Corea del Sur y EEUU despliegan el escudo anti misiles THAAD ante amenazas de Corea del Norte

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Imagen facilitada por la empresa contratista del Departamento de Defensa de los EEUU, Lockheed Martin, del Terminal de Defensa del Área a Gran Altura (THAAD, en inglés). THAAD, está diseñado para defender a las tropas estadounidenses y de países aliados, centros urbanos e instalaciones importantes contra misiles balísticos de corto a medio alcance. Archivo Efe.

Agencias – Como represalia contra Seúl, Pekín ha decidido boicotear a las industrias surcoreanas del turismo, las ventas minoristas o el entretenimiento, que dependen enormemente del país vecino. Seúl (Corea del Sur), martes 7 de marzo de 2017. Fotografía: Imagen facilitada por la empresa contratista del Departamento de Defensa de los EEUU, Lockheed Martin, del Terminal de Defensa del Área a Gran Altura (THAAD, en inglés). THAAD, está diseñado para defender a las tropas estadounidenses y de países aliados, centros urbanos e instalaciones importantes contra misiles balísticos de corto a medio alcance. Archivo Efe.

Corea del Sur y Estados Unidos han comenzado a desplegar en territorio surcoreano el polémico escudo antimisiles THAAD, informaron hoy ambos ejércitos, un día después de que Pyongyang ensayara el lanzamiento de cuatro proyectiles.

Los primeros elementos del Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD siglas en inglés) han sido desplegados en lo que supone una implementación de la decisión que ambos países adoptaron en julio de 2016, explicó en un comunicado el Comando del Pacífico de Estados Unidos (USPACOM).

Por su parte, un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano confirmó a la agencia de noticias Yonhap que los primeros componentes de las baterías llegaron en la víspera a la base de Osan (70 kilómetros al sur de Seúl).

Seúl y Washington han decidido que el THAAD, cuyo despliegue han protestado Pekín y Moscú al considerar que interfiere en sus sistemas de defensa, estará completamente instalado para finales de este año en un terreno situado al norte de la ciudad de Seongju (centro del país) y unos 300 kilómetros al sureste de Seúl.

El inicio de la instalación del sistema ha coincidido con el lanzamiento el lunes de cuatro misiles balísticos por parte de Corea del Norte en aparente respuesta a las maniobras militares que celebran estos días EE.UU. y Corea del Sur por debajo del paralelo 38, ejercicios que Pyongyang considera un ensayo para la invasión.

El régimen de Kim Jong-un dijo hoy que el lanzamiento de prueba de estos misiles, que volaron unos 1.000 kilómetros y cayeron cerca de la costa nipona, tenían como objetivo simulado las bases estadounidenses en Japón.

El despliegue del THAAD ha sido especialmente protestado por el Gobierno chino, que considera que los potentes radares del sistema pueden servir para obtener datos de inteligencia de sus bases militares fronterizas con Corea del Norte.

Como represalia contra Seúl, Pekín ha decidido boicotear a las industrias surcoreanas del turismo, las ventas minoristas o el entretenimiento, que dependen enormemente del país vecino.

La campaña china se ha endurecido especialmente desde que la semana pasada se completara el traspaso formal de los terrenos entre la empresa Lotte y el Gobierno surcoreano para la instalación de las baterías antimisiles.

Seúl, Washington y Tokio coordinan posiciones tras el lanzamiento norcoreano

Representantes de los gobiernos de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón intercambiaron y coordinaron este lunes posiciones con motivo del lanzamiento de cuatro misiles balísticos llevado a cabo a primera hora por el Ejército norcoreano.

El responsable de la Oficina de Seguridad Nacional (NSO) de Seúl, Kim Kwan-jin, mantuvo una conversación telefónica con el consejero nacional de seguridad estadounidense, Herbert R. McMaster, en la que ambos acordaron aumentar la presión y las sanciones sobre Pyongyang, según portavoces del Gobierno surcoreano citados por la agencia Yonhap.

Ciudadanos surcoreanos observan las noticias de televisión sobre el lanzamiento de cuatro misiles balísticos por parte de Corea del Norte al mar de Japón. Efe

Por su parte, el ministro de Exteriores surcoreano, Yun Byung-se, y su homólogo japonés, Fumio Kishida, también acordaron por vía telefónica reforzar la cooperación entre Seúl y Tokio para frenar lo que consideran provocaciones del régimen de Kim Jong-un.

A su vez, el representante de Seúl en las negociaciones para la desnuclearización de la península coreana, Kim Hong-kyun, se entrevistó por vía telefónica con sus homólogos estadounidense, Joseph Yun, y japonés, Kenji Kanasugi.

Los cuatro proyectiles lanzados hoy por Corea del Norte desde su costa noroccidental volaron unos 1.000 kilómetros hacia el este y cayeron en el Mar de Japón.

Tres de ellos cayeron en la Zona Económica Especial (EEZ) de Japón -espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde las costas niponas-, cerca del litoral de la prefectura septentrional de Akita.

