«Cuando una persona queda señalada se le aparta como si fueras la peste»

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), AÑO 2019. Cristina Cifuentes durante la rueda de prensa en la que anunció su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid. Efe

Efe – La expresidenta madrileña Cristina Cifuentes ha dicho que todo lo que condujo a su dimisión hace año y medio «se planificó en un despacho y se ejecutó con precisión matemática» y ha culpado de ello a políticos del PP y a «algún empresario que quería recibir un dinero de la Comunidad que no recibió». Madrid (España), lunes 9 de septiembre de 2019. 

En una entrevista en Telecinco, Cifuentes ha sostenido que en su «linchamiento» se produjo una «tormenta perfecta» en la confluyeron diferentes intereses de distintas personas que la veían como la causa de sus problemas y decidieron «quitarla de en medio».

Entre ellas, ha asegurado que había empresarios que «no vieron cubiertas sus expectativas económicas» y políticos del PP a los que «les vino de miedo» su dimisión en un momento en el que algunos en su partido la veían como la sucesora de Mariano Rajoy.

«Hubo también un componente de venganza en personas que me la tenían jurada desde que empecé a levantar alfombras», ha denunciado la que fuera presidenta madrileña desde 2015 a 2018, que ha recordado además que a la oposición también le «venía muy bien» desgastarla.

Tras defender que no tiene «nada que ocultar» y que su imputación en el caso Púnica le «sorprendió bastante» y fue un «mazazo» personal porque ella no tiene «nada que ver» en ese asunto, ha insistido en que la adjudicación de la cafetería de la Asamblea de Madrid por la que está siendo investigada se hizo «atendiendo al cien por cien los requisitos técnicos».

Cifuentes ha dicho que es consciente de que le queda «un largo calvario por delante» para el que se siente «preparada», después de un año y medio «verdaderamente demoledor», en el que ha visto que no sólo se buscaba apartarla de la política, sino también «destruirme personalmente». «Si digo que ha sido un año duro me quedo corta, no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemigo».

Por eso ha agradecido el apoyo que ha recibido y aún recibe de ciudadanos anónimos y de muchos militantes del PP, aunque ha admitido que no vio ese respaldo en «demasiados» dirigentes de su partido, solo «en algunos».

«Cuando una persona queda señalada se le aparta como si fueras la peste, es una cosa dolorosa y curiosa; incluso personas que me lo deben todo políticamente, y de repente ‘si te he visto no me acuerdo'», ha reprochado.

Sobre el líder del partido, Pablo Casado, ha dicho que «sí tenía» amistad con él, pero ahora «ni la tengo ni no la tengo, porque él no me ha llamado en todo este tiempo».

Y no ha querido comentar las declaraciones de la actual presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que hace unos días dijo que su nexo con Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes es «como cualquier otro militante».

Unas palabras, ha dicho Cifuentes, que Díaz Ayuso tendrá que explicar, y se ha limitado a afirmar que ella le ha tenido y tiene «un gran cariño personal», y que la ha considerado «como una hermana pequeña» a la que siempre intentó aconsejar «de la mejor manera posible».

«Fue viceconsejera de mi Gobierno, siempre le di confianza y le permití crecer políticamente», ha asegurado, tras desearle «todos los éxitos» al frente del Gobierno regional.