El combate a las llamas prosigue sin tregua en la Amazonía brasileña

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FOTOGRAFÍA. PORTO VELHO (AMAZONIA BRASILEÑA) BRASIL, 28.08.2019. Un bombero se ve tras las llamas durante los combates de los incendios en la selva amazónica este miércoles, 28 de agosto de 2019, cerca de Porto Velho (Brasil), Mzonía. Efe

Efe – Unas 900 personas, entre bomberos, policías y militares, siguen este miércoles con los trabajos de combate a los incendios en el estado brasileño de Rondonia, mientras los estados de la región intensifican las labores de fiscalización. Sao Paulo (Brasil), jueves 29 de agosto de 2019. 

Según pudo constatar Efe, desde el inicio de la mañana los equipos de combate al fuego realizan trabajos en suelo con unas gigantescas mangueras, en tanto que desde el cielo aeronaves de las Fuerzas Armadas auxilian en el control de las llamas.

La región amazónica brasileña sufre los peores incendios forestales de los últimos años, achacados en gran parte a la deforestación, y lo que ha generado una fuerte presión internacional que demanda la protección de esta región.

El Gobierno, que tardó algunos días para reaccionar a la crisis desatada por los fuegos, comenzó a actuar con firmeza desde el pasado fin de semana y ha accionado a unos 44.000 militares en el territorio amazónico.

Mientras las operaciones de combate a las llamas continúan de manera incesante, los habitantes de las zonas afectadas empiezan a calcular los perjuicios causados por los fuegos, según relataron algunos productores a Efe.

Asimismo, con el objetivo de intensificar la fiscalización y la prevención de incendios ilegalmente provocados, la Gobernación de Rondonia creó esta semana el Centro Integrado Multiagencias de Coordinación Operacional (Ciman), que cuenta con representantes de la Defensa Civil, Policía Militarizada y Bomberos del estado.

La comunidad científica ha alertado de que la mayoría de los más de 27.000 focos de incendio registrados en la Amazonía brasileña, solo en agosto, están relacionados a la escalada de la deforestación en la región, que alcanzó los 2.254,8 kilómetros cuadrados en julio, un volumen un 278 % superior al del mismo mes del año anterior.

Expertos del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (Ipam) afirmaron en declaraciones a Efe que la mayoría de los fuegos son producto de las «queimadas», como son conocidos los incendios provocados de forma intencional por agricultores y ganaderos para el preparo de la tierra antes del cultivo.

Pero muchos productores rurales de la región abogan que, sin las «queimadas», es imposible realizar la cosecha o mantener animales.

«Si nosotros no sacamos todos los árboles y toda la vegetación, si no quemamos el terreno, no se produce nada. La cosecha no va adelante», afirmó a Efe la productora Shirley Machado, dueña de una hacienda situada a unos 80 kilómetros de Porto Velho, la capital regional de Rondonia.

Machado señaló que para «crear buey, cerdo, gallina» y «plantar el arroz, el fríjol, la caña, el azúcar o el maíz» es necesario «derribar» los árboles y «preparar» el suelo para el plantío.

En su finca, la productora cultiva diversos granos y produce además leche, queso y otros derivados de la pecuaria, que luego son vendidos en las ciudades vecinas.

Machado contó que en los meses más secos del año, época en la que se multiplican los incendios en la región amazónica, los órganos de fiscalización intensifican los trabajos para identificar y penalizar los responsables de provocar fuegos deliberadamente.

«Yo tengo una deuda de 170.000 reales (unos 42.500 dólares) en multas aplicadas por el Ibama y la policía ambiental, pero yo no la voy a pagar, porque no tengo condiciones financieras», relató la productora.