Cristiano Ronaldo: «Siempre quise ganar algo con Portugal para entrar en la historia»

0
712
El delantero del Real Madrid celebrando el triunfo de Portugal. Afp

Lasvocesdelpueblo y Agencias  – El portugués Cristiano Ronaldo confesó hoy que ha «llorado mucho», primero por la rabia de tener que ser sustituido y después por la alegría del triunfo, y reconoció que siempre quiso ganar un título con Portugal «para entrar en la historia». «Siempre quise ganar algo con Portugal para entrar en la historia, y ahora lo he conseguido», señaló en declaraciones a la televisión el delantero madridista con el rostro todavía congestionado por la emoción. París (Francia), lunes 11 de julio de 2016. Fotografía: El delantero del Real Madrid celebrando el triunfo de Portugal. Afp

Antes de comenzar a hablar, Ronaldo quiso asegurarse de que tenía un buen aspecto porque, admitió: «hoy he llorado mucho», dijo con una gran sonrisa. «Estoy muy feliz, es algo que buscaba desde hace mucho tiempo, desde 2004. Es lo que los portugueses merecen, lo que esta nación merece. Siempre he creído que estos jugadores tenían el valor, la capacidad y la estrategia de nuestro entrenador para poder ganar a Francia, y conseguimos ganar», agregó.

El portugués quiso agradecer a sus compañeros y al equipo técnico, y también a los «emigrantes portugueses» que les han animado durante el torneo. «Es un momento inolvidable», remató el delantero, feliz a pesar de tener que abandonar el partido mediada la primera parte por una lesión.

Las lágrimas de Ronaldo al final fueron de alegría con el título de la Eurocopa

La Eurocopa-2016 acabó este domingo con un guión inesperado en París, donde Ronaldo salió lesionado con lágrimas y Francia tenía todo servido para festejar su tercer título europeo, pero Portugal lo sorprendió con un gol de Éder en el alargue y le dio a su capitán el ansiado título internacional con el que soñaba. «Espero que el domingo me vean llorar, pero de alegría», había dicho Ronaldo en la previa al partido.

El destino quiso que las 80.000 personas que llenaron el estadio lo viesen así, pero por el dolor y la impotencia de abandonar a su equipo tras un choque en el minuto 8 con el volante francés Dimitri Payet, que lo puso fuera de combate y a los 25 tuvo que abandonar el campo, entre lágrimas, por el dolor y la bronca de perderse la gran final.

Sin embargo, sus compañeros, que declararon recibir «un golpe a la moral» cuando vieron salir a Ronaldo, se «repusieron», resistieron y terminaron ganando el encuentro de contrataque, para celebrar el primer título internacional de la historia, después de haber sido subcampeones en 2004 en casa y semifinalista del Mundial-1966 con Eusebio a la cabeza.

Cristiano Ronaldo:  «Este es un triunfo para todos los portugueses. No fue la final que soñé, pero estoy muy feliz»

Cristiano «me dijo que iba a marcar el tanto de la victoria. Como todo el equipo, me dio fuerza, energía y fue muy importante. Fue un gol trabajado por todo el equipo», afirmó el héroe inesperado de la noche, el atacante Éder. «Este es un triunfo para todos los portugueses. No fue la final que soñé, pero estoy muy feliz», aseguró por su parte el delantero del Real Madrid, quien vivió con especial alegría también que su compañero de combates, Pepe, fuera declarado el mejor jugador de la final.

El partido dio un giro inesperado cuando Cristiano Ronaldo se fue del campo. Estuvo un tiempo tendido en el suelo, golpeó el césped con la mano con gesto de dolor, pero pudo continuar tras ser atendido por los médicos. En el 17 volvió a ser atendido y estuvo un tiempo fuera del terreno, para que le vendaran la rodilla. Se reincorporó al juego, hasta que en el minuto 25 pidió el cambio, y fue sacado en camilla, sin poder contener las lágrimas, mientras Ricardo Quaresma entraba en su lugar.

Doce años después, con un Ronaldo entre lágrimas, se repitió la imagen de 2004, cuando el luso jugaba su primera final con apenas 19 años y vio cómo Grecia (1-0) se imponía a su Selecçao en la final en Lisboa. Con su salida prematura, se quedó sin poder superar el récord de goles de la historia del torneo, que había igualado en semifinales al marcarle a Gales (2-0), con 9 tantos, como el francés Michel Platini, que logró la misma cantidad en la única edición que disputó, en 1984, pero al final volvió al banquillo, se puso a dar indicaciones como un segundo técnico junto a Fernando Santos y cumplió hasta el final su papel de gran capitán.

Al final, las lágrimas cambiaron de caras. Los hinchas en las gradas terminaron decepcionados y con los ojos vidriosos, cuando toda Francia se preparaba para salir a las calles para festejar su tercer título de Eurocopa. «Es cruel perder esta final así. Felicito a Portugal, son los nuevos campeones de Europa. Nosotros tuvimos nuestras oportunidades, con ese palo de Gignac en el descuento. Nos faltó acierto, nos faltó lucidez, faltó frescura», afirmó el técnico galo, Didier Deschamps.

«¡Campeones, somos campeones de Europa!». «Faltan las palabras. Lo hemos merecido»

La fiesta cambió de lado y viajó a Lisboa, Oporto y cualquier pueblo luso esta noche. «¡Campeones, somos campeones de Europa!». «Faltan las palabras. Lo hemos merecido. Por fin hemos hecho callar a los franceses y a todos aquellos que nos criticaban. Hemos demostrado que somos los más fuertes», exclamó Ruben Sardinha, de 22 años, con una bandera de Portugal al cuello en Lisboa.

El presidente francés, François Hollande, estimó este domingo, poco antes del inicio de la final, que esta Eurocopa era «una victoria para Francia», que garantizó una «muy buena organización» del evento. Casi un consuelo premonitorio. «Hubo ciudades que albergaron la prueba con un gran ambiente y una perfecta organización», apuntó Hollande, agradeciendo «a todos los que participaron, los hinchas, y todos los que trabajaron en la organización, los voluntarios y las fuerzas de seguridad».

Además, aprovechó la ocasión para «dedicar el partido» a Manuel Dias, un francoportugués muerto en los atentados del 13 de noviembre de 2015 por la explosión de un kamikaze cerca del Stade de France, siendo la primera víctima de los ataque que provocaron 130 muertos aquel día en la capital francesa.

Las ‘fanzones’ de Francia se desbordaron. En París, al pie de la Torre Eiffel, se juntaron más de 90.000 personas a ver el partido en pantalla gigante, mientras que en Marsella 80.000 colmaban su capacidad. Tras el encuentro, unas 40 personas fueron detenidas por generar algunos incidentes. Si ganaba Francia, la historia tal vez hubiese sido diferente