Dos de cada diez hombres admiten haber pagado por prostitución en 2015 según un informe

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FOTOGRAFÍA. Un hombre comprando sexo a dos mujeres prostitutas en la calle. Foto Thinkstock

Agencias – Dos de cada diez hombres pagaron por servicios de prostitución durante el año pasado y, de ellos, el 10% detectó que había trata de menores de edad pero no hizo nada por denunciarlo, según un estudio de la Universidad de Comillas encargado por la delegación del Gobierno para Violencia de Género. Barcelona, 19 de febrero 2016. Fotografía: Un hombre comprando sexo a dos mujeres prostitutas en la calle.  Foto Thinkstock

La mayoría de hombre encuestados «no concibe que las mujeres a las que contrata los servicios sexuales puedan estar coaccionadas, no habiendo detectado esta situación».

Durante la presentación del informe «Apoyando a las víctimas de trata con fines de explotación sexual», que está basado en encuestas a 1.600 hombres, varias ONG y los agentes que luchan contra la trata, la coordinadora del estudio, Carmen Meneses, ha subrayado el importante papel que tienen los clientes a la hora de alertar sobre los casos de trata a la policía o entidades sociales.

Los investigadores de Comillas ICAI-ICADE que lo han elaborado, Carmen Meneses, Jorge Uroz, Antonio Rúa, Cristina Gortázar y María José Castaño, sostienen que si bien la muestra no es del todo representativa, es un termómetro de lo que podría ser la punta del iceberg: «Que un 20 por ciento de los encuestados se atreva a reconocer algo que está siempre tan oculto, indica que deben ser muchos más quienes han pagado por servicios sexuales en España», ha recalcado.

«El cliente es el primero que puede dar la alerta», por eso su papel es muy importante, ha advertido Meneses quien, no obstante, ha reconocido que las víctimas son muy reticentes a hablar de su situación, puesto que sufren fuertes coacciones de los tratantes que amenazan a sus familias.

En el estudio se analiza también la trata de menores que, aunque minoritaria, existe «y eso es porque hay demanda de este perfil de mujeres» y es, además, aún más complicada de detectar, puesto que suelen estar en pisos donde el acceso de la policía es más difícil.

Meneses ha destacado que el destino más habitual de las víctimas de trata con fines de explotación sexual es Europa y los países de origen más frecuentes Rumanía, Nigeria, Paraguay, Brasil y República Dominicana, mientras que las víctimas de origen asiático van en aumento.

Jorge Uroz, otro de los autores del informe, ha afirmado que la prostitución mueve más dinero que el tráfico de armas y de drogas juntos y ha puesto como ejemplo el testimonio del responsable de un club que afirmaba que, en los años de la crisis económica, sacaban 15.000 euros limpios al día.

En este sentido, ha señalado que el tráfico de armas y drogas está más trabajado y se destinan más recursos. «En la trata estamos empezando, hace falta más inversión y recursos si queremos tomarnos esto en serio», ha advertido Uroz, quien ha lamentado que, al ser una situación que afecta principalmente a extranjeras, no supone una de las mayores preocupaciones de los españoles.

Los autores del estudio han constatado las dificultades para rescatar a estas mujeres de las redes de prostitución. «Ellas no se van a identificar», ha afirmado Meneses, que se ha referido a las amenazas sobre las familias, que han sido víctimas de palizas e incluso de asesinatos.

Además, muchas de las mujeres, una vez rescatadas, son devueltas a sus países de origen y, de nuevo, captadas por las mismas mafias. María José Castaño, del Instituto de Migración, ha explicado que estas mujeres son identificadas como víctimas de la inmigración irregular «. El informe recoge algunas de las demandas de los agentes de los cuerpos de fuerzas y seguridad del Estado entrevistados, que lamentan no contar con los medios suficientes para luchar contra la trata a través, por ejemplo, de la figura del agente encubierto.

La delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, ha destacado que, al igual que España «ha sido capaz de quitarse la venda» y enfrentarse a lo que están viviendo muchas mujeres víctimas de violencia machista, en la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual «todavía tiene que hacer un esfuerzo de concienciación muy fuerte».

En este sentido cobra importancia la toma de conciencia por parte de los hombres que deben ser conscientes de que detrás de la prostitución se esconde la vulneración de derechos y de la dignidad de las mujeres, algo que muchas veces es ignorado por los propios clientes «que no saben que detrás de eso hay esclavas, víctimas de las mafias y de los tratantes».

El informe subraya la necesidad de una ley integral que recoja todas las medidas de protección y no sólo el delito de trata, sino otros relacionados como el trabajo forzado o la servidumbre.