El capitán Ibrahim Traoré lidera el segundo golpe de estado y se convierte en el presidente de Burkina Faso

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FOTOGRAFÍA. UAGADUGÚ (BURKINA FASO), 01.10.2022. Un grupo de personas cerca del palacio presidencial en Uagadugú, Burkina Faso. Con fama de tímido e inteligente, el capitán del Ejército Ibrahim Traoré, de 34 años, se convirtió este viernes en el nuevo hombre fuerte de Burkina Faso al liderar el segundo golpe de Estado que vive el país en ocho meses. Efe

Efe.- Uagadugú (Burkina Faso), sábado 1 de octubre de 2022. Con fama de tímido e inteligente, el capitán del Ejército Ibrahim Traoré, de 34 años, se convirtió este viernes en el nuevo hombre fuerte de Burkina Faso al liderar el segundo golpe de Estado que vive el país en ocho meses.

Un grupo de soldados dirigidos por Traoré derrocó ayer al líder de la junta militar que gobernaba el país, teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.

En un mensaje dirigido a la nación, los golpistas acusaron a Damiba de desviarse del ideal del Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración (MPSR), nombre de la junta que tomó el poder en el golpe el pasado 24 de enero, y no atajar la inseguridad causada por el terrorismo yihadista.

Traoré había apoyado el golpe de enero, pero al igual que otros oficiales no estaba satisfecho con la incapacidad de Damiba para contener la amenaza de los grupos yihadistas que han puesto en jaque a este país de África occidental.

La gestación del golpe de Estado

Tras una jornada de confusión marcada por una sublevación militar y disparos en zonas estratégicas de la capital, Uagadugú, los nuevos golpistas, que aún dicen pertenecer al MPSR, anunciaron varias medidas como la suspensión de la Constitución y de la Carta de Transición.

Asimismo, los militares encabezados por Traoré, decretaron la disolución del Gobierno y la Asamblea Legislativa de Transición y el establecimiento de un toque de queda de las 21:00 hora local (misma GMT) a las 05:00 hora local.

Ordenaron, igualmente, el cierre de las fronteras nacionales hasta nuevo aviso y la suspensión de toda actividad política y de la sociedad civil.

«Las fuerzas vivas de la nación serán convocadas en breve para adoptar una nueva Carta de la Transición y para designar un nuevo Presidente de (Burkina) Faso, civil o militar», indicaron.

Comparecencia televisiva

La comparecencia televisiva de los militares se produjo horas después de que la Presidencia burkinesa asegurara que mantenía conversaciones con los militares que se sublevaron esta madrugada con el objetivo de restablecer la calma en el país africano.

El portavoz del Ejecutivo burkinés, Lionel Bilgo, declaró a la televisión local BF1 que «ningún miembro del Gobierno ha sido detenido», después de que algunos rumores apuntaran al posible arresto de Damiba.

«Se trata de una crisis interna en el Ejército y se sigue discutiendo en el seno del mismo para encontrar una solución sin escollos», agregó Bilgo.

Consultado por Efe, un teniente del Estado Mayor indicó que Damiba «se encuentra en un lugar seguro» y que «está bien», pero rechazó responder a más cuestiones argumentando que la situación es volátil.

Burkina Faso se encontraba en una situación incierta después de que militares ocuparan desde esta madrugada varias zonas estratégicas de Uagadugú.

De acuerdo con medios locales, detrás de este movimiento estaban soldados descontentos de las Fuerzas Especiales que son integrantes de la unidad Cobra.

Según constató Efe, los soldados se hallaban presentes en los alrededores de la televisión nacional (cuya señal se cortó), la céntrica rotonda de Naciones Unidas; en la avenida Kwame Nkrumah, donde está la sede de la Unión Europea, y en el barrio residencial Ouaga 2000.

Detonaciones en el campo militar General Baba Sy

En el centro de la capital, Efe pudo ver a ciudadanos aplaudiendo a los soldados que custodiaban ciertas calles, así como a manifestantes que portaban banderas rusas (mercenarios rusos ayudan al vecino Mali en la lucha antiyihadista) y pedían a los militares sublevados el derrocamiento de Damiba.

También se escucharon detonaciones de madrugada en el campo militar General Baba Sy, donde comenzó el pasado 24 de enero el golpe de Estado liderado por Damiba, y que más tarde dieron paso al sonido de tiros esporádicos.

Estas circunstancias tuvieron lugar después de que el pasado 26 de septiembre un convoy de suministros que iba escoltado por el Ejército burkinés fuera atacado por terroristas cerca de la norteña ciudad de Gaskindé.

El balance provisional oficial fue de once cadáveres de militares encontrados, 28 heridos (20 de ellos soldados, un voluntario por la defensa de la patria -civiles que colaboran con las Fuerzas Armadas- y 7 civiles) y unos cincuenta civiles desaparecidos.

También este jueves acaeció una protesta en Bobo-Dioulasso, la segunda ciudad del país, en la que los manifestantes portaban pancartas donde podía leerse «Damiba dimisión» o «Queremos la paz».

Burkina Faso soporta frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, cuyas acciones afectan a diez de las trece regiones del país, especialmente al norte.

La inseguridad provoca desplazamientos

La inseguridad ha provocado que el número de desplazados internos en Burkina Faso ascienda ya a casi dos millones de personas.

En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré.

Unos meses después, el 24 de enero, los militares liderados por Damiba tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.

La CEDEAO condena el nuevo golpe de estado en Burkina Faso

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) condenó esta madrugada el golpe de Estado perpetrado este viernes por soldados en Burkina Faso, el segundo levantamiento militar en ocho meses.

En un comunicado, la institución, con sede en la capital de Nigeria, Abuya, afirmó que «condena en los términos más enérgicos la toma del poder por la fuerza que acaba de tener lugar este viernes 30 de septiembre de 2022 en Burkina Faso».

El bloque regional, formado por quince países, ve «inoportuno» este nuevo golpe en un momento en que «se han logrado avances gracias a la diplomacia y los esfuerzos de la CEDEAO para un retorno metódico al orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024».

La organización reafirmó «su oposición sin reservas a cualquier toma o mantenimiento del poder por medios inconstitucionales».

También exigió «el respeto escrupuloso del calendario ya acordado con las Autoridades de Transición para un rápido retorno al orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024».

La CEDEAO criticó finalmente a «cualquier institución, fuerza o grupo de personas que con actos impidan el retorno previsto al orden constitucional o contribuyan al debilitamiento de la paz y la estabilidad en Burkina Faso y la región».

La Unión Africana reprueba el golpe de Estado en Burkina Faso

El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, reprobó hoy «de manera inequívoca» el golpe de Estado cometido este viernes por soldados en Burkina Faso, el segundo levantamiento militar en ocho meses.

En un comunicado emitido desde la sede de la UA en Adís Abeba, el presidente de la Comisión (secretariado) manifestó su «profunda preocupación por el resurgimiento de cambios inconstitucionales de Gobierno en Burkina Faso y en otros lugares del continente africano».

Mahamat exhortó a las Fuerzas Armadas burkinesas a abstenerse «inmediata y totalmente de cualquier acto de violencia o amenaza» a la población, las libertades civiles y los derechos humanos.

El político chadiano también instó el Ejército a «velar por el estricto cumplimiento de los plazos electorales para el restablecimiento del orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024».

En el comunicado, publicado por la UA en su cuenta de la red social Twitter, el presidente reafirmó el «continuo apoyo de la Unión Africana al pueblo de Burkina Faso para garantizar la paz, la estabilidad y el desarrollo del país».