Efe – Un Gobierno al que le «preocupa que las derechas tradicionales se estén radicalizando». La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que ha expresado su respeto a la decisión del Tribunal Supremo de denegar de nuevo la libertad a los nueve presos preventivos a las puertas del juicio, ha defendido que en la crisis de Cataluña «no hay otra alternativa que ley y diálogo». En cuanto a la crisis de Venezuela, ha explicado que el presidente Pedro Sánchez ha «querido ir en el paraguas de la Unión Europea», que de manera ponderada ha puesto de manifiesto que «preservar la paz y la convivencia entre los venezolanos es lo más importante». Madrid (España), miércoles 30 de enero de 2019. Fotografía: MADRID (ESPAÑA), 30.10.2019. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, durante su intervención hoy en un desayuno informativo del Fórum Europa. Efe.
El Gobierno espera que el Tribunal Supremo (TS) actúe con una «normalidad impecable» en el juicio del «procés», que podría empezar la semana que viene, y que no aplique «ningún tipo de excepcionalidad», a pesar de la «dimensión de debate político» que tendrá el proceso.
«Es lo único que esperamos. La calidad extraordinaria y el prestigio de la justicia española para el Gobierno es una situación absolutamente impoluta y esperamos que la justicia actúe con la normalidad impecable con la que lo hace constantemente», ha señalado la vicepresidenta Carmen Calv,o en un desayuno del Fórum Europa.
Calvo, que ha expresado su respeto a la decisión del TS de denegar de nuevo la libertad a los nueve presos preventivos a las puertas del juicio, ha defendido que en la crisis de Cataluña «no hay otra alternativa que ley y diálogo» y ha pedido a la oposición que, si tiene otra fórmula, la ponga «honestamente encima de la mesa» y que, si no, se comporte de forma leal con el Gobierno.
«No pedimos más. Algo tan simple y tan necesario como no utilizar Cataluña con ningún fin que no tenga la nobleza de la política de Estado, para que este país puede dedicar sus energías y sus esfuerzos a los problemas reales de todos los españoles, incluidos los catalanes», ha subrayado.
Tras advertir de que la crisis catalana «ni se resolverá con facilidad ni de forma mágica», ha señalado que su Ejecutivo no cambiará su política de diálogo con los independentistas catalanes «por muchos insultos que reciba». «Obras son amores y con Cataluña solo valen obras».
En su conferencia, la vicepresidenta ha esbozado las intenciones y objetivos de su «inesperado» Gobierno y ha hecho hincapié en su afán reformista y social: «Éramos, somos y seguiremos siendo un Gobierno para cambiar las cosas», ha afirmado, y ha mencionado entre ellas las «estadísticas bochornosas» de España en cuanto a desigualdad y pobreza infantil.
También ha recalcado el compromiso del Ejecutivo con la democracia española y el proyecto europeo, porque «no hay más revolución que la democracia, ni más posición revolucionaria que seguir sosteniéndola, preservándola de los peligros» en un momento en el que los «demonios viejos se visten de ropajes nuevos».
Un Gobierno al que le «preocupa que las derechas tradicionales se estén radicalizando» y que haya partidos, como el PP y Cs, que «se declaran constitucionalistas, pero incumplen la Constitución constantemente».
Calvo, que ha admitido el retraso indefinido que está suponiendo la resistencia de la familia de Franco para la exhumación de los restos del dictador del Valle de los Caídos, ha justificado el «interés» y la «prisa» del Ejecutivo en la «prisa que corre para la dignidad de la democracia» acabar con la situación actual, en la que España es «la única democracia de nuestro nivel en el mundo que tiene un dictador con honores de Estado en una tumba pública».
Ha confirmado asimismo que el Gobierno y la Iglesia se han «cruzado ya cartas para conformar los grupos de trabajo» que van a ocuparse de que sea «correcta» la lista de inmuebles que el Ejecutivo quiere que tributen en condiciones parecidas a las que lo hacen en Francia e Italia, aunque puede haber «cesiones» en los edificios que estén dedicados al culto o a otros fines de carácter social.
Sobre el «brexit», ha confirmado que España está preparada para responder con «agilidad» a cualquier situación que pueda darse el 29 de marzo y ha desvelado que se ha reunido personalmente con todos los portavoces de la Cámara de cara a la convalidación del Real Decreto que «muy pronto» aprobará el Consejo de Ministros.
En cuanto a la crisis de Venezuela, ha explicado que el presidente Pedro Sánchez ha «querido ir en el paraguas de la Unión Europea», que de manera ponderada ha puesto de manifiesto que «preservar la paz y la convivencia entre los venezolanos es lo más importante».
También, que la democracia «salga fortalecida y tomen la palabra los venezolanos» en unas elecciones «libres y seguras jurídicamente» y que «no se trata de personas concretas ni de usos partidarios de la situación».
Además, ha advertido que «si rechazamos otro tipo de injerencias, también hay que rechazar otras menos drásticas que alteren lo único importante en democracia, que Venezuela hable con libertad, seguridad jurídica y garantías suficientes».