El ensayo contribuye a incrementar aún más la tensión en la península coreana, donde la semana pasada Washington y Seúl iniciaron sus maniobras militares anuales, las mayores hasta la fecha.

El pasado viernes Corea del Norte amenazó a través de su diario estatal «Rodong Sinmun» con llevar a cabo nuevos ensayos de misiles en respuesta a estos ejercicios, que Pyongyang considera un ensayo para invadir su territorio.

Tras lanzar un misil de medio alcance el 12 de febrero, el de hoy es el segundo ensayo balístico que realiza Corea del Norte desde que su líder, Kim Jong-un, anunció en Año Nuevo que Pyongyang ultimaba el desarrollo de un proyectil intercontinental (ICBM), arma que podría permitirle en el futuro alcanzar territorio de EE.UU.

Pyongyang agudiza la tensión regional al disparar cuatro misiles hacia Japón

Pyongyang respondió este lunes 6 de marzo a las maniobras militares de Seúl y Washington con el lanzamiento de cuatro misiles balísticos que cayeron cerca la costa de Japón e incrementaron la tensión que se respira en la península coreana y Asia nororiental.

Los cuatro proyectiles fueron disparados desde la costa noroccidental del país y volaron unos 1.000 kilómetros hacia el este, alcanzando una altura máxima de 260 kilómetros antes de caer en el océano, detalló el Estado Mayor Conjunto surcoreano.

Tres de ellos cayeron en la Zona Económica Especial (EEZ) de Japón -espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde las costas niponas- cerca del litoral de la prefectura septentrional de Akita.

Mientras los ejércitos surcoreano, estadounidense y japonés analizan los datos disponibles para establecer el tipo de proyectil empleado, la mayoría de expertos considera que podrían ser misiles Hwasong de corto alcance -con unos 500-700 kilómetros de alcance- o Rodong de rango medio -1.300-1.500 kilómetros-.

Un informativo de Corea del Sur ofrece imágenes del lanzamiento hoy de cuatro misiles balísticos por parte de Corea del Norte, que volaron unos 1.000 kilómetros antes de caer en el Mar de Japón. Efe.

Seúl, Washington y Tokio condenaron al unísono la acción mientras que Pekín, lo más parecido a un aliado que tiene el régimen norcoreano, dijo oponerse al lanzamiento, que consideró una violación de las resoluciones de la ONU activadas para castigar a Pyongyang por anteriores pruebas armamentísticas.

Aún así, un portavoz de Exteriores chino instó a todas las partes implicadas a apostar por la contención, en clara referencia a las maniobras militares «Foal Eagle», que cada año llevan a cabo Washington y Seúl en territorio surcoreano y que arrancaron la semana pasada con el mayor despliegue militar hasta la fecha.

El ensayo balístico norcoreano llega después de que el viernes el diario estatal «Rodong Sinmun» amenazara con nuevas pruebas de misiles en respuesta a «Foal Eagle», que Pyongyang considera un ensayo para la invasión de su territorio.

Los ejercicios vienen marcados por la tensión e incertidumbre regional ante la llegada al poder en EEUU de Donald Trump, las amenazas de Pyongyang -que en 2016 hizo número récord de ensayos balísticos y atómicos- sobre la futura prueba de un misil intercontinental y el asesinato, a mediados de febrero, del hermano del líder norcoreano.

Seúl acusa directamente a Pyongyang de la muerte de Kim Jong-nam, hermano mayor de Kim Jong-un, que falleció supuestamente tras ser expuesto al agente nervioso VX, lo que ha tensado enormemente las ya de por sí malas relaciones entre dos países que técnicamente llevan más de 65 años en guerra.

A su vez, las recientes amenazas norcoreanas llevaron a los principales consejeros de seguridad estadounidenses a plantear en una reciente reunión la posibilidad de desplegar de nuevo en Corea del Sur armas nucleares tácticas (todas fueron retiradas en 1991).

En la reunión se pensó también en intensificar un programa para boicotear electrónicamente de manera remota los lanzamientos de misiles norcoreanos, iniciativa de Washington hasta ahora desconocida que aparentemente se activó a instancias de Barack Obama en 2014 y que podría haber malogrado varios ensayos de Pyongyang.

Al tenso e imbricado panorama regional se suma también el deterioro aparente de los lazos entre China y Corea del Norte por el asesinato de Kim Jong-nam, quien se cree que vivía bajo la protección de las autoridades chinas.

También hay que añadir el recrudecimiento de las represalias de Pekín contra intereses surcoreanos a medida que Seúl está cada vez más cerca de completar el despliegue en su territorio del sistema Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD).

China considera que el THAAD, pensado para contrarrestar los lanzamientos norcoreanos, puede interceptar además datos de sus sistemas de defensa, por lo que ha decidido boicotear descaradamente a las industrias surcoreanas del turismo, las ventas minoristas o el entretenimiento, que dependen enormemente del país vecino.