Con más pena que gloria, España pasa a la segunda ronda del Mundial de China 63-73

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FOTOGRAFÍA. CANTÓN (CHINA), 02.09.2019. El pívot español Marc Gasol (d) lanza a canasta ante la defensa del pívot puertorriqueño Jorge Bryan Díaz durante el partido correspondiente al Grupo C de la primera fase del Mundial de baloncesto 2019. Efe

Efe – Con más pena que gloria, España selló su pase virtual a la segunda ronda del Mundial de China en una actuación espesa y gris, marcada por su desacierto en el tiro y las imprecisiones, frente a una selección de Puerto Rico que llegó a soñar con el triunfo pero se quedó sin fuerzas al final (63-73). Cantón (China), lunes 2 de septiembre de 2019. 

Los puntos de Marc Gasol y Sergio Llull tras el descanso y la mejoría defensiva final permitieron el despegue de un equipo negado desde el perímetro, que solo anotó cuatro de sus treinta triples pero que al menos pudo salvar un marcador que peligró hasta mediado el tercer cuarto.

Tras lo visto en su estreno, quedaba la duda de si se vería la España de la primera parte frente a Túnez, que generó intranquilidad y pareció arrancar con el freno de mano echado, o la que tras el descanso avasalló a su rival en una exhibición coral que dejó muy buen sabor de boca a sus aficionados.

Y en los dos primeros cuartos sucedió lo primero. Volvió la España más espesa, a la que no le salía nada en ataque, falta de ideas y negada ante el aro, con unos porcentajes poco habituales en sus jugadores, lo que permitió a Puerto Rico soñar con repetir el triunfo que logró en 2002 en el Mundial de Indianápolis.

Aunque de inicio Ricky Rubio y David Huertas parecieron prolongar el buen momento que exhibieron el sábado y acapararon los primeros ataques, sus rachas se quedaron ahí. El choque empezó equilibrado, con ligeras ventajas de los caribeños ante una selección española que volvía a arrancar al ralentí y no funcionaba ni en ataque ni en defensa.

Les faltaba a los de Sergio Scariolo frescura en sus acometidas, un mejor sellado de su retaguardia y, sobre todo, mayor acierto desde el perímetro, por lo que el dominio del marcador fue durante muchos minutos de un rival que atacaba sin miedo desde todos los ángulos.

Los cambios en el banquillo español paliaron algo la situación, pero si en el estreno el porcentaje de acierto desde el triple fue del 51 por ciento, en el primer cuarto bajó a un paupérrimo 13 por ciento (1/8) y los lanzamientos de dos tampoco resultaban alentadores (5/13).

España no estaba bien pero al menos solo perdía por cuatro (21-17) al final de un mal primer cuarto, más típico de un partido de preparación que de una actuación mundialista, en el que se vio superada por un rival que atacaba con alegría y le plantaba cara en cada acción con un baloncesto sencillo pero efectivo.

En la reanudación España seguía negada desde la línea de 6,75, por lo que tiró de Pierre Oriola para, a base de garra bajo el aro boricua, evitar el despegue de una selección de Puerto Rico que hacía daño con los triples de Ángel Rodríguez.

La brecha era mínima, pero las sensaciones eran muy diferentes en unos y otros y el partido transcurría entre pérdidas, imprecisiones y nuevos errores.

Hasta que llegó una suave reacción española que le bastó para enlazar un parcial de 9-0 con el que retomó el mando del partido. Aunque se fue a los vestuarios ganando por la mínima (35-36) perdía la batalla en lo anímico, rescatando sus miedos y desesperada por su desacierto, con unos porcentajes impropios de su calidad.

En los primeros veinte minutos solo anotó catorce de sus cuarenta lanzamientos a canasta (35%) y dos de sus diecisiete triples (12%). También perdía el rebote (24-21) cuando sobre el papel era muy superior en la pintura, con lo que se fue al descanso con malas sensaciones y mucho trabajo pendiente.

Cinco puntos de Marc Gasol le dieron oxígeno para mantenerse arriba aunque los triples seguían sin entrar y el partido se mantenía muy abierto, con los boricuas a solo dos puntos en el ecuador del tercer cuarto y Sergio Scariolo pidiendo otro tiempo muerto para ordenar ideas en una plantilla desconocida hasta ese momento.

A partir de ahí, España se aferró a Gasol y tiró del acierto de Sergio Llull para ir cimentando su redención. Dos canastas seguidas del escolta balear culminaron los mejores minutos de su equipo y despejaron el panorama, a lo que también contribuyó la mejoría en defensa, que frenó la producción de un oponente que, atascado, solo pudo anotar diez puntos en otros tantos minutos (45-57, min 30).

Por contra, Gasol sumó once y Llull ocho en ese tercer periodo. Ambos resultaron fundamentales en el resurgir español.

Los de Eddie Casiano lo siguieron intentando en los diez minutos finales en busca de un milagro como el vivido ante Irán, a la que remontaron 18 puntos, pero el intercambio de canastas no le favorecía. Un par de triples bajaron a diez su desventaja a cuatro minutos de la conclusión.

Con una jugada personal, Gian Clavell dejó la diferencia en seis con un minuto y medio por jugar, pero Puerto Rico ya no tuvo fuerza para más ya acabó cediendo su primera derrota en el Torneo.

Con su segundo triunfo, España selló su pase virtual a la segunda ronda, mientras que los boricuas se la jugarán el miércoles frente a Túnez, ya que ambas selecciones están empatadas a una victoria.

Ficha técnica:

63 – Puerto Rico (21+14+10+18): Browne (11), Díaz (5), Franklin (2), Huertas (7) y Balkman (6) -quinteto titular-, Pineiro (2), Clemente (2), Collier (6), Rodríguez (9), Clavell (13) y Mojica (-).

73 – España (17+19+21+16): Ricky Rubio (17), Rudy Fernández (5), Víctor Claver (7), Juancho Hernangómez (8) y Marc Gasol (19) -cinco inicial-, Quino Colom (2), Pau Ribas (-), Willy Hernangómez (-), Pierre Oriola (6), Sergio Llull (9) y Xavi Rabaseda (-).

Árbitros: Michael Weiland (CAN), Giorgios Poursanidis (GRE) y James Alexander Boyer (AUS). Eliminaron por faltas a Gary Bowne.

Incidencias: partido de la segunda jornada del Grupo C en el Mundial de China disputado en el Guangzhou Gymnasium de Cantón ante unas 8.500 personas, entre las que había varios grupos de aficionados españoles y puertorriqueños. Presenció el partido desde el palco el exjugador de la NBA Dirk Nowitzki.