Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Madrid (España), miércoles 29 de junio de 2022. La Alianza Atlántica, también conocida como la OTAN, ha aprobado este miércoles una nueva estrategia de la alianza para afrontar los nuevos retos de seguridad derivados de la guerra en Ucrania. En el llamado «Concepto Estratégico» adoptado en la cumbre de Madrid, los aliados señalan a Rusia como «la amenaza más directa y significativa» para su seguridad. La nueva hoja de ruta también menciona a China, que ve como un «desafío» para sus «intereses, seguridad y valores».
«Aunque la OTAN es una alianza defensiva, nadie debería dudar de nuestra fuerza y determinación para defender cada centímetro del territorio aliado, preservar la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados y prevalecer contra cualquier agresor», avisa el documento de dieciséis páginas que detalla los objetivos y tareas de la organización para la próxima década y que hace referencia al Sahel, como quería España.
Si bien el Tratado del Atlántico Norte establece que los aliados abordarán cualquier amenaza a la «integridad territorial, independencia política y seguridad» que pueda sufrir alguno de ellos, sólo asegura la defensa colectiva de los Estados miembros en caso de ataque «armado». Éste es el documento que vincula a todos los aliados, mientras que el documento estratégico marca una hoja de ruta geopolítica para la organización.
Estrategia de 360º
El nuevo concepto estratégico reafirma que el objetivo principal de la OTAN es «garantizar la defensa colectiva» de la alianza con un planteamiento de «360º» que busca defenderse en «todos los dominios y direcciones». Es decir, que tenga en cuenta la situación geopolítica global y nuevos retos como el cambio climático o la «seguridad humana».
La organización se marca tres tareas principales: la disuasión y la defensa, la prevención y gestión de crisis, y la seguridad cooperativa.
Aunque pretende crear las condiciones para «un mundo sin armas nucleares», la alianza atlántica avisa de que mantendrán sus capacidades nucleares para preservar la paz, prevenir la coerción y disuadir a las agresiones».
En línea con el aumento de efectivos en el flanco oriental de Europa por la guerra en Ucrania, la nueva estrategia de la OTAN recoge la intención de «reforzar» su capacidad de defensa, especialmente apostando por las nuevas tecnologías. «La primacía tecnológica cada vez influencia más el éxito en el campo de batalla».
Aviso a Putin
«El área euroatlántica no está en paz», dicen los aliados que no descartan un «ataque» de Rusia contra su «soberanía e integridad territorial». Acusan al Kremlin de intentar establecer «esferas de influencia y control directo» con «coerción». No sólo en el este de Europa, sino también en el Sur.
«Fortaleceremos significativamente la disuasión y la defensa de todos los aliados, mejoraremos nuestra resiliencia contra la coacción rusa y apoyaremos a nuestros socios para contrarrestar las interferencias y las agresiones malignas», avisan al presidente ruso, Vladimir Putin.
Para impulsar una OTAN más fuerte, se proponen mantener una «presencia sustancial y persistente» de sus efectivos por «tierra, mar y aire». «Garantizaremos una estructura de mando robusta, resiliente e integrada, así como su modernización», añade el texto.
El desafío chino
Una de las novedades más destacadas de la estrategia atlántica para los próximos diez años es que pone el foco en China. «Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de la República Popular China y su retórica de confrontación y desinformación tienen como objetivo a los aliados y perjudican la seguridad de la Alianza», concluye.
Así, la OTAN quiere prepararse mejor para «protegerse» de las «tácticas coercitivas» de Pekín para «dividir» la alianza.
«Puertas abiertas»
«La ampliación de la OTAN ha sido un éxito histórico», dice el texto, que reafirma la política de «puertas abiertas» de la organización tras invitar a Finlandia y Suecia. «Nuestra puerta sigue abierta a todas las democracias europeas que comparten los valores de nuestra alianza, que están dispuestas a asumir las responsabilidades y obligaciones de ser miembro y que contribuirían a nuestra seguridad común», dice.
«La seguridad de los países que aspiran a convertirse en miembros de la alianza está entrelazada a la nuestra», afirma la OTAN, que remarca que la organización «apoya firmemente su independencia, soberanía e integridad territorial» y explica que «fortalecerá el diálogo político y la cooperación con aquellos que quieran incorporarse a la alianza». «Seguiremos a desarrollar nuestras asociaciones con Bosnia y Herzegovina, Georgia y Ucrania», afirma.
Referencia al Sahel
El documento menciona explícitamente al Sahel lo que es reivindicado por el gobierno español como victoria, ya que España buscaba asegurar que las amenazas de la frontera sur quedan bajo el paraguas de la OTAN. «Trabajaremos con nuestros socios para abordar amenazas y retos de seguridad compartidos en las regiones de interés estratégico para la Alianza, incluyendo Oriente Medio y el norte de África y las regiones del Sahel», dice el texto .
El Concepto Estratégico considera que «el conflicto, la fragilidad y la inestabilidad» en estas regiones crea un terreno fértil para la proliferación de grupos armados (…) y facilita la interferencia desestabilizadora y coercitiva de competidores estratégicos», afirma el texto, en referencia en Rusia.
Cooperación con la UE
El documento acordado habla de «maximizar sinergias con otros actores relevantes, como la Unión Europea». «La UE es un socio único y esencial para la OTAN», afirma. Uno de los ámbitos en los que quieren «fortalecer la cooperación» con la comunidad internacional, incluida la UE o la ONU, es la lucha contra el terrorismo.
La OTAN menciona en el concepto estratégico la lucha contra el terrorismo como una tarea «esencial» en su defensa colectiva y un elemento «integral a la aproximación 360 grados de la alianza a la disuasión y la defensa».
Terrorismo
La OTAN considera que el terrorismo es «la amenaza asimétrica más directo para la seguridad» de sus ciudadanos y de la paz internacional. En este sentido, alertan de que los grupos terroristas han «expandido sus redes» e invertido en «nuevas tecnologías» para ser más «letales».
