Efe – El Ejército Libre Sirio consideró que el ataque es un «primer paso en la dirección correcta» e hizo un llamamiento para que EE.UU. siga por esta senda y destruya todo el arsenal del régimen sirio, no solo las armas químicas. El Cairo (Egipto), viernes 7 de abril de 2017. Fotografía: El presidente sirio Bachar al Asad durante una entrevista en Damasco (Siria) el pasado lunes, 3 de abril. Efe.
El ataque de Estados Unidos contra una base aérea siria elevó hoy la tensión en el conflicto y llevó al Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, a equiparar a Washington con los «terroristas» mientras que la oposición pidió que prosiga la ofensiva contra el régimen de Damasco.
El ataque produjo una «gran destrucción» en la base de Shayrat (la segunda más importante de la Fuerza Aérea siria, ubicada a 25 kilómetros de la ciudad de Homs) y causó la muerte a al menos seis militares y dejó decenas de heridos, según reconoció el Ejército.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó a siete el número de víctimas mortales, entre ellos un oficial de alto rango.
El Observatorio indicó que en la base aérea estaban de guarnición numerosos aviones de fabricación rusa Sujoi 22, Sujoi 24 y Mig 23, además de albergar infraestructuras como hangares, defensas antiaéreas, depósitos de combustibles y dependencias para oficiales.
La agencia oficial siria, SANA, también informó de la muerte de al menos nueve civiles que vivían en pueblos próximos a la base aérea, supuestamente por el impacto de varios misiles de crucero estadounidenses, pero ninguna fuente independiente ha corroborado esa información.
El Gobierno sirio condenó el ataque de forma categórica y pidió un gesto similar de la comunidad internacional a lo que consideró una «violación» de su soberanía, perpetrada al margen de la legislación internacional y sin la autorización de la ONU.
No obstante, solo recibió apoyo el expreso de sus dos principales valedores en el conflicto, Rusia e Irán, mientras que el Reino Unido como Francia, ambos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, apoyaron a Washington, así como buena parte de los países árabes.
Las fuerzas aliadas a Al Asad respondieron con un bombardeo aislado en una zona cerca de Jan Shijún, la localidad del norte de Siria que fue objetivo el pasado martes de un ataque químico, atribuido al régimen de Damasco, que causó más de 80 muertos y que motivó la respuesta dada hoy por Estados Unidos.
El Gobierno sirio ha negado en todo momento el uso de armas químicas contra su población y, hasta ahora, había responsabilizado a la antigua filial de Al Qaeda por almacenar las sustancias tóxicas en Jan Shijún.
Según su versión, el gas venenoso se liberó como resultado de un bombardeo convencional llevado a cabo por la aviación siria contra posiciones de los terroristas.
Pero a raíz del ataque estadounidense, Damasco señaló hoy que detrás de los sucesos de Jan Shijún está Washington.
«Lo que ocurrió en Jan Shijún fue un acto deliberado con el objetivo de justificar los ataques directos» al Ejército sirio por parte de EE.UU., afirmó una fuente del Ministerio sirio de Exteriores, citada por SANA.
A pesar de la escalada en la retórica, las autoridades sirias no dijeron si planean responder militarmente contra las tropas estadounidenses que están desplegadas en el noreste de Siria para combatir al grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la provincia de Al Raqa.
El ataque dio aire a la oposición siria, que aplaudió la acción e interpretó que supone un cambio de postura de EE.UU., que hasta ahora había concentrado sus esfuerzos militares en el país en la lucha contra los yihadistas.
Varias facciones consideraron que el movimiento puede redundar en la protección de los civiles y en ponerle coto a los ataques de Al Asad.
«Apoyamos cualquier acto que proteja a los civiles y disuada de cometer crímenes a Al Asad y de sus aliados», dijo el portavoz de la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora siria, Salem al Muslit, en un comunicado.
El Ejército Libre Sirio consideró que el ataque es un «primer paso en la dirección correcta» e hizo un llamamiento para que EE.UU. siga por esta senda y destruya todo el arsenal del régimen sirio, no solo las armas químicas.
«Aunque llega tarde, es un movimiento valiente y fuerte y una prueba real de que el nuevo Gobierno de Estados Unidos busca combatir el terrorismo real representado por el terrorismo de estado de Bachar al Asad», afirmó uno de los portavoces del grupo, Esam al Reis.
