David de Miranda, con dos orejas, el triunfador numérico de la «corrida monstruo» de 8 toros

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FOTOGRAFÍA. PLAZA DE TORO DE LA MERCED (HUELVA) ESPAÑA, 03.08.2020. El diestro David de Miranda durante la corrida mixta celebrada esta tarde en la plaza de toros La Merced, en Huelva. Efe 

Efe – El diestro David de Miranda, con dos orejas, fue el triunfador numérico de la corrida «monstruo» de ocho toros con la que se cerraron hoy, lunes 3 de agosto de 2020, las Colombinas de Huelva, un espectáculo decepcionante y soporífero, condicionado por el descastado juego de los toros de Juan Pedro Domecq. Huelva (España), martes 4 de agosto de 2020.

Abrió plaza el rejoneador Andrés Romero para la lidia de uno de San Pelayo de buena condición pero sin excesiva codicia, al que instrumentó una faena correcta. Los mejores pasajes se vivieron con Guajiro, la estrella de la cuadra del jinete de la localidad onubense de Escacena, en pares al quiebro. Viajó certero el rejón de muerte, de efecto fulminante lo que le valió la oreja.

El quinto de la tarde, segundo de su lote, fue templado y colaborador, aunque más parado que su hermano de camada. Faena de mayor exposición y lucimiento, aunque marró con los aceros, por lo que todo se quedó en una ovación cariñosa de sus paisanos.

Enrique Ponce se las vio con el lote más deslucido de la corrida. Su primero, colorado de capa, tuvo poca fuerza y menos poder en la muleta del valenciano, que instrumentó una faena aseada, sin mayor lucimiento.

Su segundo oponente, sexto de la tarde, fue deslucido en su comportamiento. Destacó el buen puyazo recetado por Juan Palomares. Lo intentó Ponce con la franela, pero se estrelló con un toro de nulas posibilidades. Fue ovacionado de forma muy cariñosa por el respetable al término de su actuación.

Sebastián Castella llevó a cabo una faena poderosa en su primer, un toro de Juan Pedro sin excesivo poder. Estuvo aseado el francés, fundamentando su faena en el pitón derecho.

En su segundo, un marmolillo infumable sin ninguna opción, Castella quedó inédito

El torero local David de Miranda estuvo voluntarioso toda la tarde, a pesar del escaso juego de los de Juan Pedro. Basó su primera faena en el toreo de cercanías ante un toro que se paró pronto y no dio opciones. Faena de exposición del torero de Trigueros, ante un animal tardo y sin emoción, de lo que careció la corrida completa. Se le concedió una oreja tras pinchazo y estocada.

Su segundo tuvo algo más de movilidad aún sin humillar. Se entendió mejor con él De Miranda por el pitón derecho, que, sin dudarle un instante, logro hacerle faena, estando muy por encima del astado. Lo mejor, la estocada en corto y por derecho, en lo alto, y otra oreja más para él.

FICHA DEL FESTEJO.- Dos toros para rejones de San Pelayo, correctos de presentación, de buen juego, y seis de Juan Pedro Domecq en lidia ordinaria, de correcta presentación, nobles, descastados y de escaso juego.

El rejoneador Andrés Romero: rejón (oreja); dos pinchazos, rejón y descabello (ovación).

Enrique Ponce, de blanco y azabache: casi entera (ovación); estocada y descabello (ovación).

Sebastián Castella, de malva y oro: estocada (oreja); estocada, (ovación).

David de Miranda, de verde hoja y oro: pinchazo y estocada (oreja); estocada (oreja).

En cuadrillas, José Chacón saludó montera en mano tras banderillear al séptimo. También destacó picando al sexto Juan Palomares.

La plaza registró media entrada, rozando el lleno con la restricción de aforo, en tarde calurosa.