muestra sus productos al público que transita por la Gran Vía de Madrid. Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – «Antes» —explica un materos (vendedor del Top-Manta)— «con» la alcaldesa de la extrema izquierda en el Ayuntamiento de Madrid, «Manuela Carmena, te quitaban la mercancía, pero ahora te cogen cuatro o cinco policías y te detienen», relata a Efe un mantero que vende bolsos en la calle Preciados junto a otros cuatro compañeros. Madrid (España), domingo 30 de junio de 2019. 

Dice que ahora ellos venden en grupos, con un ojo en la manta y otro en el horizonte por si viene la Policía. Los datos oficiales dicen que con el gobierno de Manuela Carmena en Madrid bajaron las intervenciones contra la venta ilegal, pero ellos lo niegan y piden al nuevo alcalde que no les criminalice ni fomente un discurso del odio.

José Luis Martínez-Almeida (PP) aprovechó la celebración el lunes del patrón de la Policía Municipal, San Juan, para advertir de que mantendrá «tolerancia cero» con la venta ambulante. El equipo de gobierno de PP y Ciudadanos entienden que el anterior gobierno de Ahora Madrid no tenia este compromiso, al igual que aseguran la mayoría de los representantes de los agentes.

Esa misma tarde un grupo de unos cincuenta manteros se concentró frente a las dependencias de la Policía Municipal en la calle Montera para protestar por la detención de un compañero, sin que el incidente llegase a más.

Así el ambiente está «caldeado», según reconocen a Efe los propios manteros, policías del distrito y los representantes de los agentes, que insisten en que la Policía tiene que cumplir la ley en este ámbito como en todos y reclaman un apoyo institucional claro.

«Antes, con Carmena, te quitaban la mercancía, pero ahora te cogen cuatro o cinco policías y te detienen», relata a Efe un mantero que vende bolsos en la calle Preciados junto a otros cuatro compañeros.

Mientras todos vigilan si viene la Policía, este vendedor relata que trabajaba como albañil pero se quedó en paro.

«Solo queremos vivir y tranquilidad. Si nos dan trabajo dejamos la manta», explica.

Cuando este vendedor y sus compañeros ven subir por la calle Preciados un coche de Policía Municipal se avisan entre sí, tiran de las cuatro cuerdas que hay en los extremos de la manta para recoger el género y se cuelgan el petate antes de salir andando rápido. Los agentes les ven alejarse y no les persiguen.

Esta escena se repite a mediodía varias veces en la calle Preciados y en la Puerta del Sol, donde se distribuyen una veintena de manteros, la mayoría con bolsos y zapatillas deportivas.

El portavoz del Sindicato de Manteros de Madrid, Malick Gueye, sostiene que las declaraciones de Almeida son «irresponsables» y «muy peligrosas» y le exige a él y al resto de políticos «que dejen de criminalizar a los manteros y fomentar el odio hacia el colectivo».

Malick niega a Efe que haya mafias e insta «a ir a la raíz del problema, que son leyes racistas como la Ley de Extranjería», ya que «la manta no es el sueño de ninguno» de los aproximadamente 300 manteros que calcula que hay en la capital, el 90 % sin papeles ni posibilidad de formarse.

Niega que durante el mandato de Manuela Carmena hubiera «mano blanda» con este colectivo: «En los últimos tres años ha habido persecuciones y de hecho nunca había habido tantas detenciones. Carmena dejó mano libre a la policía para ir contra las manteros y hubo agresiones».

La opinión del portavoz del Sindicato de Manteros la comparte SOS Racismo Madrid, cuya presidenta, Paula Guerra, pide una solución laboral y asegura que Manuela Carmena «se quedó en buenas intenciones, y ahora tenemos a un hombre abiertamente racista que va a criminalizar aún más a un colectivo estigmatizado».

Nada tiene que ver esta versión con la de dos agentes de la zona, que aseguran que ahora hay más manteros que hace unos años y están «envalentonados» tras una etapa en la que «había directrices por la que no se podía intervenir en determinadas zonas».

Aseguran que los vendedores están «perfectamente organizados, con móviles, y si a alguno le quitan la mercancía pasa a ser aguador y alerta al resto de la presencia policial».

Desde el sindicato mayoritario en la Policía Municipal, el CPPM, valoran el apoyo del alcalde, ya que «siempre será mejor que apoye a la policía que a los que incumplen las normas establecidas», sostiene Alberto Cid, su portavoz, en alusión a algunos exconcejales de Ahora Madrid como Rommy Arce, procesada por injurias a agentes municipales tras la muerte de un mantero en el barrio de Lavapiés.

«Esta actividad ilegal aumentó con el anterior equipo de gobierno, que no nos enviaba a trabajar algunas zonas y que hizo una instrucción el verano pasado que nos dificultaba el trabajo», asegura Cid, que detalla que en ese documento se impedía transitar con vehículos policiales por zonas peatonales e intervenir hasta garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. También obligaba a avisar antes a la Policía Nacional si hubiese alteración de orden público.

Desde CSIT-UP y el Sindicato de Policía Asociada, José Francisco Horcajo incide en que Ahora Madrid «hizo una normativa que ataba a los agentes de pies y manos».

El presidente de la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU), Carlos Bahón, afirma que «con Carmena, el apoyo institucional lo tenían más los manteros que los policías» y ahora ese colectivo tendrá que volver a entender que «la Policía tiene que actuar y hacer cumplir la ley».

Desde Comisiones Obreras, Emiliano Herrero discrepa, ya que no conoce ninguna orden del anterior equipo de gobierno que impidiera actuar contra los manteros, y considera «lamentables» las declaraciones del alcalde porque suponen «un uso político del tema» que «puede conllevar conflictividad».

«Estos problemas se arreglan con medidas sociales. Si lo van a arreglar con la porra, lo llevamos claro», concluye.