El éxito de trasplantes de órganos pasa por investigación genética: 118.000 en el mundo

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EFE – En todo el mundo se realizaron en 2014 más de 118.000 trasplantes de órganos, unos 4.300 en España y, aunque en términos generales consiguen alargar la vida de los pacientes, su éxito está limitado por el rechazo de algunos receptores: hoy los científicos saben que la clave para evitarlo está en la genética. Madrid, 4 octubre 2015. <Fotografían: Médicos del Hospital Infantil de México Federico Gomez (HIMFG) realizando por primera vez en México tres trasplantes simultáneos el pasado mes de noviembre 2013. Foto archivo/El Hospital>.

Con esta idea nació hace dos años iGeneTRAIN (red de genética internacional e investigación traslacional en el trasplante), un proyecto de más de 30 centros de todo el mundo que investiga cómo las variantes genéticas afectan los resultados de los trasplantes. Para ello, esta red cuenta con muestras de 16.494 trasplantados de riñón, hígado, pulmón y corazón, pero también con las de 11.600 donantes, también de España: el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda en Madrid -único centro español en el proyecto- ha aportado unas 400 muestras de receptores de órganos y donantes, ha señalado a Efe el cardiólogo Pablo García Pavía.

«Es la primera vez que se consiguen tantas muestras, lo que va a permitir revolucionar nuestro conocimiento en cuanto a cómo los resultados de los trasplantes se ven afectados por la genética de cada paciente», ha señalado García Pavía, también director de la Unidad de enfermedades genéticas cardiacas del citado hospital. Hasta ahora la genómica ha ido aportando avances en enfermedades como la diabetes o ciertos tipos de cáncer de mama. Sin embargo, los estudios genéticos centrados en los trasplantes han sido escasos y los que existen no han logrado reunir las muestras suficientes.

iGeneTRAIN ha puesto el foco en los trasplantes de riñón, hígado, corazón y pulmón, con los siguientes objetivos: descubrir qué variantes genéticas conducen o contribuyen al rechazo y otras complicaciones de los trasplantes, y encontrar biomarcadores en muestras de orina y sangre que puedan predecir el rechazo al órgano semanas o meses antes de que los pacientes muestren síntomas. Lograr esto conduciría a conseguir el fin último: afinar en los tratamientos, hacerlos más individualizados, según García.

Según este especialista, conocer las diferencias genéticas entre donante y receptor es importante: «cuanto más diferencias existan, más posibilidades de rechazo o complicaciones pueden darse». Pero para ello primero hay que encontrar las variantes genéticas que están relacionadas con la supervivencia del órgano trasplantado, con el rechazo agudo del órgano, con los efectos secundarios causados por parte de los medicamentos inmunosupresores -diabetes, aumento del colesterol- o con los eventos adversos debidos a la terapia inmunosupresora a largo plazo como infecciones o tumores.

«Tenemos grandes sospechas de que hay muchas incompatibilidades genómicas no descubiertas involucradas en el rechazo de órganos», ha manifestado por su parte, en una nota de prensa, Luis Alonso Pulpón, jefe del Servicio de Cardiología y director del Programa de Trasplante Cardiaco del Hospital Puerta de Hierro. Los esfuerzos realizados hasta ahora por este proyecto se han publicado esta semana en dos revistas: Genomic Medicine y Transplantation.

En una de ellas, los investigadores exponen sus objetivos y demuestran que un resultado satisfactorio pasa primero por obtener una gran número de muestras e involucrar a centros de todo el mundo. En el otro artículo, los investigadores describen una herramienta de análisis genético que han diseñado (en la Universidad de Pensilvania, EEUU) que permite examinar regiones concretas del genoma de un individuo que sospechan que están implicadas «en lo que ocurre después del trasplante», ha relatado a Efe García Pavía.

En concreto, esta plataforma es capaz de analizar 780.000 regiones del genoma que los científicos creen que podrían tener relación con las complicaciones que surgen de los trasplantes. Para ello, han escogido a 80 pacientes, de los que han logrado examinar estas 780.000 regiones y demostrar con ello que el método funciona. Ahora el objetivo es examinar al resto de pacientes. A partir de ahí se sacarán conclusiones y en próximos trabajos se establecerán exactamente qué regiones genéticas están relacionadas con el después de los trasplantes y su grado de implicación.

«Lo de ahora es la puesta de largo de un proyecto que empezó hace dos años con pocos hospitales y que poco a poco se ha ido expandiendo; ya por fin nos hemos juntado y hemos logrado miles de muestras de pacientes y donantes y con esos podremos esclarecer dudas, pero lo primero es la descripción de las herramientas». Para García, «hasta ahora se había avanzado centímetros y con esto se puede avanzar kilómetros».